Jóvenes escritores

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Marty McFly
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Marty McFly »

Eridiacta escribió:Edit: Bueno, pues he conseguido ganar el certamen literario, 200 eurillos nunca vienen mal. Supongo que debería darle las gracias a Marty Mcfly, pues la estructura está basada en parte en un relato suyo que se llamaba Recuerdos de Humo o algo así, así que gracias XD.
Esto no lo había leído xD Pues nada, me alegro de que te "inspirase" (si es que llegó a tanto) para crear tu historia, y que te cunda el money. Espero que con esto el mito vuelva a reconstruirse :P
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Tilver
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Tilver »

Escribir dejándose llevar.

Sabina a tu espalda
el hedor de la bebida en tus labios
sabes que es instinto, sabes que es el lugar,sabes que es ese liquido que recorre tu cuerpo
pero quieres volar
acaricias su piel,tan despierta como la tuya
saboreas el tacto de unos dedos ajenos
el momento de valor, las palabras que son oportunidad
tu duda es orgullo
tu deseo te empuja
la voz de tu mente se apaga
te sumerges
descubres
exploras
el deseo busca
sus labios responden
es el sueño de una noche de verano
es una danza de paladares
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GranAutor
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por GranAutor »

He visto este tema y he sentido la tentación de tener que presentarme, aunque he tenido dudas, pero realmente soy un joven escritor y no soy de los que suelen escribir "textos narrados" propiamente dichos, mas bien soy como un caso a parte, algo extraño. Maldita sea, no me estoy explicando bien...

Vale, vamos allá. Aunque me presenté hace un tiempo en pirateking dudo que más de 2 se hayan parado a leer uno de los típicos temas donde uno se presenta, y puesto que este parece un tema ideal para darme mejor a conocer, les diré a qué me dedico en mis ratos libres a parte de tener mis hobbies como leer manga, entre otros.

El caso es que llevo más de un año siendo autor, de ahí que mi nick sea GranAutor (eso de "gran" no es por creerme superior al resto, este nombre lo cogí por un amigo que me empezó a llamar así,tal cual esta escrito junto, mierda, ya me estoy enrollando demasiado).

Actualmente tengo mi propia serie, la cual estará terminada para finales de Agosto. Escribí otra más simple el año pasado, que fue con la que empezé con todo esto. Desgraciadamente, nadie a parte de unas 8 personas van a poder disfrutar de ellas, y es que dichas series las hago por...WHATSAPP!! Eh, uh...mierda, esperad! No dejeis de leer esto! Vale, sé que así de golpe suena muy ridículo, pero no lo es para nada como quizá lo estéis imaginando! Ejem, veamos, esto lo hago mediante un emulador desde el PC, de ahí que me sea más fácil escribir sin problemas. Además, uso soundtracks y demás archivos de música para que la lectura sea más dinámica y emocionante. A parte, de vez en cuando hago algún que otro video con el...MOVIE MAKER! Eh, no penséis cosas raras! Vale que no sea un excelente programa pero os aseguro que me los curro los videos y quedan geniales! Eh..uh...parece como si intentase atraeros a que leyerais mis capítulos, pero eso es algo que no va a poder ser. Por cierto, también hago montajes muy buenos con el...PAINT! Nuevamente parece como si quisiera venderme, y aunque sea con paint la intención es que la parida que se muestre en la imágen sea graciosa y haga reír, puesto que el humor absurdo predomina en mi obra.

Bueno, como dije al principio, mi forma de narrar es algo inusual, muy similar a la teatral, "Personaje: lo que dice" y pongo entre corchetes cuando se trata de alguna explicación, localización o datos, y uso barras para indicar las acciones de los personajes. Sería algo similar a los típicos rols.
Todo esto empezó como por accidente, una tarde de aburrimiento, y con un par de amigos que les gustó y decidí seguir improvisando capítulos. Me atrevería a decir que tengo buena capacidad para improvisar puesto que mi primera serie fue toda improvisada a excepción del ultimo capítulo que lo preparé en mi cuaderno, el cual usé para organizarme mi siguiente serie, la cual me la tomé completamente en serio y no me limité a hacer reír a mis amigos, sino a hacer una serie completa que tenga sus buenos misterios, personajes creados por mí, batallas, momentos dramáticos y por supuesto la gran dosis de humor que no falta nunca. Lo bueno de esto es que los protagonistas son mis propios amigos que disfrutan de la serie y yo, por lo que se hace más entretenido al saber que es una historia ambientada en nuestra ciudad con apariciones de personajes de la vida real que conocemos.

Y ahí estaba yo, estudiando segundo de bachillerato a la vez que me trabajaba capítulos, jajaj. Y no solo eso, también tengo dos películas subtituladas con muchas paridas con las que mucha gente disfrutaron, puesto que se tratan de One Piece Z y Dragon Ball Battle Of Gods en japonés con mis subtítulos y aunque fue todo improvisado y la trama sea un gran sinsentido, logro que el loco argumento de la película no se pierda.

Probablemente a muchos se la sude todo esto, pero solo quiero que quede constancia de mis actos ahora que estoy finalizando mi última serie para centrarme en mis estudios ,pues me voy a la universidad xD y me apetecía contar un poco de mi vida como autor.

