Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Tilver
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada VI-Hubana II: el halago que ignora-susurrar al bolsillo-la sonrisa y la silla-El querer y el deber-duo en las sombras.
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En el interior de la oficina nadie percibió las llamas. El quejido del papel al ser rasgado en las esquinas, y forzado a abrirse en sus pliegos ocupaba toda la estancia. La mujer de pelo castaño y bufanda con vida propia parecía la más nerviosa de todos. Lo que era bastante complicado. Con un último tirón la obra quedó al descubierto.

-Tengo que admitir-Crusta silbó, rascándose la espalda y apoyado en el marco de la ventana-que eso es un señor morreo.

-Vulgar ¡vulgar para un antiguo almirante de la marina!-Marginy golpeó nuevamente el suelo con el bastón-no hay excusa en su licencia por desacato ¡más aún si la artista está delante!


Merla corría. Escuchaba sus risas nerviosas a su espalda, sentía el calor de las llamas en la chaqueta y la fuerza de las detonaciones en los adoquines que acababa de pisar. Arrampló la puerta de uno de los almacenes,pero una granada rebotaba desde las escaleras al instante y una llamarada desde la apertura. Solo podía correr, acercarse le era imposible.

Se arrimo el bolsillo de la pechera a los labios:

-Es una trampa-atravesó la pared de chapa y óxido sin perder el ritmo, pala en mano.


-Es una trampa-repitió el pequeño caracol desde el hombro de Marty. Más la experiencia se lo había susurrado por el rabillo del ojo. Brillaba para él la sonrisa engreída de Fauss, el pulgar que acariciaba la culata de su revólver bajo la chaqueta. El sudor en la enfrente de la artista, el hecho de que hubiera repasado tres veces el mismo pegote de pintura y tres veces hubiera mirado a kate con el rabillo del ojo.

-Por Kofuku Marginy, que seguis mostrando buen tacto en el arte del mecenazgo-comentó,admirando nuevamente el beso de los amantes pintados.

-Mia es esta ciudad, sin mi Hubana no es nada-le brillaron los ojos, sonrió en un intento de astucia-la despedazarían banqueros y esos raterillos de las aguas, pero bajo las manos correctas, es la capital del arte.

-Y sin embargo tú olfato sigue siendo tan poco refinado en cuanto a compañías-Crusta, cara a cara con Marginy, se frota la espalda con el pulgar, repartiendo con los cuatro dedos libres a cada uno de los guardaespaldas entre sus camaradas-¿de que alcantarilla has sacado a este pipiolo?

Fauss sonreía,tanto como sus mejillas se lo permitían, aunque fueron las piernas de Crusta las que desenfundaron primero: haciendo palanca con la punta del pie y el apoyo de la mano le estampó la primera silla sobre la sonrisa, justo en la nariz; sin un segundo de respiro la silla de su izquierda también se veía izada y lanzada contra el guardaespaldas más cercano a la puerta, que la destrozaba de un manotazo.

Marginy maldijo órdenes y levantó el bastón ante el antiguo almirante. Saltaban dos de sus perros sobre el escritorio para cubrir a su jefe,disparando uno de ellos sobre Kate; un tercero gritaba de dolor y perdía el sombrero al quedar clavado a la pared por el tridente lanzada, el cuarto soltaba el arma y se llevaba las manos a la nuez, incapaz de respirar.

Pero donde el trío esperaba escuchar el alivio de los cristales rotos y la bala de su ángel de la guardia, solo hubo silencio.


Antybulty apretaba los dientes, queria ver mas, deseaba ser testigo de todo lo que pasaba dentro de aquella oficina, era todo lo que le pedía al mundo en ese momento. Y aun así...

Aún así notaba el picor en el cuello, la viscosidad de la gota de sudor que reptaba hacia su nuca y las punzadas en el estómago. En general la vocecilla de su cabeza y la presencia a su espalda era el menor de los problemas. Las punzadas en el estómago se convirtieron en una tos abrupta cuando vio a Marty recibir el primer puñetazo; tres gotas de aquel viscoso sudor alcanzaron su nuca cuando uno de los mastodontes hizo aparecer una navaja frente a Kate, que se cubría el hombro ensangrentado; el picor trepó hacia su nariz cuando Crusta se lanzó bajo el escritorio ante los disparos del rastas. Quería ver todo aquello, y al mismo tiempo la vocecilla deseaba apretar el gatillo.

-¿Que es más fuerte,muchacho, el querer o el deber?-le preguntó la figura a su espalda,la presión en su cuello se hizo más liviana, el rifle más cercano, el gatillo una realidad. Contuvo la respiración,apuntó, la pólvora ardió.


Al otro lado del puerto las llamas devoraban los callejones,se escuchaban siniestras risotadas y el golpeteo de un par de piernas en los adoquines. El pianito se perdía entre notas, agitaba las alas nervioso y echaba humo por uno de los bordes de la tapa. Entre quiebro y quiebro Merla resoplaba ante los portones cerrados y las rejas bloqueadas. Cuando las llamas volvieron a lamer la espalda del chaleco derribó atravesó un ventanal para ponerse a cubierto. Su perseguidor le siguió sin contemplaciones.

En la oscuridad de la nave una centella aterrizó en su máscara de gas. El Pianito realizó una segunda pasada antes de volver a las sombras de la noche. Sorprendido y noqueado contra el muro, el perseguidor solo pudo protegerse con el brazo al ver la pala, envuelta en el chaleco en llamas, sobre él. El repiqueteo de una granada sobre el metal evitó un segundo golpe fatal.

Merla, y el Pianito surcaban los callejones, con la ventaja de su lado. Con el pequeño caracol en la mano, transmitiendo los resoplidos y golpes de un forcejeo sobre los disparos y maldiciones, la preocupación aumentaba.
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Tilver
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada VII-Hubana III:-de las preocupaciones-arrambla con lo que veas-y quemado no seas-pinzas-verdades a prisa-humedas peticiones-instinto en la madrugada.
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En el despacho las paredes fueron trinchadas, las ventanas salpicaron la trifulca de cristales y los contrincantes se aplastaron contra la alfombra. Marty, rojo como un tomate, encajó su rodilla en el esternón de la mole que lo aprisionaba. La falta de espacio, y por ello de impulso, poco hizo por su falta de oxígeno. Encajó entonces el índice en el ojo de su rival, recobrando el aliento ante el alarido y golpeando con el bakuto, librándose del guardaespaldas. Un compañero del tuerto le apuntaba, aquel que había vigilado el pasillo, más perdió fuerza en las piernas, aterrizando en el suelo con las rodillas y un agujero en el pecho. Marty repasó la estancia. Crusta se revolvía y pateaba a Fauss al otro lado del escritorio,el revólver del segundo salió volando de un puntapié del primero. En el centro de la despacho yacía el cuerpo de uno de los guardaespaldas, con una herida de bala en la cadera y una inconsciencia provocada al estrellarse su cabeza contra la mesa. Kate gruñía,con un puñal tiritando sobre su cuello,un dedo en la herida del hombro y en el ángulo ciego de Antybulty, veía la muerte en los dientes del secuaz de Marginy. Marty saltó sobre el gigante, dos veces tuvo que ser contunde el bakuto sobre la vértebra, notó cómo se derrumbaba y lo empujó a un lado. La Pescadilla resopló,mareada, aceptó la mano del capitán. Les alerto un grito agudo de la artista que, cubriendo su obra con su cuerpo, observaba aterrada como Crusta caía aturdido sobre la única silla que quedaba entera, como Fauss atrapaba su revólver y le apuntaba. Y como el estallido de un nuevo disparo hacia saltar el arma de sus manos. Alguien masacró una puerta en el piso de abajo.

Merla alcanzó a la carrera el portón de mercancías, no se detuvo a comprobar quienes eran los tipos trajeados congregados frente al mismo. Entró, placó y convirtió el asunto en un festival de astillas y musculitos volando. Lo que sorprendió al tipo de aspecto monárquico con una peluca y un maletín en la mano.

-¿Marginy, verdad?-él susodicho respondió con una estocada, desviada por la pala a escasos centímetros de Merla, obligándole a retroceder a una posición en la que le rodeaban los musculitos. Apareció en escena Fauss, saltando desde el primer piso, le seguían Crusta y Marty, que se colocaron espalda contra espalda con su camarada.
-Esteroides por aquí, tabletas por allí, me están queriendo decir algo...

Un disparo desde el despacho, Kate apretó el gatillo del revólver de Fauss y se cubrió tras la pared ante la andanada de respuesta. Al mismo tiempo una hormiga roja de tamaño humano remataba la puerta de mercancías e irrumpía en el almacén, placando con las pinzas a un par de guardaespaldas. A su espalda un chorro de llamas cerró la abertura: dos figuras cubiertas de trajes ignífugos y risas nerviosas caminaron sobre el anaranjado y el escarlata cambiante. Entre fuego y pólvora lucharon, esquivaron y recibieron estocadas. De las pinzas de la hormiga o de las navajas se cubrieron. gritaron, escupieron y maldijeron. terminaron por engullir las llamas las cajas vacías y la madera de las escaleras, arremetieron las pinzas de la hormiga contra la viga central, guardaespaldas incluido entre ellas. Merla gritaba, lanzaba cortes desde el centro de la estancia. Le flanqueaban, dispuestos a acuchillar por la espalda, cargaba la hormiga entonces, rompían el cerco las piernas de Crusta y el bakuto de Marty. El lanzallamas encaraba a la pala, pero el revólver que Kate portaba ahogaba las carcajadas siniestras. De nuevo la danza, ardían las vigas y crujían los tablones. La aduana se derrumbó , despacho,cadenas y escritorio sobre su cabeza.
En el caos se reagruparon. Poco más que siluetas en un callejón cubierto de humo y escombros. les alcanzaban los gritos de la guardia de la ciudad, más cercanos de lo deseado. Anty habló el primero:

-Había alguien más en la azotea capitán, estaba ahí antes de que yo llegara-Anty hablaba rápido al corro que era el grupo, Crusta vigilaba, el fuego los cubría en ese momento-un usuario de fruta del diablo o algún tipo de hipnotismo relacionado con el tacto.

-Pero después pudiste disparar.

-Relajó el control, me pareció que para ella era un juego-afloró un tono de malestar-y para cuando me quede sin cargas ya había desaparecido. Kate…

-Ni se te ocurra.

-También tuve problemas con los de las risitas y los mecheros, nos esperaban ¡ y nadie toca a mi afro y se va de rositas...!

-Había mucho más de lo que creíamos en ese intercambio-Marty habló rápidamente, y varias cabezas asintieron-Marginy domina la ciudad, y conociéndole sé que lo hace de la forma más sucia posible. Esto es lo que os propongo…

[center]...[/center]


Corrieron, alejándose del humo y sus perseguidores, se detuvieron exaustos ante una orden de su capitán, pianito al hombro: la sardinilla,el afro, el manitas y la artista, con un rollo bajo el brazo.
El bakuto alcanza su cuello, el tridente roza su vientre.

-Kate, Kate ¡soy yo! ¡Girts!

-La ayudante de Marginy, el que nos ha intentado matar.

-¡Ese pedazo de...Remolacha! ¡no me mi jefe! ¡ni mi mecenas porque yo quisiera! ese estafador,mentiroso,engreído!-el rojo inundó su rostro, escupía cada sílaba con verdadero odio y rabia-¡y si estuviera trabajando para esa...rata, no haría esto!-abrió el lienzo, lo suficiente para que se viera su obra, y la montaña de billetes que descansaban sobre ella.

