Espero que al menos alguien lo lea
Aquí os dejo el primer capítulo
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- Capítulo 1: El reencuentro
Nuestra historia comienza en una pequeña isla del North Blue, en el puerto de la cual se encuentran dos hombres hablando.
-Volveré dentro de cuatro días.
-Te esperaré aquí, espero que todo vaya según el plan.
Dicho esto uno de los hombres partió en una barca.
Al día siguiente, por la mañana, la misma barca navegaba libre cuando vio que otra barca de mismo tamaño se acercaba, el tripulante de la cual, un hombre encapuchado, le ofreció parar en una pequeña isla que había cerca si no quería que destruyese su barca, el hombre siguió su rumbo y el otro se enfadó.
-Lo único que quería era un combate justo.
De repente el encapuchado mostró sus manos con uñas muy largas, las tiró para atrás y lanzó una ráfaga de viento hacia la barca, el otro hombre se giró y la paró con su cuerpo cortándose.
-No creía que valiera la pena luchar contigo, pero parece interesante, pararé en la isla.
Llegaron a la isla.
-No pareces muy listo enfrentándote a alguien como yo.
-¿En serio?
-Si, alguien con una mísera recompensa de 9 millones no debería enfrentarse a un caza recompensas
con una fruta del diablo, Oscar el ardiente.
-Eso habrá que comprobarlo.
Oscar llegó hasta él en un segundo y le dio un tremendo puñetazo. ¿Tan grande te crees y no puedes seguir mi velocidad?
Comenzó una fuerte lucha entre los dos muy igualada hasta que el caza recompensas le lanzó una fortísima ráfaga de viento con las dos manos, Oscar empezó a enrojecer y de repente la ráfaga de viento se deshizo convirtiéndose en simple aire.
-¿Qué ha sido eso?-Preguntó el caza recompensas.
-¿No sabias por qué me llaman Oscar el ardiente?-Oscar sonrió.-Comí la Ondo Ondo Nomi (fruta temperatura o fruta tempe tempe
), al augmentar la temperatura de mi cuerpo aumenté también la de mi alrededor y el calor frenó tu ráfaga.
-Entonces te derrotaré sin usar mis ráfagas de viento.
El caza recompensas se tiró hacia él intentando clavarle sus uñas pero Oscar gracias a su poder lo esquivó a una gran velocidad. Cuando él fue a levantarse del suelo Oscar le apuntaba con un dedo al cuello.
-Si te mueves, te fundo la garganta, literalmente. Espera, ¿Christian?
-Sí.
-Soy Oscar, tu amigo.
-¿Qué? ¿Al final has venido?
-Sí, me costó decidirlo, pero creo que valdrá la pena.
-Bien, pues pongamos rumbo a Montaru.
Los dos viejos nakamas zarparon hacia su hogar sin tener idea de los sucesos que habian transcurrido durante su último año fuera.
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- Oscar es un tio alto, de 18 años, rubio, viste con una camiseta de manga corta y unos pantalones piratas, lleva un collar en el cuello, pero en el centro de la cuerda hay un cuchillo con el mango blanco con círculos marrones grisáceos.