Os dejo AQUÍ mi tema de presentación por si alguien (que lo dudo) quiere echarle un vistazo, aunque ya advierto que está algo cutre xD
Y por último os dejo mi primera película que la encontraréis AQUÍ , que agradecería que alguien le diera una oportunidad porque realmente considero que vale la pena para echarse unas risas.
Clica aquí para ver One Piece Z con subtítulos de coña. Enserio, cliquen T_T todos me ignoran...
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Eridiacta
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Eridiacta »

Marty McFly escribió: Esto no lo había leído xD Pues nada, me alegro de que te "inspirase" (si es que llegó a tanto) para crear tu historia, y que te cunda el money. Espero que con esto el mito vuelva a reconstruirse :P
Buff, cuánto tiempo, no me acordé de responder a esto XD. Bueno, más que inspirarme creo que tu relato me sirvió de empujoncito, sirvió para iluminarme el camino. Yo la historia a tenía pensada desde hacía unos meses, pero estaba estancado, y fue ver la forma con la que contaste el relato aquel (que era muy bueno, por cierto) y me dije: "Ya lo tengo". Y lo del mito era coña, aunque supongo que ahora eso ya da igual.

Me pasaba para dejar un relato corto que escribí la semana pasada. Encontré un folleto de un concurso literario que tenía mi padre en casa y me propuse escribir un cuento para presentarlo en él, aunque este está difícil que lo gane, tiene más prestigio y más dotación. El relato he intentado escribirlo como si fuese un mito o una leyenda, y con un estilo parecido al de Oda, es decir, con cantidad importante de referencias a otras obras, aunque las mías están mucho más escondidas y son más concretas. Si alguien tiene el detalle de leerlo (son 2600 palabras, para prevenir), le agradecería que me comentase qué le ha parecido y si habría alguna parte que podría mejorar, que para eso posteamos aquí (yo, al menos), para recibir consejos e intentar mejorar en la escritura creativa.

Spoiler: Mostrar
Soy el Cielo. Soy más viejo que la vida; más viejo que el primer océano y el primer continente; más viejo incluso que la Madre Tierra, por mucho que se empeñen los poetas en decir lo contrario. Con mi ojo dorado y mi ojo argente he visto nacer y morir a dioses considerados eternos; he visto a las llamas desmembrar imperios que en mejores tiempos me hicieron estremecer con el grito de guerra de sus ejércitos; he visto al Hermano Viento esculpir montañas y desertizar selvas enteras. Conozco todas las lenguas, tanto las humanas como las animales; y todas sus historias, tanto las reales como las imaginarias; una de las más antiguas que recuerdo es la que os voy a relatar.

Nunca antes se había celebrado con tanto entusiasmo la muerte de un monarca. Desde hacía nueve días el reino entero estaba sumergido en una ventisca de excitación y celebración vertiginosa. Si bien es cierto que al principio la tristeza reinó, pronto fue depuesta por el júbilo; la muerte del rey Kiroga no debía ser causa de lágrimas, ahora daría inicio a una vida más placentera junto a los dioses.

Al décimo día de fiestas en honor a la muerte del rey, su cuerpo embalsamado se dejó reposar sobre una balsa de bambú, acompañado de los sables broncíneos que habían sido presentados a sus pies por sus muchos rivales vencidos. Los diez millares de peregrinos que habían viajado a la playa para ver la apoteosis de Kiroga, dejaron partir diez millares de flores de loto junto a la balsa, que, por el oleaje, fue arrastrada y entregada al Horizonte, que es el heraldo que une a la Madre Tierra y a su siempre distante enamorado, un servidor.

La vida había abandonado a Kiroga cuando todavía era joven, sus médicos no se explicaban las causas de la muerte, algunos hablaban de una infección en la sangre, otros de una un enfermedad del corazón, que al igual que el color de los ojos, podría ser hereditaria, y otros menos doctos en su disciplina hablaban de la maldición que le lanzó un chamán de las islas cuando su país se sumó a los caídos; mas todos se equivocaban, el gran conquistador había sido asesinado con hongos venenosos , y la suministradora del veneno había sido la persona más cercana al rey: la reina Ashala.

El instigador del magnicidio había sido el amante de la reina y padre del niño que Ashala horneaba en su vientre, el Dios Elefante; cuya ambición oculta era engendrar al ser de sangre real y divina, que según una antigua profecía, tendría el poder suficiente como para derrocar al Dios Tigre manto-de-centellas, rugidor-de-mil-truenos, el soberano de los inmortales. Era por ello por lo que Kiroga no podía seguir en este mundo, ya que habría descubierto que el hijo no era suyo y habría puesto en peligro el plan del Dios Elefante.

Por desgracia para los dos amantes, en el justo momento en el que Kiroga abría las puertas de la eternidad, a muchos días en caballo de allí, una joven daba a luz al obstáculo que se interpondría años más adelante en su conspiración contra el señor de los dioses.

Dos años atrás, el difunto rey había viajado a un reino vecino aliado para librarlo de la plaga que suponían los ejércitos salvajes sureños. Después de más de un año de victorias, Kiroga se desplazó con un reducido séquito para encontrarse con el rey aliado y proyectar futuras maniobras. Al cruzar las montañas fueron emboscados y masacrados por los salvajes; solo sobrevivieron el rey y dos de sus generales, y puedo jurar que pocas evasiones más arriesgadas he visto, pues con sus caballos espumajeando huyeron monte abajo, para finalmente poner sus vidas en manos del furioso río que los esperaba al final del trayecto.

Tuvieron la suerte de que un viejo pescador los encontró al amanecer en la orilla. De no ser así, Kiroga habría muerto por la gangrena que se habría producido en su pierna izquierda —rota a causa de la caída al río— si no hubiese recibido los tratamientos de la bellísima hija del pescador. El rey y sus dos hombres pasaron dos meses en la cabaña del pescador, tiempo más que suficiente para que la rosa del amor brotase, floreciese y arraigase entre la muchacha y el rey. Los dos jóvenes se buscaron en la última noche que los guerreros pasaron en la cabaña y ella quedó encinta.

