Kuby37 escribió:Masaaki GOD Yuasa lo ha vuelto a hacer: Japan Sinks es una obra maestra.
Sí que es una obra maestra, sí... De la comedia involuntaria y el cringe.
Y mira que me encantan Yuasa y Science SARU, pero es que esto no hay por dónde cogerlo. Lo único que se salva más o menos es el mensaje tecnófilo y pro-multiculturalidad y algunas escenas sueltas, todo lo demás sirve para hacer que las películas de catástrofes protagonizadas por Dwayne Johnson parezcan serias en comparación con este sumidero de tontería juvenil. No hay que esperar ni diez minutos para que ocurra algo tan imbécil como que un terremoto destruya el motor de un avión en pleno vuelo. ¿Cómo? Ni puta idea porque la serie no lo explica. Pero la larga lista de agujeros de guion, clichés y chorradas que se le puedan sacar palidece al lado de su incapacidad para dar con el tono que busca. ¿Cómo leñe se las apaña alguien para cagarla tanto en los momentos dramáticos de una serie cuya mera premisa ya es tan dramática que te pone en bandeja de plata cualquier desarrollo lacrimógeno que quieras sacarte del sombrero? Es que no hago más que leer reseñas de gente que como yo se estaban partiendo el culo cuando se supone que había que llorar (y con razón).
Y es que es... casi todo. El niño repipi y cansino soltando cursiladas en inglés, el personaje del youtuber que no es más guay porque no hace parkour y que parece que haya sido concebido por un comité de directivos cincuentones buscando en Google qué es lo que les gusta a los jóvenes de hoy en día, el inglés-yugoslavo con "acento americano" que es como una parodia de un payaso sin gracia solo que no es una parodia, el Clint Eastwood arquero, el rap que te meten a destiempo porque... uhhh, ¿qué les gusta a los jóvenes de hoy en día? ¡Ya sé, el rap! Hagamos que estos niños que no han rapeado en su vida se marquen un rap con sus rimas y su flow to guapo justo después de pasar por una larga sucesión de situaciones traumáticas porque, total, la serie ya no puede ser menos natural y seguro que los espectadores no entienden cuáles son los temas que estamos tratando si nadie los rapea... Mira, eso me lo metes en una comedia como Zombieland Saga y queda gracioso, pero aquí sólo es tontorrón y forzado.
Luego tenemos el momento publicidad del capítulo 8 (que por otro lado es, tal vez, uno de los más sólidos) en el que los personajes empiezan a elogiar en voz alta a las empresas patrocinadoras en plan "¿sabes que Amazon son la polla?" XDD, las incursiones caprichosas en el gore, la frivolidad inoportuna de la madre que pretenden hacer pasar por madurez (en realidad ningún personaje actúa como si estuviese viviendo una tragedia), la trama sobrenatural del culto que es como un pegote en medio del resto de la serie, la despoblación repentina de Japón tras el terremoto, el laboratorio científico que está en medio de una cueva en una de las montañas más altas del país
because reasons... Es que es un no parar de recursos cutres y escenas a las que les falta fuelle: ni siquiera cuando una chica corre riesgo de ser violada consigue mantener la tensión.
Tampoco el diseño de personajes se termina de salvar, dado que en cierto punto empiezan a salir ochenta planos en los que tienen de tres a cinco papadas cada uno (aunque aprecio la complejidad de las arrugas en la cara del Clint Eastwood arquero). Y la música, aunque está bien de manera aislada, muchas veces no pega ni con lo que está ocurriendo ni con lo que se supone que están sintiendo los protagonistas. Por no hablar de que, de todo lo que ha producido Science SARU, aquí es donde hemos visto el CGI peor integrado.
Vamos, que si tuviera que decir dónde ha estado Yuasa más involucrado, si aquí o en Eizouken, diría que en Eizouken de calle.
Pero venga, para no ser excesivamente hater voy a comentar alguna cosilla que sí me ha gustado. El mensaje a favor de un Japón más multicultural y menos racista es bien, y me funciona sobre todo cuando se expresa con cierta sutileza: véase cuando el personaje inglés es más versado en arte japonés que los propios japoneses que le acompañan. Me gusta que la serie sea consciente del enorme abanico de posibilidades que ofrece un móvil inteligente, aunque también esté relacionado con alguna que otra escena estúpida (el momento en el que un grupo de gente llega a la conclusión de que el amigo estonio de un niño es una fuente de información más fiable que toda la prensa, así en general, es deliciosamente absurdo). Me gusta también que intente reflexionar sobre qué lugar ocupa Japón en el mundo y que exprese una visión crítica al respecto, lo cual ciertamente no es muy común en el anime y creo que por ahí irían más los tiros de la novela que adapta; y me gusta cómo están integradas las olimpiadas en esta reflexión... Poco más.
Ah, sí, y el cuidado con el que están animados los parpadeos de Onodera. 10/10 a esos parpadeos.