-¿Nos das su dinero?

-Os hago una oferta ¡ayudadme a acabar con Marginy y su fortuna será vuestra!-La rabia alcanzó sus ojos, los humedeció, se mordió el labio inferior.

-Montañas de berries que pagan a montañas de músculos y un par de locos, no va a ser mi chaqueta lo único que acabe pegado a la sartén con todo esto.

Marty, apartó el bakuto. Observabó la impotencia de aquellos ojos, el gesto de rabia, la bufanda caída y las manos que con ternura rodeaban a la hija de su imaginación. Cruzaron pupilas, verde marino y castaño. Se sumergió más allá del iris, de la impotencia y la rabia.

-Viene con nosotros-no se hicieron esperar las respuestas, La mirada de kate, cuya ceja levantada rezaba "¿seguro?" La sonrisa de Anty y las despotricaciones de Merla "cuatro gotitas y ya somos una ONG"-ya hablaremos de los detalles en el barco.

Anty en cabeza, seguido de Kate, que había vendado su hombro y tenía un ojo de preocupación, de su capitán, a su espalda. Cerraba la comitiva Merla con la artista en el punto de mira, el pianito sobre sus cabezas. Malheridos, cansados* volvieron a desaparecer en los callejones.


*(y en el caso de Merla chamuscado)
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Entrada VIII-Hubana IV: noctus adoquinado-amaderado bigote-suerte en cafetera-recordando en millas-y las vueltas que da la vida.
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De callejón en callejón, de soportal a galería de rejas caídas y silencios perturbados por escasos faroles. Alcanzaron de esta forma el último tramo de los muelles del sur y las amarras del Angry Franxo. Rosa y lila se entremezclaban en el casco de aquel navío, con las velas arriadas en el bauprés y el Mayor, el mascarón, un rostro bigotudo y de sombrero de copa. Tendieron la pasarela, pisaron la cubierta y abrieron la puerta del habitáculo que rodeaba el mástil: una escalera de caracol descendía hasta la subcubierta inferior, donde Girts se golpeó cierto dedo, más de una vez, a causa de la oscuridad y los obstáculos que poblaban la estancia.

-...el agua oxigenada, las pinzas....

-...filete, por favor....

Se alejaron Marty y Kate,una puerta se abrió y cerró varias veces, sentía una presencia inmensa a su lado. Frente a ella, en una mesa alta, reconocible pese a las sombras, colocaron botellas y objetos metálicos. Encendieron una luz en el mamparo, abrieron un grifo.


-...por el desembarco de...-la puerta se abría y cerraba-...desde entonces más de una he sacado...-volvieron a abrir el grifo, el mastodonte se sentó frente a ella. El aroma de la carne cocinada se impuso en la habitación-...quitar las vendas...

La luz de lámpara le permitió dar detalles a aquello que las sombras,y la luz de la luna,silueteaban. Se encontraba en una habitación de techo bajo y paredes de acero y madera; la rodeaban materiales de construcción y cajas de diversos tamaños; cuyas siluetas distinguía gracias al resplandor de la luna y el anaranjado de la luz artificial; una columna en el centro* de la estancia cubría la mayor parte del tragaluz al otro lado de la misma. Más la figura que a ella le interesaba, y que no pasaba desapercibida, se encontraba tras una barra de minibar cubierta de botellas y paquetes de vendas y gasas.

-¿Quieres que te guarde eso?-el gordinflón señaló su obra, a la que apretaba contra su pecho, ante su negación se encogió de hombros-¡Qué no me lo voy a comer! y como servilleta poco me vale-Se había vendado el brazo derecho, así como cubierto las magulladuras de gasas a lo largo de la barriga y la cara- Girts, o así decías llamarte en el callejón ¿café, té o un filete?

-¿Teneis Té verde de Wano?

-La primera vez que oigo hablar de él.

-¿Mocca del Marine King?-preguntó Girts, con cierta desesperación.

-Por suerte para ti esta es la banda de un exmarine-palmeó la cafetera a su espalda-y uno se puede encontrar cosas bastante curiosas cuando su perro hace estallar un Polvorín ¿algo para picar? ¿salchichas, patatas asadas, un muslo?

-Er...no,gracias, no tengo apetito-señaló, de forma un poco tímida, el brazo vendado-¿mejor? no tenía muy buena pinta en el callejón.

-Nada, escuece más que pica, más hollín y suciedad que quemadura-se palmeó la tripa- pero al risitas de la máscara si que le va a quedar un buen recuerdo.

-¿Los hermanos?

Se escuchó una maldición amortiguada por una puerta cerrada, el traqueteo de la cafetera y el tintineo del que busca una taza entre vasos de tubo. la artista no puede evitar morderse el labio inferior.

-¿Navegaste con kate?

-¿Te lo ha dicho ella?

-Para nada, pero la forma en la que solto tu nombre,no, el ombligo me dice que no es la de un simple conocido-le acercó la taza con el Mocca-vuestras millas habéis navegado juntas ¿los Newfag?

-Los Newfags pirates-respondió ella, con orgullo-la tripulación del rey de los piratas.

-Curioso que ahora sean sus antiguos enemigos los que esten salvando su brazo en esa habitación.

*(un mamparo de madera rodeaba el mastil de mesana, comenzando dos metros por encima de la cubierta principal, y cubriendo la escalera de caracol que descendía hasta la misma bodega)
Última edición por Tilver el Lun May 23, 2016 8:09 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada IX-Hubana V:pinzas-una propuesta en mente-nombres, bruma y un tupé-la sombra-somnoliento y somnifero-noticias de una ausencia.
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-Lo tengo-con los dedos de vivo escarlata sostuvo las pinzas, y en las pinzas un fragmento ensangrentado- el segundo, y último. El hilo y terminamos en un momento Kate.

La Pescadilla apretó los dientes y suspiró. El hilo, pese a las manos enguantadas de Anty, no era un compañero tierno. La gasa acarició y adquirió el tinte escarlata, Marty pensaba.

-¿que me puedes decir de Girts?

-Nada de lo que buscas-ante la ceja levantada de este continuó-no la recuerdo,no recuerdo nada de lo que hice antes de despertar en el buque de guerra. No te puedo decir cual es su verdadero nombre, ni cuándo fue la primera vez que la vi, ni si le gusta el mocca o la cerveza.

-Pero sabes que ese no es su verdadero nombre.

-Es una forma de habl...-Kate dudó, era una posibilidad que no fuera su nombre real si, una forma de hablar incluso, pero una pequeña idea, una niebla de pensamientos diluidos rascaba su lengua con una respuesta, quizás. Un tirón en su hombro devolvió la neblina al olvido. Antybulty había rematado el último punto. Maldijo entre dientes-pasame el mechero

-¿Qué te parece esta idea? Anty te hipnotiza, intenta encontrar esos recuerdos.

-Nadie se va a meter en mi cabeza- encendió el cigarrillo, el humo fundió la tensión de su cuerpo, relajó el hombro y permitió que se concentrara.

-No puedo leerte la mente Kate, no funciona así.

-Como si fuera a pescar más bien, Anty te susurrará algunas palabras, consigue que solo pienses en ellas, y tu subconsciente arrastra a la superficie el resto ¡y si después sientes que algo no encaja podrás hacernos lo que quieras!

Kate dudó, saboreó la neblina del olvido junto a la calada.

-Si jugais con mi cabeza os enserto-apretó el tridente en su mano derecha, y el cigarrillo en la izquierda, venciendo los nervios ante la profundidad de los ojos de Anty. Marty se acercó al oído del afro.

-Newfags,pirates, barco con forma de perro, capitán, tridente....-comenzó Antybulty a susurrar

Un segundo entre nombre y nombre, un segundo que su respiración adoptó, que salpicaba los recuerdos difuminados.

-Navegante,Lits, torre...-continuo Anty.

Lits, aquel nombre hacia que la niebla formara un par de tupidas cejas, un tupé, en sus manos las letras de "navegante" adquirían la curvatura de una rueda de timón. Vientos inquietos agitaban la bruma, mostrando un enorme pulgar amarillo que creía llamarse torre.

-Barriga, rubio, tridente

Lo que la niebla había descubierto como la figura de Merla, fue deformado por una nariz tomatil, una gabardina de mangas vacías y un par de gafas de culo de botella. Bonachona y humorística la silueta era acompañada por un tridente familiar, a espaldas del navegante de cejas y tupé.

-Newfags, Crushing, Mecrusta....


La niebla se resistía, no quería ceder, desvelar más de sus secretos. Pero la suavidad en la voz de Anty barrió aquella resistencia. Al pie del pulgar, que se creía torre, surgió una cubierta, tras él una popa con forma de cabeza de perro, el bonachón del tridente se apropiaba del nombre de Crushing, y no era el navegante la única figura que le acompañaba....

Surcaban una marea calmada, la sal se pegaba a la piel, las gaviotas sobrevolaban la torre y la niebla adquiría tonos verdosos. Lo inundaba todo un silencio adormecido, de esos que que se disipan a medida que se alza el sol y desaparecen las legañas. Kate, apoyada en el marco de la única ventana de la torre, disfrutaba de aquella calma con cierto regusto hogareño.
Pero todo cambió, la voz omnisciente había desaparecido, la bruma se volvió espesa, claustrofóbica, la cubierta difuminada.
Y una sombra lo anegó todo, Marineford.

Abrió los ojos. Ni marco de torre, ni niebla y ni rastro de la fortaleza. Solo un cojín, una sábana arrugada y una silla que ocupaba un ex marine de cabellos rizados, y un libro entre las manos. Calmaba el sol de media mañana por el ventanal.

-¿Que hora es?

-Las once y cuarto. Entre la pérdida de sangre y la sesión de hipnosis te quedaste dormida-Marty dejó a un lado el libro, apoyándose en las rodillas-¿cómo te sientes?

-Mejor.

-¿Has recordado algo?

-si-Kate,con los pies sobre la cubierta y la melena enredada en su frente anheló el baño un piso más arriba-lo suficiente ¿cuánto sabías?

-La mayor parte, los informes de la marina y los abordajes son bastante útiles en ese aspecto.

-Felicidades entonces, has encontrado a tu navegante ¿Donde esta?

-Durmiendo, Merla no se fiaba y le puso un somnífero en el Mocca-Marty se levantó, caminando tranquilamente hacia la puerta-tendré que hablar con él sobre ello, estaremos en el comedor. Crusta ha enviado un mensaje, está dentro.
Última edición por Tilver el Lun May 23, 2016 8:13 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

Mensaje por Tilver »

Entrada X-Hubana VI: parlamento de camaradas-una copa por antifaz-reunión de pinguinos-la ostentosa marcha-y de un topo con traje de frac.
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Dejemos al cuarteto y la artista lamiendose las heridas, y volvamos al momento en el que Il capitano compartió una idea. Y al porque de la ausencia del segundo de abordo. La casa de aduanas en llamas, los rodean sombreros de copa y escombros, mientras hablan en corro:

-Había mucho más de lo que creíamos en ese intercambio-Marty habló rápidamente, y varias cabezas asintieron-Marginy domina la ciudad, y conociéndole sé que lo hace de la forma más sucia posible. Esto es lo que os propongo, infiltrar a uno de nosotros, descubrir los puntos debiles y atacar. Es orgulloso, querra vengarse-Marty captaba sus miradas-podríamos levar anclas y poner millas de por medio, y evitarnos problemas, más aun si contamos con el problema de quien asalto a a Anty.