Cuando nació el niño no hubo dudas de su ascendencia real, sus ojos resplandecían con el color de la piel de la sandía, que también poseía su padre, y su abuelo, y su bisabuelo, y así hasta el primero de su estirpe. Su madre solo tuvo un instante para admirar la belleza de esos ojos, parecía como si toda la vitalidad y la fuerza con la que había nacido el niño se la hubiese robado a ella, que lo mecía entre sus frágiles brazos. El viejo pescador sentía que la Muerte estaba tan próxima de su hija que no habría cabido ni una hoja de eucalipto entre las dos, no obstante, la joven consiguió sacar fuerzas para susurrar una última palabra: “Mombake”. Así sería como llamarían al muchacho.

Mombake creció con su abuelo, bajo la sombra de la selva que el río amamantaba. A temprana edad aprendió el piolar de las aves y sus canciones que hablaban de amaneceres, sabía interpretar los fonemas seseantes de la serpiente y el lagarto, y descubrió los significados de la danza acuática de los peces. Mombake era uno con la naturaleza y la naturaleza aceptaba ser uno con él.
Es una época vieja la que os describo, mas ya quedaban pocos humanos que pudiesen alegrarse de ser admitidos por el alma del ramaje, como si de un animal o una planta más se tratasen. Empero, esto también acarreaba algunos inconvenientes.

Mombake debía rondar los doce años cuando tuvo lugar el suceso que paso a contaros. Como solía hacer cuando no estaba ayudando a su abuelo en la pesca o en la recolecta de troncos para el invierno, el muchacho se había perdido entre los milenarios centinelas verdes y marrones que custodiaban su hogar. Admirando la riqueza de colores de las recién nacidas mariposas, no advirtió la presencia de un jaguar que llevaba tiempo siguiéndole hasta que fue demasiado tarde para escapar. Cualquiera se habría paralizado de terror, pero Mombake no era un cualquiera, mantuvo la mirada fija en el felino y sacó lentamente la daga que siempre llevaba consigo. Ante el ataque del jaguar el chico respondió levantando una nube de hojarasca tras la que se escabulló a un lado, y con toda la rapidez que le permitieron sus piernas yuguló al confuso animal. Rezó una oración por el alma del jaguar y volvió a casa.

El anciano pescador creyó que el corazón se le salía del pecho al ver a su nieto con las manos bañadas en sangre. Tartamudeando por el nerviosismo, abordó a Mombake con innumerables preguntas, pero el joven lo tranquilizó explicándole lo ocurrido. Las emociones del abuelo cambiaron fugazmente al asombro y la incredulidad. ¿Haber sobrevivido al asalto de un jaguar y haberlo matado? Parecía imposible. El viejo pescador comprendió entonces lo que llevaba tiempo sospechando, su nieto poseía alguna habilidad extraordinaria. En sus ademanes, el contonear de los ojos y la forma de mover los labios veía la serenidad de un monje, pero en la caza y el deporte era un verdadero animal salvaje.

Antes de retirarse a la vida tranquila que proporciona la pesca, el anciano había luchado en el ejército de su reino y había llegado muy lejos en la jerarquía militar. Ahora que se había dado cuenta de la fuerza que escondía su nieto, había decidido iniciarlo en el arte de la guerra, para que así pudiese recuperar el trono que le pertenecía. El viejo pescador había oído hablar de Guma, el heredero de Kiroga, nacido pocos meses después de la muerte de su antecesor, y sabía que no podía ser hijo legítimo del antiguo rey, ya que antes de partir le juró por su espada y ante el Dios Tigre juez-de–batallas, que el amor que sentía por su hija era puro y que no concebiría otro vástago que no fuese el que sabía que ella llevaba en su vientre; y el pescador, como antiguo guerrero que era, sabía que un juramento así no se podía romper.

Mombake le demostró a su abuelo que no se había equivocado en la decisión de instruirlo en la danza del acero. El juego de pies de Mombake era sereno y fluido como el río, la espada era una extensión más de su cuerpo, la llevaba a todas partes atada al cinto, se acostumbró a dormir y comer con ella, así lo dictaba la doctrina de su abuelo. Practicó durante años: sus manos se encallecieron, sus músculos se hincharon y su mirada se hizo profunda como un fosa marina.

En el vigésimo verano de su vida, cuando hubo dominado las 121 técnicas de la escuela que había seguido, acudió a la llamada de su abuelo, que lo esperaba sentado a la orilla del río. El anciano estaba ya medio ciego y medio sordo, con un hilo de voz pidió a Mombake que le entregase un baúl que había bajo su cama. Una vez lo tuvo en sus manos, el viejo lo abrió y sacó una reluciente y afilada espada curva. Se llamaba Brisa, con ella, dijo, había decapitado al general Samdal, el mayor tirano de su época, y ahora quería que perteneciese a su único descendiente. El nieto la tomó e hizo una reverencia en señal de gratitud. El anciano invitó al joven a sentarse a su lado y charlar mientras admiraban el correr del agua, y así, una vez se hubo manifestado la armonía entre los dos, le contó la verdad sobre su origen.

Mombake estaba confuso. Se le presentaba ahora una disyuntiva que nunca había imaginado que se le pudiese presentar. Se marchó al bosque y allí meditó prolongadamente. Ni siquiera conocía al tal Guma, aquel al que el abuelo calificaba de “usurpador” y “opresor”, y no sentía ningún afecto por la vida cortesana. Lo único que lo podría motivar a luchar por el legado de su padre, del que había oído hablar por primera vez hacía apenas unas horas, era la tiranía, que según decía el abuelo —y el abuelo nunca mentía—, ejercía Guma sobre sus gentes. El usurpador, siguiendo las indicaciones de su madre, había dado comienzo a una demente búsqueda, cuyas motivaciones eran desconocidas, de un mineral muy extraño de difícil obtención, al que los hechiceros atribuían propiedades místicas. Esta empresa había arruinado al pueblo y forzaba a muchos de sus hombres a morir en las minas.

Finalmente, Mombake dejó que el altruismo guiase sus actos. A la mañana siguiente se despidió de su abuelo y marchó a la tierra paterna. Según la información que había podido obtener, sabía que Guma era un hombre de corpulencia extraordinaria y con una personalidad belicosa, irascible y, sobre todo, competitiva. De manera que urdió un plan en consecuencia: empezó por retar a los guerreros más reputados del reino y los derrotó a todos y cada uno de ellos en las disciplinas en las que más destacaban. En pocos meses Mombake ya era prácticamente una leyenda y los relatos de sus hazañas se habían extendido por todo el reino, algunos ¬—muchos— sugerían que podría vencer en combate al mismísimo rey; éste no tardó demasiado en oír hablar de estas noticias y no le hicieron demasiada gracia. Este extranjero podía incitar a una revolución popular que haría fracasar el objetivo compartido con su padre, el Dios Elefante, de derrocar al Dios Tigre instigador-de-tormentas justo cuando estaba a punto de conseguir la cantidad suficiente del mineral mágico que lo haría invencible. Guma decidió retar a Mombake, y así se cumplió la segunda parte del plan de este último. Al ser el retado, Mombake eligió la hora y el lugar de la disputa.

Hasta el último momento, hasta que los dos contendientes no se vieron las caras por primera vez en el río Sierpes al atardecer, Guma no se dio cuenta de que había caído en la trampa del extranjero. Los ojos del color de la hoja del naranjo de Mombake le revelaron su ascendencia real, y las leyes del reino imponían que si dos hermanos luchaban por el trono, el vencedor sería quien descansase sus nalgas sobre él. El rey, no obstante, estaba tranquilo, sabía que iba a ganar al enclenque hijo de Kiroga. El único en el que se observaba cierta incomodidad era el Dios Elefante, que, nervioso, presenciaba el combate desde su palacio en las nubes.

Brisa, la espada de Mombake se movía como la anguila en el río e interceptaba todos y cada uno de los golpes del viento huracanado que eran los brazos de Guma. A pesar de que la rapidez y la maña de Mombake eran muy superiores a las de Guma, y había eludido o interceptado todos los tajos del rey, su expresión facial era de pánico y su actitud era defensiva, cada vez retrocedía más y más. Todo esto era una artimaña para engatusar al rey y que bajase la guardia, que cuando vio que Mombake se introducía en el agua del Sierpes y su juego de pies empezaba a ser más lento, acometió con todo el peso de su cuerpo; pero Mombake, que ya prevenía esta situación, alzó a Brisa y giró ligeramente su ángulo para reflejar la luz del sol y cegar a Guma , que se precipitó contra el agua y quedó a merced de Mombake.

El Dios Elefante, pasmado y aterrorizado por el resultado del combate, dio un fuerte pisotón que abrió a la Madre Tierra en canal e hizo que Mombake se cayese al abismo; afortunadamente, consiguió clavar a Brisa en la roca y subir de nuevo a la superficie, pero Guma le esperaba de nuevo.

El movimiento de tierra fue tal que despertó al Dios Cóndor de su placentero sueño eterno sobre mi ojo diurno. El Dios Cóndor, que puede ver la cabeza y la cola del tiempo, solo necesitó echar un vistazo al duelo para conocer toda la historia que hasta ahora os he ido contando. Con celeridad voló a la morada de los dioses e informó al Dios Kiroga, que encolerizó al conocer toda la conspiración, buscó al Dios Elefante y le dio un puntapié. Los dioses, las nubes y las aves vieron al Dios Elefante caerse de espaldas contra la grieta que había abierto momentos atrás en la Madre Tierra.

Aprovechando el instante de distracción que experimentó el rey Guma al ver caer a su padre desde lo más alto, Mombake clavó a Brisa en su muslo derecho y volvió a derrotarlo.

Los demonios, las rocas y las lombrices vieron al Dios Elefante abrirse paso a través de la tierra. Con la espalda abrasada por haber caído sobre ella en la densa sangre hirviente de la Madre Tierra, corrió hasta el río y con el agua que aspiraba con su alargada nariz se mojó la espalda para aliviar el dolor. Y todavía hoy, a pesar de lo antigua que es esta historia, los elefantes siguen bañando sus espaldas en el río para intentar aliviar el escozor reminiscente.

Guma reconoció a Mombake como el mejor guerrero que había visto jamás y los sabios del reino lo reconocieron, por sus distintivos ojos de sinople, como el verdadero sucesor de Kiroga.

Meses después, escoltado por la guardia real, el nuevo monarca volvió a visitar su tierra natal, donde su abuelo y mentor lo recibió con los ojos empañados y los brazos abiertos.

Las canciones que hablaban del bravo Mombake se olvidaron hace mucho tiempo, su reino ahora son granos de arena que el Hermano Viento lleva de un lado para otro, pero su leyenda, os aseguro, siempre podrá leerse en mi rostro, en las estrellas.
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Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía...

Pirata del Sol está enchufao.
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Tilver
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Tilver »

Que abandonado esta esto.

Ópera de favores.



Noche de estreno en la ópera de Horn. Aguarda Augustus von Amadeu ,entre telones y contrapesos, la señal. Tira de las solapas de la chaqueta y comprueba que cada botón dorado sigue en su sitio, tras lo que juguetea con el nudo del pañuelo que cubre su cuello y los gemelos de la misma chaqueta. Con el índice se coloca las lentes y se acerca a su ayudante, abriendo con suma delicadeza y con mayor cariño el estuche que este porta en sus manos, acaricia la batuta y, como si de una frágil pieza de porcelana se tratase, la despierta de su letargo lentamente, la esgrime con la mano derecha, calculando un peso ya conocido.