-Se te ve mucho el pero McFly.

-No es algo que me gustara hacer como marine-continuó, tosiendo humo-pero ya no lo soy, ni Crusta ni Anty, somos una tripulación, y decidiremos como una tripulación. Si queremos atacar a Marginy, este es el mejor momento ¿pero queremos?-Kate asintió inmediatamente.

-¡Vaya si queremos! Meteme a mi, fueguecitos y musculitos ¡ja! Les voy a enseñar yo lo que es un verdadero musculo.

-¿Desplumar a Marginy de nuevo? No le puedo decir que no a esa carita...

-Estoy contigo capi, y con Merlita.

-Decidido entonces, nos quedamos-Merla, tenemos que infintrarnos, no tirar abajo el edificio-realizó una breve pausa-al menos de momento,Anty el tipo que te agarró el cuello podría reconocerte...

-Vamos McFly, que parece que nunca has estado en los carnavales de la marina ¡dejate de miramientos y ayudame a pillar un sombrero!

-¡Esta.....!-uno de los esbirros de Marginy se había asomado entre los escombros, pero el antebrazo de Anty ahogaba su traquea, y las manos de Merla tapaban su nariz y boca.

-¿De copa o de copa querido?-le preguntó el primero.

-Necesitaras más que un sombrero-comentó el segundo-¿no se supone que el ojo morado ese te conoce?

-Anty muchacho, déjale respirar,que seguro que me quiere contar un par de cosillas-Crusta sacó una navaja de afeitar del bolsillo interior de la camisa-Marginy conoce al almirante Crusta con flequillo y recien afeitado, pero no conoce a...


-... Húmedo, encantado-tendió la mano al compañero ,con sombrero de copa, ojo morado y camisa chamuscada, que le acaba de quitar de encima una de las vigas del segundo piso.

-¿El nuevo,eh? al menos no te habrá cagado una gaviota, porque menudo día para entrar.

-Con el edificio de adunas me he quedado más que servido.

-¿Y quien no? el señor va a estar....

-¡A formar!-gritó uno de los mercenarios, cuyo sombrero de copa superaba por unos cuantos centímetros al de sus semejantes*. Húmedo y su compañero se unieron al grupo de sombreros de copa y trajes de frac cubiertos de hollín, cortes y moratones. Atrás quedaban los restos de la aduana, al frente Marginy y Fauss eran desempolvados, el primero sin perder su porque monárquica, por mercenarios con plumeros- ¡vosotros cuatro, al carruaje!-ordenó el capitán centímetros señalando en la dirección de Húmedo.

Resultó que el carruaje solo tenía de carruaje el nombre, la falta de ruedas y el uso de un motor humano lo convertían en un palanquín, que los mercenarios se pusieron al hombro en cuanto Marginy se sentó en él, manteniendo a Fauss al lado. Y quedando su conversación a tiro de oreja de Húmedo.

-Que los busquen-intentaba susurrar Marginy, en vano, pues el orgullo herido tiende a explotar-al comisario ha de recordasele lo que nos debe, queremos ese barco en llamas ¡y que ellos lo vean!

-¿Y con Girts señor?

-No cederemos ante el chantaje, nos apena perder a tal artista, pero ya encontraremos quien la remplace.

-Yo me llamo Rikky por cierto-interrumpió la escucha su compañero-oye ¿no sabrás jugar a las cartas por casualidad?

-Soy mas de dados, aunque el tiempo me ha enseñado a no hacerle ascos a cualquier forma de pasar el tiempo.

-Ah ¿mucho tiempo haciendo guardias?

-El suficiente para aprender a valorar una buena capa.

-Y para evitar una buena plaga de piojos por lo que veo-señaló con un movimiento de barbilla su rapado integral.

-En menudos agujeros he estado macho, si te contara.

-Je, pues ahí tienes el paraíso-otro movimiento de mandíbula cuando torcieron la esquina. La piedra emblanquecida y los curiosos en las ventanas dieron paso a una vista panorámica de la colina que gobernaba la isla. Y Aunque se viera por el rabillo del ojo, la colina atraparía la mirada del visitante inmediatamente. Y no hay otro culpable que la enorme M cubierta de destellos,torreones y escalinatas serpenteantes** que forma la mansión de Marginy. Y sobre la que se alza, para rematar tan opulencia, el faro de Hubana.

-Bueno, espero que esa no se caiga sobre nuestras cabezas...

-Que no te escuche el señor.

Quedó atras la ciudad, del los adoquines al mármol de una avenida guardada por estatuas de oro. Gemelos de Marginy en piel dorada y músculos cincelados escrutaban la comitiva con ojos sin pupila ni iris. Daban la espalda a jardines de flora extranjera, a a ves y simios de exóticos plumajes, a estatuas de forma humana o divina. Hombres y mujeres enmascarados paseaban al ritmo de los instrumentos que eran tocados sobre una fuente. Todo debía encajar, la comitiva de encenizados y magullados era una herejía.
Y por ello fueron recibidos por un ejercito de sirvientes con plumeros, trapos y cubos de agua, así como dos filas que cubrieron la avenida de los jardines sosteniendo los tapices que portaban sobre sus cabezas. Húmedo no pudo más que quedarse desconcertado la tercera vez que le barrieron la barba con un plumero y le arrancaron la camisa para entregarle una nueva y limpia.

-Piensa que solo ha sido eso-comentó jocoso Rikky,con un plumero metido en la oreja-a uno de los chicos que tuvo que meterse en las cloacas le tuvieron una semana a remojo, ahora le llaman"el trapo"

-Muy tiquismiquis, eso queda claro.

-Todo por el "señor"-susurró su compañero, con el rabillo del ojo en las cortinas del palanquín.

Limpios, relucientes y del agrado de la "corte"*** se detuvieron frene a los portones de acero y perlas incrustadas. resonaron trompetas y timbales.

-¡Su majestad, Lucrecio Marginy, guardián de las artes, gran maestre del gremio de mecenas, padre de los jardines Amatorios y cabeza de la casa de la moneda!

Y acompañando a tan ilustre figura, en tan ilustre lugar y con tal majestuosidad orquesta. Húmedo se infiltró en la guarida de un lobo cubierto de oro.


*(y por un par de plumas, una forma muy pomposa de señalar el rango. Ademas de ser uno de esos casos en los que un "gran galeón" trata de ocultar cierta pequeñez en ciertas partes...)

**
(un centenar de focos y los calculos de otro centenar de arquitectos con respecto al alba y el crepúsculo se han encargado de que el susodicho edificio deslumbre la ciudad día y noche

***(y con un par de plumas en orejas, nariz o bajo el sombrero)
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

Mensaje por General Error »

Al fin pude ponerme al día, que ya estaba bien.

Notorio cambio de los capítulos que me hicieron perderme al inicio pero de los que has salido muy gratamente, tocando el tema del asalto con más pausa y cautela y no un macro ataque extraño. Siempre mola ver como todo se forma paso a paso y no de manera súbita.

Eso y que de momento con seis (siete con el pianito) personajes lo estas clavando, buenas aportaciones de todos y sigues clavando ese aroma que inundaba la banda, maneras de hablar y desarrollarlos dándole a todos un rol especifico sin caer en que no aparezcan y ya esta. Pronto te surgirá un problema más grande para manejar tanto ombligo junto y estare encantado de ver como lo encajas todo.

Respecto a la historia, me gusta, ahora todo me resulta menos caótico y se ve el plan y el objetivo como algo claro, aunque sigan sin avanzar demasiado por el mar las historias en tierra están siendo bien explotadas y se nota que la prisa por acabar no te come, eso me agrada mucho.

Y destacare dos puntos que nos hacen meternos más de lleno en la historia del manga que dio lugar a todo el foro y donde se sitúa la trama, mención a las akumas y al Rey de los Piratas. Pero sobretodo mentar a la tercera dentro del contexto y no pasar de que todos los personajes tienen su algo detrás aunque los novatos no lo vimos.


Asique nada Comadreja, a darle duro que este ritmo de publicación te sienta de lujo, a esperar el siguiente capitulo. :ok:

A Villa le mola pero no lo sabe
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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MerlaXIV escribió:Al fin pude ponerme al día, que ya estaba bien.

Notorio cambio de los capítulos que me hicieron perderme al inicio pero de los que has salido muy gratamente, tocando el tema del asalto con más pausa y cautela y no un macro ataque extraño. Siempre mola ver como todo se forma paso a paso y no de manera súbita.

Eso y que de momento con seis (siete con el pianito) personajes lo estas clavando, buenas aportaciones de todos y sigues clavando ese aroma que inundaba la banda, maneras de hablar y desarrollarlos dándole a todos un rol especifico sin caer en que no aparezcan y ya esta. Pronto te surgirá un problema más grande para manejar tanto ombligo junto y estare encantado de ver como lo encajas todo.

Respecto a la historia, me gusta, ahora todo me resulta menos caótico y se ve el plan y el objetivo como algo claro, aunque sigan sin avanzar demasiado por el mar las historias en tierra están siendo bien explotadas y se nota que la prisa por acabar no te come, eso me agrada mucho.

Y destacare dos puntos que nos hacen meternos más de lleno en la historia del manga que dio lugar a todo el foro y donde se sitúa la trama, mención a las akumas y al Rey de los Piratas. Pero sobretodo mentar a la tercera dentro del contexto y no pasar de que todos los personajes tienen su algo detrás aunque los novatos no lo vimos.


Asique nada Comadreja, a darle duro que este ritmo de publicación te sienta de lujo, a esperar el siguiente capitulo. :ok:

A Villa le mola pero no lo sabe
Un placer tu comentario Merla.

Y me alegro que te guste el cambio. Como dices estaba llevando la historia tan a trompicones, y entre parones,que se estaba tropezando con sus propios "cordones". Un efecto secundario de este cambio es que, de momento, es la parte de Humaba la que se esta alargando (porque lo pide la misma historia, que estas cosas pillan vida propia) y las aventuras y desventuras en el mar es algo a lo que le tengo ganas, y que seguramente se alargaran como sucede con Hubana, ahora que el ritmo es otro XD
En cuanto al grupillo de voces que se van juntando (y el pianillo) es un desafio hasta cierto punto, manejar un grupo de protagonistas y evitar tanto su "desaparición" como si liquiacion en el coro conjunto. El tiempo dira....

Es tanto una parte de historias que me gustan, como de One Piece, ese tufilloa "Voluntad heredada" que un circulo cierre lo que otro empezo, merece la pena contarlo, con toda la traca que tienen las guerras de bandas.

Y sin más dilación...


Entrada XI-Hubana VII: el invitado espera-cuchicheos y cortesias-vaporosa tapadera-lujosas vistas-el oido servil.
Spoiler: Mostrar
El suelo acristalado reflejaba, cual lago de aguas calmadas, los techos abovedados y las lámparas de telaraña. De las columnas, fronterizas de aquella ballena arquitectónica, colgaban los estandartes y banderas doradas, en cuyos doblados y sombras era visible la recargada M de Marginy. En el centro de la catedral a la vanidad una mujer, de rizos morenos y diversos pliegues en el vestido, esperaba con un portafolios y un par de gafas. Húmedo y los otros tres portadores dejaron el palanquín frente a ella:

-Su majestad-saludó con una leve reverencia-la guardia patrulla en estos momentos los alrededores de la aduana, así como los muelles cercanos. Se les ha dado la orden de registrar cada navío que zarpe.