Augustus Von Amadeu esta listo, al igual que cada uno de los músicos que componen su orquesta: se alzan entonces los telones, las lámparas de araña se apagan y solo queda iluminado el escenario, donde los violonchelos sienten vibrar sus cuerdas. La sinfonía y el ritmo se desatan sobre la semioscuridad de la platea y los palcos, ahogando los susurros y movimientos que no quieren ser escuchados. Vease al acomodador con gran afición a los bolsillos ajenos, la modista que murmura con desaprobación a los vestidos de sus rivales, el mercader que deja de roncar a causa de los codazos de su esposa o los niños que juegan a atrapar zapatos y tacones bajo las butacas.

Más es en los palcos donde los susurros transportan mensajes importantes, donde los papeles vuelan de mano en mano, donde la vida de unos y de otros se encuentra a merced de una única nota. Aquellos que observan desde las alturas, los grandes burgueses y comerciantes de Horn no ven en Augustus Von Amadeu un simple maestre de orquesta. No, aquellos que han saboreado el poder en la ciudad saben que bajo su peluca, sus lentes de montura dorada y su nariz aguileña duerme la misma parca, que la batuta que escribe sobre el aire en realidad el filo de una guadaña que danza sobre sus cabezas.



Danza pues la batuta, toca la orquesta, y el maestre decide ,bajo su nariz aguileña y sus lentes de montura dorada.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Tilver »

Un microrrelato que surgió escribiendo una entrada de:
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Villajin escribió: Esa bitácora que no le importa a nadie
Amanecer.

-Tabernero, tabernero-allí estaban, el coro del Sombrero Boreal, parroquianos de los canales de la Rueca que aquel barco de vapor transitaba: "un barco de vapor de época transformado en un pub de época" según las guías turísticas. Fuente de la eterna juventud y biblioteca alejandrina para los que saben, para los que desean conocer.Pero sobre todo, para los que desean vivir.
¡De nuevo muchachos!¡tabernero,tabernero!
¿que quiere usted pasajero?
¡una rubia bien cargada!
¡lo lamento más mi mujer ya esta ocupada!
¿se caso usted con la cerveza?
¡matarme dejaria, tan solo por ella!
Yohou, yohou
¡Pasemos al ron!
Llegaban entonces las carcajadas, los silbidos, el oleaje de la cerveza en las jarras y el olor del tabaco de pipa. A su vez el piano ,que parecía dormitar entre la barra y el escenario, sentía el cosquilleo en sus teclas y pedales, provocando con sus notas un nuevo coro de voces y risotadas que danzan entre los presentes, los barriles y las banquetas hacia los ojos de buey, deslizándose entre un par de piernas para alcanzar la noche estrellada.

-Cuando el rio te llame...-tarareaba su dueño, agradeciendo con un gesto la petaca que le tendía su compañero.
-y la tierra te duerma-continuaba el dueño de la petaca, disfrutando del viento nocturno.
-agarra el petate...
-Que para eso tienes piernas-se tumbaron entonces en la cubierta y pedalearon al aire, gritando como descosidos, para terminar riendo nuevamnete. Calmados y sentados de nuevo volvieron a ser conscientes de la existencia del mundo, y de la petaca.
-¡Última noche en la ciudad!
-Lo que es más importante, última noche en el Sombrero.
-Terrible.
-¡Pecaminosos!
-¡Herético y altamente reprochable! ¿cómo se nos ocurre contentarnos con simple petaca? ¡merecemos más!
-¿Una jarra?
-¡Más!-el muchacho se levanta, con una teatral mueca de furia.
-¿Una botella? ¿un barril?
-¡Más aún!-salta hacia la popa, trepa por el tejado y se cuelga de la chimenea, oteando el canal con una mano-¡el horizonte! ¡el horizonte que conquistaremos al amanecer!
-¡Carpe diem Tom! Hablas del futuro como si el presente ya nos hubiera dejado.
-¡Hablo de las posibilidades, de los caminos que nos aguardan en la desembocadura de este nuestro pequeño mundo! Cruzando los patios de Oxford,admirando las ruinas cretenses, hipnotizados por los aromas orientales.
-¡Y sus bailarinas!
-Meditando en las cumbres de Tibet, rapados de todo prejuicio.
-Perdidos en las noches de la sabana.
-Besando con los pies tierra de fuego.
-Tantos destinos, bajo un mismo cielo.
-Bajo el mismo horizonte.
-Tantos...que la jarra será el primero,demasiado callados están ahí abajo-los dos soñadores, jóvenes,viajeros, caminan hacia una de las escotillas abrazados por los hombros, tarareando sin conocimiento-tabernero, tabernero

P.D: Erituantescasiqueestabasunpococercademolarperocomoquenorajadoperotodoconcariño.
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CaptainSoraking
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por CaptainSoraking »

He leído el título del tema y me ha entrado curiosidad. Veo que es un tema para compartir pequeños relatos y he pensado en alguno que tuviera por aquí. Resulta que Migeru propuso un día hacer un fanfic/relato de la banda verde (Helix Pirates). Hablamos para empezar a escribir este verano pero entre tantos proyectos no hemos empezado. Como veo que no se llegará a hacer (y si se hace intuyo que corto), comparto en este tema el "prólogo", por así decirlo, que hice a modo de prueba.
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Diario P, P de Piratita
Horario estelar: 20 de Julio de 2015 4:35 de la madrugada. Tipo de día: DSF (“día sin follar”). Casi tenía en el bote a una dulce camarera cuando Migeru me cogió de la oreja y me sacó a rastras de aquella taberna. Al parecer entró un marine pero que quiere que diga, ni me había enterado. Todo fue tan rápido que hasta el calipo se me cayó. Lo gracioso es que el marine se resbaló y cayó de boca jajajajaja.

Ha pasado casi un año desde la IV Guerra de Bandas y somos pocos los que quedamos en el Omastako. Akuma fue el primero en irse. Bueno, tampoco se puede decir que notáramos su ida. Después fue Yumi-yuu… jo… cada vez quedan menos mujeres en la banda. Bueno tampoco es que hubiera muchas. Aún me queda Vivi-chuan pero por más que le lance “indirectas” no me hace caso…. Crush se fue de cervezas y no volvió. Quini cree que está por ahí de fiesta en fiesta y Sora bromea diciendo que es como Bender, si no bebe alcohol se oxida.

Bueno estoy escribiendo esto porque Migeru quería que escribiéramos nuestras aventuras en la banda. Un tipo diario o algo así… creo que esto va a ser un borrador porque no se me da bien esto… ¿que digo? no sé… ¿estoy hablando conmigo mismo? ¡AAagh! ¡DUELE!.... creo que Bargas ha vuelto a intentar matarme. He sentido un fuerte golpe en el casco. Supongo que ha sido nuestra planta carnívora porque hay hojas por aquí tiradas. Jo, siempre intenta matarme… oye, ¿por donde iba?... ¡Ah si! ¡Tengo que escribir un diario!



¿Que?, ¡¿no he escrito nada?! ¡Si no he parado de hablar!... ¡¡¡AAAAH!!! Me creía que estaba grabando un audio jajajajajajajajaja

Que pena que un diario no se pueda hacer por audio. Sería más fácil… ¿debería poner una pirafoto? Creo que me voy a hacer un selfie… ya está… y ahora… ¿como lo pongo en el diario? ¡¡¡¡MALDITO DIARIO TE ODIOOO!!!!



Sora me ha hechado la bronca. Son casi las 5 de la mañana y todos están durmiendo. Bueno menos Bargas que al ser una planta está más activo por la noche… Yo estaba aquí jugando al pokemon y se me ha ido la hora… como siempre. ¡Se me ha ocurrido una idea! ¡Voy a hacer una broma telefónica! jijijijijijiji ¿a quién debería llamar? ¡Ya sé! ¡Glitch! Desde que se fue de la banda durante la guerra no lo hemos vuelto a ver pero todavía tengo su número de teléfono jejejejeje. Venga voy a llamar:



JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡SE LO HA CREÍDO! ¡LE HE DICHO QUE ERA LA POLICÍA Y QUE LO DENUNCIABA POR SUS NUMEROSOS GAMEPLAY DE SU CANAL DE YOUTUBE! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!

¿Y ahora a quién llamo? La próxima vez escribiré lo que hablo y lo que me dicen para el diario. ¡Ya sé! ¡Sora! ¡JEJEJEJEJEJEJE! Voy a marcar y pondré otra vez voz diferente…

(Marcando) (Sonando)

- ¿Diga?- preguntó Sora soñoliento.

- Buenas, soy la policía nacional…
- ¿Pira?-

- ¡AAAAH ME HA PILLADO! (RUIDO) ¡¿QUÉ ES ESO?! ¡¿UN TRUENO?! ¡SORA VIENE HACIA AQUÍ! ¡¡¡AAAAAAAAAHHHHH!!!!!


-Fin-
Aviso que no es para nada mi forma de escribir sino que hice el estilo de escritura del susodicho. Las pruebas están en mi fic XDDD
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Enganxao
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Enganxao »

Escribí una patochada una vez, es larga, para un concurso de relatos de Diablo.

Los que hayan jugado a esta saga, pues sabrán de bastantes cosas que se dicen, en concreto es del Diablo II.


Es de las cosas mas largas que escribí, y considero que cuando era algo mas joven escribía mejor, pero bueh. Esta copypasteado, no sé si se habrán guardado todas las cosas del texto. Tambien tiene algunas faltas por ahi creo, ahora q lo leo. xD
Spoiler: Mostrar
[...]
Hacía demasiado calor allí. Un camino entre un mar de llamas, con esqueletos que parecían salir de las mismas, y toda una horda de demonios se interponían entre nosotros y el Santuario del Caos.

-Debemos seguir.- comentó Eorl. -No podemos quedarnos parados, los demonios se nos echan encima. Hay un largo camino hasta encontrar a Diablo, y quizás él no sea el primer gran peligro al que nos enfrentemos aquí...
Sus palabras retumbaron en mi mente largo rato, mientras masacrábamos a unas grotescas criaturas y varios Urdars. Llegamos a una explanada ciertamente grande (para el estrecho camino que habíamos recorrido desde que bajamos aquí)dividida en 2 caminos, y me adelanté teletransportándome a observar en uno de ellos, viendo una especie de...¿forja?...

...¡Tu alma arderá en la Fragua del Infierno...!

-¡Corre Sylenne, corre! ¡Es Hefasto, el Fabricante de Armaduras!- gritó Eorl. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar el sonido de lo que era un martillo golpeando el hierro fundido. Reaccioné casi sin pensarlo: empecé a correr hacia atrás, usando el teletransporte cada vez que mis escasas fuerzas me permitían. Eorl corrió hacia delante, y a la vez, un grupo de criaturas salieron del suelo allá a lo lejos: gusanos que escupían veneno y sus crías, salían a decenas de los huevos detrás de Hefasto.

El gran demonio era muy rápido...intenté tirarle una Bola de Fuego, e incluso invoqué varios Muros de fuego para intentar pararlo... era inútil, ni se inmutó. Me puse "a cubierto" tras las espaldas de Eorl, y allí estábamos, los 2 ante una horda de bichos inmundos y de Hefasto, con muy malas proposiciones....