-Vuestra diligencia nos satisface querida, deseamos que se nos informe de cualquier novedad-Marginy extrajo un reloj de su bolsillo-imaginamos que el Invitado ya habrá regresado.

-Así es majestad, os espera en vuestras habitaciones.

-Marchemos pues a su encuentro-se alejaron, con el golpeteo del bastón, hacia las escaleras alfombradas que ocupaban el fondo de la estancia. Fauss los siguió, separado unos metros.

-Impresionante ¿eh?-Rikky le palmeó el hombro.

-Una señora maravilla.

-Señor Húmedo-el capitán de sombrero emplumado se acercó a él-acompáñeme, le enseñaré las instalaciones.

-Como sean tan grandes como esta, nos cuesta la vida.

-Si desea trabajar a las órdenes de Marginy deberá de acatar ciertas normas-comenzó a caminar hacia uno de los laterales, en la misma dirección en la que el resto de compañeros había desaparecido-ante la corte se han de mostrarunas estrictas normas de higiene y comportamiento: deberá susurrar, como en este caso, al hablar con sus compañeros,mostrar un lenguaje cu...

Con un oído pegado al seminario de conducta, una lengua repleta de "entendidos" , "por supuestos" y repeticiones de la última frase escuchada* Húmedo observaba los detalles. Tanto en el gran vestíbulo como en el anexo de ascensores al que acababan de entrar estaban rodeados por corros, cuyos miembros vestían con excesiva pomposidad.

-...y deberá entonces realizar una reverencia, colocando el pie izquierdo a diez centímetros del derecho...

-Entendido.

La masa de cuchicheo por metro cuadrado era tan elevada que sus ecos alcanzaban las bóvedas, hundiendo en el olvido la música. La rejilla dorada del montacargas se abrió y un botones, de chaqueta igualmente dorada, les preguntó por el piso: barracones fue la respuesta del capitán emplumado, que continuó la charla.

-...salvo si su turno de guardia especifica lo contrario, el resto de ascensores y plantas quedan fuera de los límites permitidos....

-Fuera de los límites, entendido.

-Cuarta planta-anunció el botones-barracones.

-El comedor a la izquierda, la zona de ocio al final del pasillo,junto a la armería-torcieron a la derecha, los guardias con los que se cruzaban saludaban a su superior-habitación B23, litera y armario derechos, sigua los carteles para encontrar el baño, se le darán sus turnos de guardia en el desayuno, descanse señor Húmedo.

-A la orden capitán- se despidió con un saludo y atravesó el pasillo, alcanzado la puerta de su habitación y la oscuridad de su interior. Dos camas al otro lado de la misma, en una de ellas un amasijo de sábanas y respiraciones pausadas. Captó su atención el armario con su nombre, en su interior encontró una idea con forma de toalla y un par de chanclas** Sin interrumpir el sueño de su compañero cerró la puerta y buscó las duchas al final del pasillo, donde la silueta de una sirena trazada sobre la puerta no dejaba duda alguna.
Humedad, baldosas y vapor le aguardaban, así como un mercenario humedecido y semidesnudo, al que reconoció de la comitiva.

-¿Limpiando los restos de aduana?

-Vaya que si,tercera ducha que me pego y aún tengo ceniza hasta en el culo-respondió el otro, recogiendo sus cosas y pasando a su lado-pero un segundo más bajo el agua y acabare como "el trapo"...en fin, suerte.

-Lo mismo digo-duchas individuales y con cerrojo, pensó tras ver como el mercenario cerraba la puerta, justo lo que necesitaba. Comprobó que estaba solo y que la ventana se podía abrir desde dentro. Se metió entonces en el segundo habitáculo más cercana a la misma y atrancó la puerta, colgando el sombrero en la percha, guardando la barba en su interior y los zapatos junto a la banqueta. Con el sombrero, la barba y los zapatos en su sitio giró la manivela y dejó el agua caliente correr, inundar la estancia de vapor y dar el último toque a su "tapadera"
Saltó la mampara de mármol y comprobó, pese a que no había oído la puerta, que nadie había entrado en los baños: vapor y vaho en los espejos únicamente. Seguidamente abrió la ventana y se apoyó en el alféizar,dejando el cristal entreabierto.
La noche le recibió con sal en el aire y la tenue luz de la madrugada. Hubana a los pies de la colina y el haz del faro sobre su cabeza. metros y metros de caída, aderezados con cornisas, banderas y focos. Más al supuesto Húmedo le interesaban las alturas, aquellas donde los balcones, torreones y gárgolas apuntan la estancias más lujosas, y por tanto más cercanas a las de Marginy. Por ello trepó y saltó sobre el vacío, evitando las grandes cristaleras iluminadas y los balcones de discusiones abiertas y fumadores distraídos*** No así uno de los más elevados, con las puertas abiertas y nadie apoyado en la barandilla, la música y la conversación quedaban en los inferiores. Cuando puso un calcetín sobre el mismo solo descubrió el cadáver de una paloma medio calva y rodeada de plumas.

Dejando a un lado su curiosidad, el supuesto Húmedo traspasó la puerta a un pabellón de cortinas y estatuas, de soledad amenazada por el eco de unos pasos. Se escondió entre el dorado de las cortinas y el frió de la piedra, tras una de las estatuas para evitar el bulto revelador. Al eco de los pasos le acompañaba el tintineo de los vasos, un camarero ¿pero de camino a donde? ¿las cocinas, un banquete, o el encuentro privado? un vistazo y la respuesta fue clara, pues los vasos y platos sobre la bandeja estaban vacíos.

Decidió seguirlo al abrigo de las cortinas, hasta que las mismas dejaron paso a la madera y su refugio fue la paciencia entre esquinas. Un barullo aguardaba a los pasos del camarero, uno de platos en fregaderos y botellas en hielo:

-...mo si nada, como la sosería de las estatuas del vestíbulo ¡me pone de los nervios! ¿cuantas orgías llevan este mes? ¿diez, quince,veinte?

-justo, y ya podrían limpiarlo ellos ¡pero no! todo pringoso, pegajoso-el camarero al que había seguido colocó la bandeja en una mesa invisible para el borde de la esquina-pero aquí el amigo se libra, asignado nada más y nada menos que a las habitaciones privadas de nuestro señor.

-Calla, calla, si yo os contara...-se arremolinaron, con las orejas atentas y las miradas centradas ninguno se dio cuenta de que una quinta figura se había ocultado tras el marco de la puerta-parece que el Invitado no está muy contento con el señor por todo el asunto de la aduana...

-Ya me comentó Rikky, el edificio en ruinas y el dinero, la artista, la obra y los ladrones a la fuga.

-Y el señor lo estará menos, ya veréis, en una semana vajilla nueva...

-Shhh,dejarle hablar ¿Qué más has escuchado?

-Oh, aquí viene lo interesante-el camarero se regodeó en su momento de gloria-el Invitado no está disgustado por la pérdida del dinero, la artista o la obra. Sino porque el señor no pudo acabar con los ladrones.





*(digna de todo marido que se precie)

**(en ambas se había bordado la M,por si quedaba duda)

***(o amantes juguetones, muy MUY distraídos)
[/quote]
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada XII-Hubana VIII: al deber-camuflado-entre queso y vino-distracción de peso-majestuosa busqueda-hombros sin lengua-pese a la sal y el pan...
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-¿Seguro que son unos simples ladrones? ¿Te dijo Rikky como se llamaban?

-Era un nombre muy raro, como olfryt o algo asi, pero lo que me dijo es que iban todos semidesnudos, incluso....-le interrumpió una campanilla,seguida de otras dos-ya están pidiendo, os cuento despues.

-¡oh,vamos!

-Mejor no hacerles esperar.

Separaron las sillas y volvieron a los utensilios. Y esto fue lo último que Húmedo escuchó antes de colarse en la puerta,con una placa que rezaba "vestuario", más cercana. Silencioso y vacío, poca atención prestó a las taquillas y los bancos. Interesado por la pila de uniformes de camareros se apropió de uno de ellos y volvió al pasillo sin ser detectado. Desandando el camino,buscando las habitaciones de Marginy. Y viéndose interrumpido, nuevamente, por un eco que en poco tiempo sería cercano.

¡Quesón! ¡Quesón! ¡Quesón!
¡Quesón del naturaaal!
¡Quesón pa´tí!
¡Quesón pa´mi!
¡Quesón pa´celebraaaaar!

Al alcanzar el cruce de pasillos acortinados fue cuando descubrió la causa de tal melodía: una conga de togas empapadas y desgarradas, de voces roncas y copas salpicadores, de algunos cuchillos repletos de queso en ciertas manos y alguna que otra sandalia perdida en ciertos pies.


¡Vino!
¡Dulzor querido!
¡picoooooooor divino!
¿picooor?
¡Licor! ¡Licor!¡Licor!
Un centenar de pies izquierdos aterrizaron sobre la moqueta, levantaron el polvo y los ánimos. Carcajeaban y cantaban por igual. Les lideraba un mimo de mejillas poco blancas y ojos aún menos inocentes, cuyas manos enguantadas marcaban el ritmo. Húmedo fue pescado por un devorador de antorchas y una antifaz con una mujer detrás, muy afrutado el asunto. Encadenado por las manos de la mujer y a la cadera del escupefuegos descubrió con alivio que la conga desfilaba en su misma dirección*, dándole el camuflaje perfecto y permitiéndole observar** las grandes salas, que por su "sencilla" opulencia*** y falta de suprema grandeza en el símbolo de Marginy quedaban descartadas.

Tres pisos de jarrones rotos, pegotes de queso en las paredes y lluvia de vino y licores hicieron falta para que un capitán de la guardia hiciera acto de presencia.

-¡Ilustrísimas! ¡ compórtense o me veré obligado a recordarles la fragilidad de sus privilegios ante nuestro señor!-un tono de reproche, digno de una madre cabreada por los ruiditos de sus hijos-a causa de los sucesos de esta misma noche su majestuosidad desea reposo ¡debería avergonzarles tal comportamiento por ello!

¡Bingo! pensó Húmedo, escabulléndose al instante entre la multitud compungida y sonrojada, poniéndole la zancadilla a uno de los cortesanos más orondos, provocando su caída para horror de aquellos dos escalones más abajo. Le sorprendió la ausencia de una estampida inmediata, de los guardias, para salvar al conde de los últimos escalones. Alzó la mirada en busca de una respuesta, y la solución no fue otra que los labios apretujados del capitán, intentando aguantar la risa, antes de hacer lo que se esperaba de él.

-¡Marques Frullé! ¡Marques Frullé!-gritaron el resto de la comitiva, algunos de ellos aguantando la carcajada, con pocas ganas.

Pese a que no había sido de la forma esperada, los guardias y los cortesanos estaban distraídos, y no le fue difícil colarse tras ellos hacia las estancias superiores.Donde el símbolo de Marginy le aguardaba en cada pared, techo, suelo, marmoleo cuerpo musculoso y óleo de paradisiaca estampa. Se vio forzado a retroceder y buscar otro camino a causa de las rondas de los guardias, pero alcanzó su objetivo sin más sobresaltos que la repentina aparición del mimo con dos botellas. Aparición en el que se sostuvieron las miradas:

-Por el interés te quiero Andres ¿eh?