-Sylenne, tu fuego no herirá a Hefasto- dijo Eorl. Encárgate de los bichos, aunque sean muchos, podrás quemarlos en masa, e intenta matar a los grandes, son los que ponen los huevos. Yo me encargaré de Hefasto.
En ese mismo instante, Eorl con un Torbellino, se lanzó hacia Hefasto, que respondió con un severo grito de dolor. Me quedé atónita durante unos segundos, mientras pensaba que todo sería más fácil si Marcus estuviese allí . -Maldito Marcus, ¿dónde te has metido?- me dije a mi misma.
Volví a la realidad, y Eorl cedió metros a Hefasto, para que pudiese adelantarme y centrarme en la centena de gusanillos que venían a devorarnos. Me teletransporté y reuniendo todas las fuerzas que me quedaban, empecé a lanzar hechizos de fuego. Las Bolas de fuego, Muros de Fuego y Meteoros explotaban sobre los gusanos, que veían que no podían pasar a través de mí. Acabando con todas las crías, me dispuse a matar a los grandes, que empezaron a esconderse en la tierra. Recitando un hechizo, y aprovechando la oportunidad en la cual los gusanos habían salido para intentar poner más huevos, lancé mi conjuro: -¡Hydra!- . Una bestia flamante de fuego con 3 cabezas emergió del suelo y empezó a masacrar a los gusanos lanzando saetas de fuego.

Cuando terminé, miré hacia atrás para ver como Eorl también terminaba su trabajo: esquivando un martillazo de Hefasto, concentró su poder en un Torbellino que desgarró el cuello de Hefasto, liquidándolo.

-¡Odio este maldito infierno!- le grité. Eorl se apresuró a quitarle el martillo que aún yacía en las manos de Hefasto, y corrió a la Forja, donde usándolo, destrozó la Piedra de Alma de Mefisto.
-Debemos irnos- dijo Eorl. Cuando Hefasto apareció, yo estaba echando un vistazo en el otro camino, y observé a lo lejos una especie de ruta, y al final...pude verlo grande e imponente : El Santuario del Caos.

Descansamos un rato, y nos pusimos otra vez en marcha. La ruta estaba llena de bálrogs y más gusanos y encima, hechiceros molestos que nos tiraban algún que otro Espíritu de Hueso. Abriéndonos paso, llegamos al Santuario. Nos dieron una cálida bienvenida: más bálrogs, caballeros, hechiceros y una especie de espíritus que drenaban mi maná.
Nos dividimos el trabajo: él se encargaba de los demonios cuerpo a cuerpo, mientras yo me centraba en matar a los espíritus y a golpear a los hechiceros.
Finalmente, llegamos al centro: Diablo aparecería si liberábamos los 5 sellos que había en cada una de las 3 calles en las cuales se bifurcaba la gran sala.

Teníamos claro que habría demonios custodiándolos, y así fue. Tras liberar el segundo sello, aparecieron muchos espíritus comandados por el Gran Visir del Caos, pero que no nos causaron demasiadas molestias ya que los liquidé a base de fogonazos. El cuarto sello también traía compañía, muchos bálrogs que rápidamente se abalanzaron hacia Eorl, que se deshizo de ellos a base de Torbellinos. Sólo quedó uno que aguantó algo más, el Infectador de Almas que parecía que era el líder. Tras acabar con él , marchamos hacia el último sello, que también traía sorpresa...

-Esto me da muy mala espina, abre un Portal de Ciudad por si tenemos que salir huyendo- dijo Eorl. Obedecí sin más, y lo creé. Activamos el sello, y en principio no apareció nadie. Doblamos una esquina para volver hacia el centro, y sucedió. El Señor de Seis nos había estado aguardando junto con una tropa de caballeros demonio. Eorl intentó retroceder, pero ya era demasiado tarde, fue alcanzado por una maldición de Decrepitación. No tenía forma de escapar, los caballeros lo habían rodeado. Empezaron a golpearle sin cesar, y Eorl intentaba esquivar los que podía, pero estaba ralentizado. Intenté ayudarlo, empecé a lanzar bolas de fuego y meteoritos por doquier, pero no les hacía efecto... -A maldita hora me decidí a ser una hechicera de fuego...-pensé. Todo parecía perdido, Eorl iba a caer , yo era inútil en ése momento, hasta que sentí una fuerza inmensa en mis piernas...
De repente, escuché -¡Vigor!-, y miré hacia atrás: ¡Marcus!. Como un rayo, el paladín salió flechado en ayuda del bárbaro que, saltando sobre los demonios, dijo -¡Fanatismo!- y el aura de Vigor cambió. Golpeando a una velocidad increíble (de 5 en 5), destrozó a los caballeros, y entre Eorl y él, derrotaron al Señor de Seis.

-Gracias, Marcus- dijo el bárbaro. -No hay de qué, lo siento por llegar tan tarde...-respondió Marcus, casi ignorándome de que estaba allí.

De repente, sentimos una pequeña sacudida...y parecía que la luz se estremecía...

Justo después, un gran temblor sacudió la sala... y una voz tenebrosa se alzó en el aire.

...Ni siquiera la muerte puede libraros de mi....

El Señor del Terror había sido despertado.



Fragmento del diario de una hechicera novata.
Claaaaaaaro, claaaaaaro...
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WolfyLPDC
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por WolfyLPDC »

¡Epa!

Acabo de ver este post y la verdad es que qué gusto conocer gente con el gusto de escribir. He hecho algunas pasadas por encima y, a diferencia de muchos de vosotros, yo nunca he ganado ningún concurso de escribir nada.