-...-lógicamente, no salió palabra alguna de los sus labios. Pero si que se encogió de hombros y sonrió de oreja a oreja antes colar la pierna por la ventana más cercana, seguida del resto de su cuerpo.

-Mimos....-Húmedo se dispuso para un nuevo empache de iconografía de Marginy, más solo le hizo falta aguzar el oído y seguir la orquesta de vajillas rotas y los cuadros que habían sido agujereados a puñetazos.

-Se atreve a reprocharnos, a acusarnos del fracaso, a señalarnos como culpables-de espaldas, pero de carne, hueso y peluquín, abrigado por un albornoz incapaz de desentonar en tales estancias. Sujetaba en la mano izquierda una botella, mientras que con la derecha arremetía contra todo aquello que estuviera a su alcance-intenta avergonzarnos,que la creamos superior a nuestra persona-un jarrón salió volando-pero somos más ingeniosos, más capaces-un perro acuarelado se quedó sin rabo-se lo demostraremos, le demostraremos a nuestro invitado la grandeza que hemos levantado, lo fascinaremos, y entonces lo ahogaremos con estas manos, y lo último que verá será su fracaso...


*(con algún que otro rodeo por el camino)

**(pero no escuchar, debido a tan...armoniosa melodía)

***(fuentes con unicornios de rojo puro, salvo su cuerno de diamante. Chimeneas de mármol, talladas sus campanas con escenas de paraísos sin descubrir o gloriosas batallas. Salones acristalados y rodeados de acuarios con peces exóticos, o frondosos jardines plagados de fauna de tierras lejanas. Cuanto más subían, más exuberante la parafernalia, y el dorado)
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada XIII-Hubana IX: sabanas fuera-resaca sin vino-la ronda postal-mensajeros de la Bella-agujeros-y sin cita prévia.

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-¡Es un nuevo día!-su sueño, su plácido, calmado y cómodo sueño fue destripado, sin contemplación alguna, por la voz enla megafonía-¡En pie y en marcha!¡recuerden, quien pierde el tiempo pierde la paga!

Húmedo abrió los ojos, horrorizado, e intentó hundir la cara en la almohada, pero aquella voz desgarradora seguía clamando por su tiempo.

-¡Son las ocho de la mañana, cambio de turno!¡ dia soleado y con vientos del este, con temperaturas altas, pero posibilidad de tormenta desde el Este al final de la semana!

Escuchó a su compañero levantarse y rumiar por su sueño perdido, por lo que se obligó a seguir su ejemplo y calzarse para alcanzar su armario. Tras un intercambio de bostezos y palabras interrumpidas por las legañas caminaron juntos hacia el comedor. Húmedo sentía en los músculos el recuerdo de la noche pasa, cada gárgola y repisa en la que se había apoyado. Su cabeza no hacia mas que darle vueltas a lo que había descubierto, y al hecho de cómo se lo diría a los suyos. Saboreo la fruta, el pan y la leche de la misma forma que había saboreado el olor del vino y el queso, de refilón. Esperó a las órdenes para decidir su siguiente paso, surgió entonces su nombre de los labios de un capitán emplumado, junto con otros tanto.

-Guardia en el puerto-resumió su mañana el capitán- hay que buscar a los ladrones de la aduana, aquí tenéis sus carteles de búsqueda y un boceto del barco ¡en marcha!

Y así surgió su oportunidad, saliendo de la mansión sin artimaña alguna. Atusándose con una mano la barba, y con la otra la porra enfundada, las mangas remangadas y la compañía de Rikky y el resto de mercenarios.

La ciudad enjuagaba su rostro adoquinado, descansando las rejas de sus locales como si de párpados se tratasen, dispuestos a alzarse ante el menor susurro o movimiento de turistas, inundaba sus calles el aroma del café y el chocolate, del pan recién hecho y el sempiterno suspiro de brisa marina. Frente a ellos, sobre los tejados y las copas de las palmeras, despuntaba la humareda de la aduana.

-No creo que los encontremos-Rikky se colocó a su lado, con las manos en los bolsillos y el sombrero ladeado-si no han dado con este pedazo de mascarón en toda la noche, no lo vamos a hacer nosotros.

-¿Y una cala secreta?

-La única "cala secreta" de Hubana es la privada de Gran M-se quedó pensativo-en el archipiélago es otra cosa, al oeste de Santa Monique las islas parecen quesos de grouller, pero ahí también están los nuestros.

-Parecen el escondite ideal para contrabandistas.

-Ya nos libramos de ellos hace tiempo, ahora solo está el almacén

-¿EL almacén? ¿No guarda las obras en la mansión?

-No ese tipo de "obras"-Rikky desvió la mirada-ya lo descubrirás cuando te toque.

La avenida dio al paseo marítimo del Sur, y en él patearon la mañana entre sus chiringuitos,callejones,almacenes y muelles. A las órdenes del capitán emplumado registraron los barcos que arribaban o zarpaban desde el mismo. Fue en el segundo descanso,momento en el que aprovecharon para refrescar el gaznate en el Dulcinea, cuando pudo entregar la carta a su contacto.

-Santa Carlota-Suspiró Rikky, que compartía mesa con Húmedo y otros mercenarios, alzando su cerveza y señalando con la mirada a una de tantas turistas, cuyos bikinis comenzaban a poblar el paseo- una Bella en la mano, pero quien tuviera a esa entre los dedos.

-Salud-respondió Húmedo junto al resto, aunque sin entender la estruendosa carcajada que siguió a aquella respuesta. Continuaron la rondas hasta las tres, y tal y como había predicho Rikky, no encontraron rastro alguno. Regresaban pues a la mansión en agarrotada condición, para encontrarse con otra tarea entre manos. Y nada más y nada menos que bajo las órdenes de la ayudante de Marginy.

-Señorita Maria-el capitán emplumado realizó una reverencia, a la que le siguieron la del resto de subordinados-a su servicio.

-Capitán, sus hombres escoltarán el primer envío de la semana, embarcadero diecisiete-le entregó una nota del portapapeles-esta es la clave.

-Entendido-respondió, y ordenó al instante: Húmedo y el resto de mercenarios montaron en tres carromatos a motor* cargadas sus partes traseras con cajas rectangulares de madera y con el logotipo y nombre de "Bella Durmiente" en su parte superior.

-No me fastidies ¿M...el señor es el propietario de la Bella?-preguntó Húmedo, extrañándose por la forma inusual de las cajas, y la falta del tintineo de las botellas por el traqueteo de los adoquines.

-Toda Hubana es su propiedad y todo lo que en ella ocurre llega a sus oídos-le sonrió Rikky, de una forma que provocó inquietud en la barba falsa de Húmedo-el señor esta en todo lo que de dinero en Hubana, así de sencillo.

El embarcadero diecisiete se encontraba en el puerto del Oeste. Y resultaba ser tan inusual como las cajas que transportaban, pues se trataba de un alargado pabellón cuya mitad más alejada colgaba sobre las aguas, aislado de turistas y marineros por el muro que delimitaba aquella zona del puerto como propiedad de “la fundación Marginy”. Y, por si la placa no era lo suficientemente clara, los sombreros de copa alta guardaban entradas y recovecos. En su interior se hallaba amarrada una barcaza repleta de cajas de "Bella Durmiente".
Se entregó la clave y se transportaron desde los carros a la barcaza entre resoplidos y aromas de sudores. Húmedo sintió a su inquietud crecer cuando descubrió los agujeros en los laterales de las cajas, exactamente los mismos que se abrían en los contenedores de animales, y que permitían respirar a la bestia. Le llego entonces el sudor frío al deducir que,además, tenían la longitud justa para que una persona pudiera entrar dentro. Pero no hizo preguntas, descargó la última de ellas y montó en el carro con el resto, frente a frente con Rikky. Le palmeó entonces el hombro el capitán emplumado:

-Señor Húmedo, la señorita Maria desea verlo en cuanto lleguemos.



*(Marginy siempre invertía en lo mejor de lo mejor, y en este caso eso significa avances tecnológicos que solo se pueden obtener en el tramo final de la Gran Ruta Marina o el Nuevo mundo: transportes motorizados que funcionan a base de electricidad ¡alegraos, protectoras de animales!)
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada XIV-Hubana X: toque de mujer-de los pelos-negocios entre sabanas-paredes con oido-el terror aereo.
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Miedo en el estómago, incertidumbre en los pies, planes de huida en la cabeza, pero desconcierto en la mirada ¿La secretaria, la segunda de abordo de Marginy verlo a él?

-¿A mi?

-Los hay que tienen suerte...-Rikky había perdido la sonrisa y se había llevado el sombrero al pecho, gesto que imitaron el resto de mercenarios.

-Eso depende del para qué...

-Vamos hombre, mujer poderosa, prácticamente dueña de una isla, casi tan orgullosa como su jefe, y malcriada cual noble mundial-en esta última afirmación Rikky y el resto de mercenarios habían acercado sus cabezas a la suya.

Cuando la sombra de la mansión cubrió los carros, él se debatía entre la preocupación de haber sido descubierto, o el ramalazo instintivo de todo hombre ante el "deseo" femenino. Al ser conducido por el gran vestíbulo hacia el dorado ascensor principal se aseguraba de que la porra seguía en su sitio. Al escuchar el timbrazo que avisaba de que habían llegado a su piso recordaba los meses de instrucción, agrupando con la memoria todos los trucos que le podían ser útiles en aquel momento.

Pero lo que el hombre sentía, tras una barba llamada Húmedo, era adrenalina al recorrer el pasillo,rodeado del cuchicheo de dos botones y un par de sirvientas, se plantó frente a la puerta, alzo el puño y se dispuso a llamar. El caso es que la puerta se había entreabierto, y una mano de uñas verde tiró de él hacia el interior, para después cerrar la susodicha puerta.
Y ahí estaba él, estampado contra una encimera frente a la secretaría de Marginy en camisón, cuyas curvas bajo la fina seda de la prenda parecían descartar una de las hipótesis.
Se puso en pie como pudo, dispuesto a mantener las formas, pero la mujer le atrapó por los tirantes y la barba, lanzándole hacia la cama y arrancándole de cuajo esta última. Húmedo gritó e intentó alcanzar la parro, movimiento que la mujer descartó de un manotazo, saltando sobre su pecho:

-¡Seduceme!-grito, con cierto deseo, para después susurra, con una voz escasamente femenina, tirando de su mejilla y arrancándose una copiosa máscara de maquillaje-mira chaval, estamos en el mismo campo, así que vamos a hablar bajito

-¿Al-almirante Crusta?-respondió el hombre que se hacía llamar Húmedo.

-Hacía tiempo que no me llamaban almirante-tras lo que añadió un par de suspiros y sofocos-hay que mantener el teatrillo, que los sirvientes son muy de pegar la oreja a la pared.

Y Húmedo comenzó a gemir, y a ser abofeteado por Crusta, que se lo explicó al instante:

-Lo siento muchacho, era algo que a la mujer le encantaba.

-Ya...¿cómo...?¿dónde...?

-El mimo- soltó un par de gemidos bastante altos, alguna bofetada más-nadie habla con un mimo, un par de botellas y una caja de Bella Durmiente que navegara hasta quien sabe donde*, pero al grano, vosotros,tus jefazos de la marina, quieren al Invitado y nosotros a Marginy, trabajo en equipo.

-¿Al Invitado?-Húmedo suspiró con más fuerza, le arreó una patada a la mesilla, cambiaron posiciones.

-Si, el que le ha estado soltando un par de nombres a los que sobornar-Crusta abofeteó,agarró con las dos manos la cabecera y la estrelló varias veces contra la pared.

-Tienes el libro de las cuentas-susurró Húmedo antes de soltar un rugido.

-No te adelantes chaval, primero hablaremos dé negocios.

...

Se abrió la puerta de la habitación y Húmedo saltó fuera, con la barba puesta pero la ropa entre los brazos. Crusta le guiñó un ojo bajo la máscara de maquillaje que era Maria antes de cerrarle la puerta en las narices y agarrar la botella más cercana del minibar. Resultó que la tarde no había terminado ahí, como demostraron las ventanas al abrirse de par en par y escupir una gaviota medio desplumada a la habitación.

-Otra vez no-susurró Crusta-las gaviotas se quedan fuera.

El pianito respondió con un tecleo frenético, orgulloso y un par de plumas que se le escaparon de la tapa.

-Da igual, tengo un mensaje para McFly, y este hay que entregarlo rapidito.



*
(la clave del asunto es la aparición de Crusta tal y como vino al mundo, cubiertas sus partes con dos botellas, frente a la puerta de la tal señorita. Todo esto tras escuchar que la dama en cuestión era muy propensa a dichos encuentros. Después ocupó su lugar y se encargó de meter el cuerpo en una de las cajas que el grupo del capitán emplumado llevaría al puerto, y del puerto quien sabe...)

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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

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Entrada XV-Hubana XI: una brisa curiosa-rodajas con consejo-y rizos sin ellos-preocupaciones-y un silencio-un brindis sin sake.
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Soplaban desde el Este vientos de tormentas,salados por el mar y húmedos por algunas gotas de lluvias. Bordeaba los acantilados y agitaba las palmeras. Hacía suyo el orgullo con el que ondeaba la bandera de Ølgryft en lo más alto del Angry Franxo, la ceniza del cigarrillo de Kate y el frescor de las pantorrillas de Merla.

Marty observaba la escena mientras bajaba por las escaleras hacia la cubierta principal: Merla cortaba en rodajas algunas naranjas, pasándolas por la sartén antes de bañarlas en aceite y colocarlas en varios platos. Pese a que de ombligo para abajo le cubría la barra, el hecho de que su única prenda fuera un mandil dejaba bastante clara su desnudez.

-Viene fresquete el viento ¿eh, capi?

-Normal,normal-Marty contó mentalmente los platos y vió como Merla se tragaba una naranja entera-veo que no podías resistirte.

-Bah, un pequeño entrante, ya veras, un par de naranjas al aceite y haré hueco para el picoteo de media mañana. Este es el tuyo y el de mi afro-señaló con el cuchillo a Girts-pero para esa nada ¡con la comida no se juega!

-Se supone que es nuestra invitada.

-Cuatro lágrimas y como de la familia...-Merla peló otra naranja y se la llevó a la boca-me gusta dormir tranquilo,gracias.

-Solo te pido que la próxima vez que se te ocurra alguna idea de esas,primero lo consultes con la banda-Marty cogió los platos y le echó una mirada a Merla-tienen una pinta excelente.


Sobre el castillo de proa, y a los mandos del timón, Anty era cuestionado sobre temas capilares por Girts.

-¿Ninguna espuma? ¿Totalmente natural?

-Así es señorita, lo único que puedo hacer es cortarlo. Me temo que no puedo recomendarle producto o método alguno.

-Oh,no te preocupes,así es más interesante- sonrió,de una forma casi imperceptible, Girts. Sonrisa que se transformó en una mueca de rechazo al ver los platos que portaba Marty-¡No pienso comer nada que haya pasado por las manos de ese,ese...!

-Merla no le ha puesto nada a las naranjas, la comida para él es sagrada-Marty le ofreció el plato.

-No pienso...-su estómago dejó escapar un pequeño rugido.

-Te pido que,a través de mí, confíes en él.

Girts lo miró, dubitativa, y atrapó el tenedor y la primera rodaja.

-¿cómo está Kate? Osea ¿se acuerda?-saboreaba el jugo tras las mejillas.

-Se acuerda de lo importante, lo que falta es saber cómo acabaste con Marginy.

-Me tengo que pegar una ducha antes, tengo el pelo hecho polvo, y la ropa me huele a hollín,polvo y sudor ¡me siento sucia! Y no os lo tomeis a mal pero no me fio de vuestras sábanas.Necesito una ducha, de verdad os lo digo, una ducha...

-Tercera cubierta de popa,lado derecho-Marty sonríe y señala-las toallas están sin estrenar, puedes confiar en mi.

Girts salió disparada,admirando el archipiélago tras la cubierta,justo al lado contrario de Merla y su mandil. Marty y Anty volvieron a centrar su atención en el timón.

-Muy maja la mujer capitán.

-Y coqueta ¿alguna señal de Marginy?

-Nada desde que perdimos a la patrullera al pasar La Canija * , pero podríamos encontrarlos en el siguiente canal, y se acerca tormenta

-Le diré a Merla que vigile desde popa, yo me encargo del puesto de vigía-Il Capitano alzó la vista hacia el gris de unas nubes cada vez más cercanas-ya nos encargaremos de la tormenta cuando llegue.

-Marty-frunció los labios Antybulty-me alegro de que funcionara.

-Lo mismo digo Anty, lo mismo digo

En el baño de mujeres del Angry Franxo Girts, al entrar en busca de las toallas, se dio de bruces con kate. Las dos antiguas camaradas, compañeras de aventuras, y desconocidas por el paso del tiempo se miraron. Con la oscuridad de la noche, la amnesia y el miedo a ser atrapadas desaparecidos, se detuvieron en cada cicatriz, ojera, magulladura o arruga que delataba el paso de un tiempo que no compartieron y que instigaba dudas sobre la persona que tenían delante.

Después...

Después se abrazaron en silencio, y en silencio se saludaron, compartieron la pena, el alivio y el suspiro del reencuentro,apartando la duda por el momento. Así permanecieron hasta el primer cañonazo, el grito de Anty y el cambio de rumbo, apartaron entonces la cortina para encontrarse a Marty McFly con el bokuto desenvainado. Con un movimiento rápido lo colocó sobre el hombro izquierdo de girts.

A sus espaldas resonaban los cañonazos.

-Girts, artista y navegante ¿deseas unirte a Ølfgryt?-solemnidad en sus palabras, fuerza en el mango de su bakuto, olor a pólvora en el aire, aderezado por los cañonazos-¿a ser una con la tripulación?

-Yo...-buscó la mano de kate, la encontró, y sintió el apretón-¡Estoy dispuesta!

-Demuéstralo pues-Marty apartó el bokuto. Y Girts sintió como alguien la empujaba y la cargaba al hombro, un hombro corpulento.

Merla, con la mujer que quería ser una con la banda sobre el hombro,la pala en la mano y la chaqueta al viento, saltó por la borda.




*(La Canija,como su nombre indica,es la más pequeña de las islas del archipiélago al Este de Hubana,sin embargo su posición al comienzo de los canales que forman el archipiélago la rodea de corrientes de gran fuerza,perfectas para perder a tu perseguidor)
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Takagi
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

Mensaje por Takagi »

Tilver escribió:Vuelvo a la carga, Con un par de entradas bajo el sobaco (en caso de que el tiempo o la mala costumbre vuelvan a adormilarme) y un par de cambios en el diseño del tema: carátulas para el inicio de tramas, índice y nueva sección "Anteriormente en la Bitácora"Lo que me lleva a los narrativos las últimas dos entradas, es decir, todo lo referente a Hubana desaparecen recolocaré algún trozo de ellas, pero en la línea de la historia nunca han sucedido: la banda desembarca en la isla, por primera vez, con la siguiente entrada
Dicho esto, solo me queda decir que lamento haber dejado la historia a medias, y a seguir escribiendo.
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Entrada V-Hubana I: sobre el escenario-la ciudad que palpita-afónicos futuros-tocado por el desconcierto-de la A a la M-viejos conocidos-chispas.
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Bailaban sobre el escenario. Se acompañaban los unos a las otras. Se perseguían ,saltaban entre el ritmo y los acordes temblaban los unos y se regocijaban las otras. Sus dedos y sus voces hacían suya la noche. El público reía, aplaudía y bebía. Agradecía lo bueno y vitoreaba lo mejor. La moza abofeteaba a los de manos largas e incluso, junto al que guardaba la barra, acompañaba entre dientes:

“No hay ni una, ni dos, ni tres”

“sino la cuarta, que va a la vez”

“Danza, brinca, corre...”

“¡espanta!”

“¡Que esta noche te dan calabazas!




El desconcierto había desaparecido, la zambomba competía con la batería. Antybulty soplaba el arpa de boca, rojo como un tomate. La voz de kate tiraba del piano corbata, armonizando aquello que nadie soñaría con armonizar. La banda disfrutaba de su primer bolo, el publico también. La cosa marchaba.
Avanzó la noche, una hora: se escucharon aplausos, silbidos, gritos y alguna jarra caída. Las puertas de un balcón se abrieron, los cinco se reunieron a la luz de la luna, sobre las calles de vividores y ante su parte por lo tocado.

Hubana era un hervidero. La ciudad se ahogaba en multitudes de viajeros. Sus calles adoquinadas, rodeadas de las características casas de paredes blancas, contraventanas y puertas azuladas, soportaban turistas, comerciantes, ladrones y marines tanto como el calor.En el mercado del puerto se podía encontrar todo aquellos que el Mar del Sur ofrecía. Y algunas maravillas que llegaban desde la Gran Ruta Marina. Los casinos y prostíbulos eran tan abundantes como las gaviotas y las timbas ilegales. Más destacaba, a lo largo del paseo marítimo, la muralla de garitos, pubs y sótanos de vinos que exhalaban humo y ritmo a la calle. Es el balcón del "Dulcinea" el que acoge a la tripulación.


-Noventa por cabeza-Marty guarda los billetes en el maletín-junto con las copas y la cena.

-Por mi ombligo que diría que nos han timado, más de uno se ha quedado afonico por esos noventa.

-Es nuestro primer directo Merlita.

-Ya veras como se van añadiendo ceros, subimos un par de divisiones y el barco se nos quedará pequeño.

-¡No me toques el barco!

-Para tanto billete Merla, para tanto billete.

-Si conseguimos un buen precio por el botín tendremos más que suficiente. Siempre que el comprador de McFly no nos la juegue.

-Vamos Kate,Alvidiery no es un traficante o un usurero, cierto que tiene problemas en el juego-la sardinilla torcio el gesto-pero es el mejor en su campo, y estamos hablando del museo de arte contemporáneo de Hubana-prosiguió el capitán, al ver que la mueca no desaparecía del rostro de Kate-tendremos a Merla y Anty cubriendo los callejones.

-Todos los hombres son escoria.

-¡Esas cosas no se dicen con un afro delante!



Pasó la noche, brillo la luna en los vasos y su contenido. Le siguió el dia, y el crepúsculo acordado para el encuentro.
Un almacén, una vieja gloria del muelle sur: de madera carcomida por el salitre y paredes descoloridas. Atestiguaba el paso del tiempo con sus cristales polvorientos y un letrero falto de vocales. En la compuerta de la nave una placa de latón rezaba “Propiedad del museo de las artes de Hubana. Casa de las aduanas desde 1154 hasta 1182”

Antybulty tenía un ángulo de visión perfecto de las fachadas norte y este. Tres eran las ventanas que le permitían guardar el despacho interior, el lugar del encuentro. Con un rifle entre las manos,y dos a su lado para evitar la demora de la recarga, le susurró a su afro:

-En posición capitán-el pequeño caracol que se escondía en aquella mata de pelo transmitió el mensaje a su gemelo, escondido en el cuello de Marty

-Recibido.

Oculto por la sombra del edificio, tumbado frentea la cornisa y atento a cualquier movimiento, grande fue la sorpresa al escuchar una voz a su espalda. Y la mano de alguien en el cuello antes de poder girarse.

-No me gustan las interrupciones muchacho,el destino es muy protector con sus asuntos- y Antybulty, que hacía escasos días había descubierto el don del hipnotismo, sintió la necesidad de agudizar el oído y observar a sus camaradas, dejando el fusil a un lado.

Lo inesperado también reinaba en el despacho del que Anty y el extraño eran público. Donde McFly esperaba la delgadez de Aldiviery, aparecía un cuerpo robusto cual tonel y de barba cuadrada.Cubiertos los hombros de aquel gigante por una capa, su tonelaje por una chaqueta y un pañuelo al cuello.Sorprendía por su dentadura, completa y centelleante, así como la melena plateada que apuntaba a las maneras de un peluquin, y el monóculo pintado sobre su ojo derecho.

-Que incomoda me resulta su tensión señorías-comentó al ver que kate le apuntaba con el tridente,que Crusta separaba la espalda de la pared, y que Marty palmeaba cierta empuñadura. Con el caminar de un monarca alcanzó el escritorio, dispuesto en el centro del despacho, y ocupó una de las tres sillas, apoyando las manos en el bastón-que indecoroso ¡aquí soy yo el primer sorprendido! ¡Fauss! ¡Fauss!

El grito no fue necesario, antes de que aquel hombre se sentara otra sorpresa atravesaba el marco de la puerta: de piel café y rastas tras las orejas, el guardaespaldas conocido como Fauss ajustaba los gemelos de su chaqueta con pomposidad. Le acompañaban golems de chaquetas negras y mandíbulas cuadradas. Cuatro en total.

-¿Ves como yo, mi querido Fauss, las malas maneras? No nos encontramos ante la escoria prometida, no nos son desconocidos estos descarados ¡únicamente esa cosa desnu...!

-Marginy-respondió Marty-contened vuestras palabras hacia los míos y respondedme ¿Qué ha sido de Alvidiery?

-Ah, el buen McFly, el más sensato, todo lo contrario a aquella bestia emperillada de sombrero ridiculo-acariciándose la barba el hombre respondió-el conservador pagó una deuda con un favor, y aquí estamos, mi obra, yo, y unos entrometidos.

-Veo una solución sencilla-Crusta sonreía y numeraba, tras sus gafas de sol, las armas en la habitación- El dinero y cada uno por su lado.

-Siendo mio el cuadro, ya lo adquirí una vez ¿y se me demanda una segunda inversión? ¿cómo es esto posible?

-Recuperarlo y transportarlo también fue una inversión para nosotros.

-¿Transportarlo? ¿en un bajel capacitado? ¿en una bodega digna de tal valor? Permitidme dudar, vagabundos de playa pareceis.

-El dinero-kate estrujó el paquete rectangular de tela que, hasta ese momento, había estado apoyado en el reloj de torre. Una uña rasgó, el gemido lo escucharon todos los presentes.Marginy apretó los dientes-o no habrá cuadro.

Fauss, ante un gesto de su jefe, se asomó al pasillo. Cuando volvió le acompañaba una mujer de melena castaña. Delgada, la camisa de tela dejaba a la vista caderas y ombligo. Remarcaban sus piernas unos leggins tan azulados como sus ojos, y todo lo rodeaba una bufanda a cuadros. De aquella bufanda colgaba un maletín.

Al mismo tiempo, en el callejón que daba a la entrada de las mercancías, Merla masticaba, en silencio. Cubierto por las sombras de un farol convenientemente torcido escuchaba la vocecilla del caracolofono de su bolsillo,el pianito adormilado en su hombro:

-Mi ayudante valorará si he de temer una mentira, o es mi cuadro lo que realmente oculta esa tela.


Esperando la palabra clave ,para entrar en el edificio via pared, percibió un destello por el rabillo del ojo. Gritaban, en punta, los pelos de su brazo. Una silueta se dibujaba al final de la calleja. Algo cilíndrico rebotó desde las alturas.
Y al mundo, de ladrillo, oscuridad y suciedad, lo consumió el fuego.
Pero qué maravilla de imagen, usa tus talentos de maquetación para VP también maldito jajajaja.
Supone una tremenda gozada leerte de nuevo Comadreja, más aún cuando tienes unos personajes tan interesantes y bellos. Sigo envidiando lo bien que ambientas tu historia. Mira que lo he intentado, pero no habrá mejor representación de lo que me gustaría representar que la que tú consigues. Por no hablar de la química y parecido del resto de la banda. Lo he dicho siempre, pero es que sigues luciéndote.

Y... Paso de página y hay mil entradas más, pero qué nivel maldito xD. Ahora los leo ^^.
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Tilver
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

Mensaje por Tilver »

Takagi escribió:
Tilver escribió:Vuelvo a la carga, Con un par de entradas bajo el sobaco (en caso de que el tiempo o la mala costumbre vuelvan a adormilarme) y un par de cambios en el diseño del tema: carátulas para el inicio de tramas, índice y nueva sección "Anteriormente en la Bitácora"Lo que me lleva a los narrativos las últimas dos entradas, es decir, todo lo referente a Hubana desaparecen recolocaré algún trozo de ellas, pero en la línea de la historia nunca han sucedido: la banda desembarca en la isla, por primera vez, con la siguiente entrada
Dicho esto, solo me queda decir que lamento haber dejado la historia a medias, y a seguir escribiendo.
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Entrada V-Hubana I: sobre el escenario-la ciudad que palpita-afónicos futuros-tocado por el desconcierto-de la A a la M-viejos conocidos-chispas.
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Bailaban sobre el escenario. Se acompañaban los unos a las otras. Se perseguían ,saltaban entre el ritmo y los acordes temblaban los unos y se regocijaban las otras. Sus dedos y sus voces hacían suya la noche. El público reía, aplaudía y bebía. Agradecía lo bueno y vitoreaba lo mejor. La moza abofeteaba a los de manos largas e incluso, junto al que guardaba la barra, acompañaba entre dientes:

“No hay ni una, ni dos, ni tres”

“sino la cuarta, que va a la vez”

“Danza, brinca, corre...”

“¡espanta!”

“¡Que esta noche te dan calabazas!




El desconcierto había desaparecido, la zambomba competía con la batería. Antybulty soplaba el arpa de boca, rojo como un tomate. La voz de kate tiraba del piano corbata, armonizando aquello que nadie soñaría con armonizar. La banda disfrutaba de su primer bolo, el publico también. La cosa marchaba.
Avanzó la noche, una hora: se escucharon aplausos, silbidos, gritos y alguna jarra caída. Las puertas de un balcón se abrieron, los cinco se reunieron a la luz de la luna, sobre las calles de vividores y ante su parte por lo tocado.

Hubana era un hervidero. La ciudad se ahogaba en multitudes de viajeros. Sus calles adoquinadas, rodeadas de las características casas de paredes blancas, contraventanas y puertas azuladas, soportaban turistas, comerciantes, ladrones y marines tanto como el calor.En el mercado del puerto se podía encontrar todo aquellos que el Mar del Sur ofrecía. Y algunas maravillas que llegaban desde la Gran Ruta Marina. Los casinos y prostíbulos eran tan abundantes como las gaviotas y las timbas ilegales. Más destacaba, a lo largo del paseo marítimo, la muralla de garitos, pubs y sótanos de vinos que exhalaban humo y ritmo a la calle. Es el balcón del "Dulcinea" el que acoge a la tripulación.


-Noventa por cabeza-Marty guarda los billetes en el maletín-junto con las copas y la cena.

-Por mi ombligo que diría que nos han timado, más de uno se ha quedado afonico por esos noventa.

-Es nuestro primer directo Merlita.

-Ya veras como se van añadiendo ceros, subimos un par de divisiones y el barco se nos quedará pequeño.

-¡No me toques el barco!

-Para tanto billete Merla, para tanto billete.

-Si conseguimos un buen precio por el botín tendremos más que suficiente. Siempre que el comprador de McFly no nos la juegue.

-Vamos Kate,Alvidiery no es un traficante o un usurero, cierto que tiene problemas en el juego-la sardinilla torcio el gesto-pero es el mejor en su campo, y estamos hablando del museo de arte contemporáneo de Hubana-prosiguió el capitán, al ver que la mueca no desaparecía del rostro de Kate-tendremos a Merla y Anty cubriendo los callejones.

-Todos los hombres son escoria.

-¡Esas cosas no se dicen con un afro delante!



Pasó la noche, brillo la luna en los vasos y su contenido. Le siguió el dia, y el crepúsculo acordado para el encuentro.
Un almacén, una vieja gloria del muelle sur: de madera carcomida por el salitre y paredes descoloridas. Atestiguaba el paso del tiempo con sus cristales polvorientos y un letrero falto de vocales. En la compuerta de la nave una placa de latón rezaba “Propiedad del museo de las artes de Hubana. Casa de las aduanas desde 1154 hasta 1182”

Antybulty tenía un ángulo de visión perfecto de las fachadas norte y este. Tres eran las ventanas que le permitían guardar el despacho interior, el lugar del encuentro. Con un rifle entre las manos,y dos a su lado para evitar la demora de la recarga, le susurró a su afro:

-En posición capitán-el pequeño caracol que se escondía en aquella mata de pelo transmitió el mensaje a su gemelo, escondido en el cuello de Marty

-Recibido.

Oculto por la sombra del edificio, tumbado frentea la cornisa y atento a cualquier movimiento, grande fue la sorpresa al escuchar una voz a su espalda. Y la mano de alguien en el cuello antes de poder girarse.

-No me gustan las interrupciones muchacho,el destino es muy protector con sus asuntos- y Antybulty, que hacía escasos días había descubierto el don del hipnotismo, sintió la necesidad de agudizar el oído y observar a sus camaradas, dejando el fusil a un lado.

Lo inesperado también reinaba en el despacho del que Anty y el extraño eran público. Donde McFly esperaba la delgadez de Aldiviery, aparecía un cuerpo robusto cual tonel y de barba cuadrada.Cubiertos los hombros de aquel gigante por una capa, su tonelaje por una chaqueta y un pañuelo al cuello.Sorprendía por su dentadura, completa y centelleante, así como la melena plateada que apuntaba a las maneras de un peluquin, y el monóculo pintado sobre su ojo derecho.

-Que incomoda me resulta su tensión señorías-comentó al ver que kate le apuntaba con el tridente,que Crusta separaba la espalda de la pared, y que Marty palmeaba cierta empuñadura. Con el caminar de un monarca alcanzó el escritorio, dispuesto en el centro del despacho, y ocupó una de las tres sillas, apoyando las manos en el bastón-que indecoroso ¡aquí soy yo el primer sorprendido! ¡Fauss! ¡Fauss!

El grito no fue necesario, antes de que aquel hombre se sentara otra sorpresa atravesaba el marco de la puerta: de piel café y rastas tras las orejas, el guardaespaldas conocido como Fauss ajustaba los gemelos de su chaqueta con pomposidad. Le acompañaban golems de chaquetas negras y mandíbulas cuadradas. Cuatro en total.

-¿Ves como yo, mi querido Fauss, las malas maneras? No nos encontramos ante la escoria prometida, no nos son desconocidos estos descarados ¡únicamente esa cosa desnu...!

-Marginy-respondió Marty-contened vuestras palabras hacia los míos y respondedme ¿Qué ha sido de Alvidiery?

-Ah, el buen McFly, el más sensato, todo lo contrario a aquella bestia emperillada de sombrero ridiculo-acariciándose la barba el hombre respondió-el conservador pagó una deuda con un favor, y aquí estamos, mi obra, yo, y unos entrometidos.

-Veo una solución sencilla-Crusta sonreía y numeraba, tras sus gafas de sol, las armas en la habitación- El dinero y cada uno por su lado.

-Siendo mio el cuadro, ya lo adquirí una vez ¿y se me demanda una segunda inversión? ¿cómo es esto posible?

-Recuperarlo y transportarlo también fue una inversión para nosotros.

-¿Transportarlo? ¿en un bajel capacitado? ¿en una bodega digna de tal valor? Permitidme dudar, vagabundos de playa pareceis.

-El dinero-kate estrujó el paquete rectangular de tela que, hasta ese momento, había estado apoyado en el reloj de torre. Una uña rasgó, el gemido lo escucharon todos los presentes.Marginy apretó los dientes-o no habrá cuadro.

Fauss, ante un gesto de su jefe, se asomó al pasillo. Cuando volvió le acompañaba una mujer de melena castaña. Delgada, la camisa de tela dejaba a la vista caderas y ombligo. Remarcaban sus piernas unos leggins tan azulados como sus ojos, y todo lo rodeaba una bufanda a cuadros. De aquella bufanda colgaba un maletín.

Al mismo tiempo, en el callejón que daba a la entrada de las mercancías, Merla masticaba, en silencio. Cubierto por las sombras de un farol convenientemente torcido escuchaba la vocecilla del caracolofono de su bolsillo,el pianito adormilado en su hombro:

-Mi ayudante valorará si he de temer una mentira, o es mi cuadro lo que realmente oculta esa tela.


Esperando la palabra clave ,para entrar en el edificio via pared, percibió un destello por el rabillo del ojo. Gritaban, en punta, los pelos de su brazo. Una silueta se dibujaba al final de la calleja. Algo cilíndrico rebotó desde las alturas.
Y al mundo, de ladrillo, oscuridad y suciedad, lo consumió el fuego.
Pero qué maravilla de imagen, usa tus talentos de maquetación para VP también maldito jajajaja.
Supone una tremenda gozada leerte de nuevo Comadreja, más aún cuando tienes unos personajes tan interesantes y bellos. Sigo envidiando lo bien que ambientas tu historia. Mira que lo he intentado, pero no habrá mejor representación de lo que me gustaría representar que la que tú consigues. Por no hablar de la química y parecido del resto de la banda. Lo he dicho siempre, pero es que sigues luciéndote.

Y... Paso de página y hay mil entradas más, pero qué nivel maldito xD. Ahora los leo ^^.
Un plcaer verte disfrutar Anty,demasiado me alabas. El Paris de tus aventuras es una ciudad muy atractiva también, mas aun por los personajes que lo recorren.

Encantado de saber tu opinión cuando termines de leer,a ver si puedo continuar la historia en breve (el ipad no es muy comodo para colgar entradas Xd)
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Tilver
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Re: Ølfgryt la isla del tesoro: Bitácora

Mensaje por Tilver »

Entrada XVI-Hubana XII:abordaje de contrapeso-¿orgullo profesional?-manos en la grasa-y botas con demasiada punteria.
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Las patrulleras rodearon al Angry Franxo, la maquinaria pagada por Marginy y el pequeño tamaño les permitieron posicionarse frente a su mascarón. Colocaron los cañones portátiles y dispararon la primera salva. Desde los laterales el resto de la flotilla apuntó al mástil principal y se preparó para el abordaje.

El timón del navío viró, la distancia entre su quilla y el borde del canal se estrechó, las cañoneras aceleraron para evitar el encierro, dos de ellas quedaron atrapadas entre la roca y la linea de flotación del Angry Franxo. chispas en el aire, gritos en el metal, desesperación en las gargantas de los atrapados. Los dientes de piedra, sumergidos junto a la costa del canal, hicieron el resto.

Quedaban seis, de las cuales cuatro habían aprovechado la amplitud de espacio a babor del Angry Franxo y volvían a castigar el mástil*

-¡Nos bombardean!-gritó uno de los artilleros ante una mancha en el cielo, que había salido disparada desde la quilla del barco, y que hizo dudar a sus compañeros.


-¿Es un alvatros?

-¿Es su cargamento?

Aquella forma que tantas cuestiones había generado aterrizó con toda su fuerza sobre la proa de la segunda barcaza,provocando un efecto trampolín** al lanzar por los aires a sus tres tripulantes y varios anclajes del motor. Merla, riendo con ganas ante el resultado de su abordaje aéreo, dejó a su pasajera, con delicadeza pero firmeza, sobre la cubierta. Ni siquiera perdió la carcajada al recibir el bofetón.

-¡Loco, estas loco! ¡completamente loco!-Girts se llevo las manos a la cabeza e intento alejarse lo máximo posible de Merla, con poco acierto, ante la escased de eslora del la barcaza.

-Un salto de nada ¡ni se han enterado!

-¡Ni me mires! ¡y sin haberme podido duchar!

-Un par de cañonazos un día sin ducharte, un abordaje y ya estas corriendo cual pollo sin cabeza ¿de verdad quieres llegar al fin del mundo?

-¿Disculpa?-Girts se encaró en un instante, con una ceja levantada y una mueca de incredulidad.

- ¡Yo he construido el barco que convertirá a Marty McFly en el próximo rey de los piratas!-Merla extendió el brazo hacia el Angry Franxo, con la pólvora en el aire y los fusiles de los hombres de Marginy apuntándole a su espalda-¡Y no pienso dejar que una damisela en apuros como tú ponga ni un solo dedo en su timón!

-¡Llevaré ese barco a Raftel aunque me cueste la vida!

-Demuestralo-Merla la atrapó por los hombros y Girts volvió a sobrevolar las aguas.

Aterrizó sobre la primera barcaza y rodó,atrapando con las dos manos el tobillo de un guardia, utilizándolo de apoyo para levantarse y hacerlo caer,quedando al resguardo en la caseta circular que rodeaba al timón, pero incapaz de asomarse por encima de la misma ante aquellos que la apuntaban desde la proa.

Un timón arrancado de cuajo sobrevoló su cabeza, estampándose contra el primero de sus acosadores. Merla sonrió al otro lado de las aguas, antes de desaparecer en el hueco del motor medio arrancado ante la lluvia de plomo del resto de barcazas.

-¡Rechazadlos!-gritó un caracolofono junto a la oreja de Girts-¡Martinez a babor, el resto conmigo!

-¡Carpintero!¡ quieren abordarlo!

-¡Lo he oído!-saltaron los remaches, cedió el metal y el motor,que se había desprendido ante su asalto a la embarcación,terminó de liberarse de sus ataduras ante la fuerza de los brazos de Merla-¡Hazme hueco, que cuatro no entramos en ese cascarón!

Y ,para el desconcierto de los guardias, Girts les abofeteo con la bufanda sin que ninguno de sus atolondrados cabellos asomara por encima del mamparo, Merla les desestabilizó al aterrizar con el motor y no pudieron sino gemir cuando las culatas de sus fusiles les batearon los estómagos, con la inestimable ayuda de dos manos femeninas.

Los cañones resonaban tras el Angry Franxo, se escuchaban las voces de sus camaradas, el caracolofono volvió a hablar.

-¡A distancia! ¡ acribillarles con los cañones y mantener la distancia! ¡ cuando se abra el canal Hernan y Bullen a su popa!

-¡Les vamos a demostrar que es un abordaje de verdad!-el manitas de pala y panza, con la mano cubierta de grasa en la entrañas del motor sonrió, como solo son capaces de sonreír aquellos que van a cometer locuras.

Un cambio en la corriente anunció la cercanía de las aguas abierta. Así como el vendaval que azotó las velas y banderas la llegada de la tempestad. Antybulty , con las uñas clavadas en el timón, mantenía al navío alejado de los bancos de arena y la costa pedregosa, su mirada atenta al muro de nubes negras que se cernía sobre ellos, los dientes apretados por el sudor que recorría la frente de Kate al intentar responder a los disparos desde las barcazas.

-¡Kate al timón!-gritó Il Capitano desde la arboladura, oteando el mismo horizonte que Anty temía-¡èsos son cosa de Merla y Girts, Anty conmigo, o arriamos la vela o el menor de nuestros problemas serán los cañonazos!

-¡Aye aye!-el antiguo comodoro soltó el timón en cuanto kate tomó los mandos, caminando sobre la borda hasta el cabo más cercano y trepando por la misma hacia las alturas, donde el viento no perdonaba y las barcazas quedaban descubiertas. Vió como Merla estrellaba el motor de sus manos contra el de la que ocupaban él y Girts, accionando un rugido monstruoso y una erupción de vapor. Aclamaron los cabos su atención y arriaron las velas con las primeras gotas de un diluvio que no tardo en empaparlos.

-¡Ayudadme con el timón!-Gritó Kate a los dos hombres ,calados hasta los calzoncillos, que habían alcanzado la cubierta. El silbido de las balas de cañón se entremezclaba con el escalofrió del trueno, el ladrido del teclado del pianito y el bufido de la bestia creada por Merla , pero nada pudo ocultar el salto de esta última sobre las olas frenta al Angry Franxo, elevandose por encima del trinquete durante algunos segundos, Girts haciendo girar el timón con el rostro blanco, los brazos de Merla empapados en grasa al ser lo único que mantenía los dos motores unidos. Tres pares de ojos les vieron desaparecer al otro lado de la baranda, más los intentos del bimotor de salir disparados se alejaron hacia la popa. Tres pares de ojos fueron deslumbrados por el espontaneo resplandor de diversos focos frente a ellos, atravesando la tormenta.

-¡Más barcazas, justo lo que nos hacia falta!

Los cañonazos se detuvieron, quedaron la lluvia, el trueno y el viento a popa.


-¿Creeís que...-acertó a no terminar Anty, una bola de humo y fuego dejó su mandíbula sin fuerzas, una bota de Girts alcanzó al capitán en la nariz, la descarga eléctrica erizo el pelo de Kate y la cola del pianito: distinguieron el rostro de Merla, cubierto de aceite la mueca marmórea de Girts rodeados de remaches y chapas abolladas, de vapor y llamas. un cometa que surfeó las aguas, perdiendose más allá de lo que la tormenta permitía adivinar.


*(la diferencia de altura entre las quilla del Angry Franxo y las cañoneras, junto con el tamaño del mástil y las correcciones del rumbo convertía a su intento de
destrozar el mismoen una odisea)


**(y un intercambio equivalente en kilos)

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