No sabría decir exactamente cuando empecé, con unos siete años me gustaba escribir letras de canciones lentas. Con el tiempo mi pasión por el RAP me llevó a intentar hacer RAP, como todos, y pese a tener algunos cuantos temas grabados y alguna que otra colaboración lo dejé, me encantaba y se me daba de maravilla, pero odiaba la sensación de tener que adaptarte a un ritmo, de tener que buscar una base sobre la que escribir o cantar. Yo quería escribir y punto, y la solución fue obvia, la poesía. Escribo poesía en catatán y castellano y a veces me animo con relatos cortos de temática variada, aunque casi siempre oscuros y con tensión. He de admitir que llevo mucho tiempo sin escribir, por cuestiones personales (la inspiración es muy puta), pero tengo más de un centenar de poemas en mi blog, los cuales divido en tres libros. He tenido alguna que otra reunión sobre publicar mis obras y demás, pero soy bastante vago como para eso, y me agobia pensar que gano dinero con lo que hago, prefiero escribir sin pensar en a qué me lleva. Como le dije a una editora una vez, cuando me comentó modificar un poema para hacerlo más "cercano" al público: "Yo no escribo para nadie, escribo para mí y otros lo leen. Escribir es mi forma de estar conmigo". Bueno, tampoco es por contar batallitas.

Entre lo que pueda enseñar, pues tengo mucho, no sé, he escrito de mil formas y maneras, desde sonetos a versos libres sin rima ni forma... Lo que surja. Por poner...

Algunos sonetos de amor
Spoiler: Mostrar
Soneto II - Oda a tu cuerpo desnudo
Oda a tu piel nevada, a tu sonrisa,
a tu dermis de marfil calurosa,
al sabor de la unión tan hermosa
y al amor que esa mezcla requisa.

Oda a sentir en mi pecho la brisa,
melodía en suspiros de Diosa,
a tu espalda desnuda y preciosa,
y a gemidos ocultos en risas.

Escribirte es tan bello mi musa,
y componer sabiendo que te aman
con unos besos que todo lo curen.

La realidad del tiempo es reclusa,
y aunque sabemos que todo se acaba,
te prometo eternidad mientras dure.


Soneto IV - Queja a tu venus
Queja a tu monte, a tu Venus oscura,
a sus caricias de vida y de muerte,
que me atrapan cual parca desnuda
y me traen el castigo: Quererte.

Si amar es la dolencia y su cura,
dime: ¿Por qué confundimos con suerte
la pasión rozante a la locura
y el cruel malestar de no verte?

Pero luego me imagino sin ti,
y en ese pecho hay un vacío enorme,
que ocupaste cuando te conocí.

Por eso no puedo dejar tu piel,
quiero basar mi vida en tus pronombres,
ser siempre tu yo. Jamás tu aquel.
Algo más personal
Spoiler: Mostrar
Miedo
Somos miedo,
nos gobierna el miedo,
nuestro propio miedo a tener miedo,
a llorar, en guerra,
a morir, de hambre,
a sentir, la sangre,
fuera de sus venas.

Tenemos miedo,
a tener que coger un fusil,
a ir a la cárcel,
a ver como otros tienen miedo,
a que nos quiten lo poco que nos queda.

Pero cuando se pierde el trabajo,
la casa, la familia, el dinero, la vida,
cuando se pierda el futuro,
se pierde también el miedo.

NO.

El miedo nunca acaba,
sólo cambia de bando.


Soneto XIII - Bendito sea el día en que te mueras
Benito en el que mueras sea el día,
porque todos te conocen y te odian
y aprecian tu sufrimiento y celebran,
que sientas tu maldad en carne viva.

Y que llores y grites y el sueño
te rechace y tus ojos tinte en muerte
y sufras, mientras yo, por fin, celebre
tuya ida y vida mía, sin dueño.

No sé si te quiero o te odio, ¿Te odio
o te amo? Amaría el silencio si no
sonase tu risa en la oscuridad.

Y pido consejo, y me cuenta el folio
que quien te quiso de amarte murió.
Bendita sea tu muerte, soledad.

Solo
Solo, solo ante la noche,
ante la noche eterna y muerta sin el abrigo de tu piel,
sin poder acariciarla, ni besarla, ni besarte,
ni acariciarte: Por eso acaricio el papel,
y escribo en él lo que querría susurrarte a los oidos,
y mis dedos, corrompidos, se deslizan sobre el folio,
confundidos, pues de nuevo, confunden la blancura con tu piel.

Solo, solo ante un poema,
ante un poema eterno, que aún no ha sido escrito,
y que nunca acabará de estarlo, porque cuenta nuestra historia,
y a nuestra historia, ponerle punto, sería un delito.

Solo, solo ante el tiempo,
tiempo que podría ser nuestro, por eso escribo,
para que lo leas con mi voz y estar contigo,
aun sin estarlo, aunque lo estoy,
escribo con el alma para llegar a la tuya y erizarte el vello,
y que sientas en tu piel la poesía, nuestra poesía,
y acariciarte en un engaño a la distancia.

Solo, solo ante la espera,
espera de que la soledad sea de uno solo,
y uno solo seamos dos.
Algo clásico, a mi gusto precioso
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Soneto XIV - Calíope
¡Oh! ¡Érato! Mi verso hierático invoca el resplandor del sono de tu lira para renacer mediante la rima y así ver Sol a través de mi boca.


¡Oh! ¡Afrodita! Musa de toda mi obra, la más bella por haber y habida, devuélvele a mi inánime poesía la perfección que tú hallaste en las olas.


Y a ti, mi Calíope, tan fugaz cual romance, te ofrezco eternidad en el latir de mi burda existencia.


¡Mas vuelve! Vuelve si quieres mi paz, pues causa eres de mi soledad voluntaria en busca de tu excelencia.
Y por cambiar, os dejo un ensayo un par de ensayos filosóficos...
Ensayo sobre la existencia
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La muerte... ¿Cómo definir la muerte? Posiblemente como el último concepto con el que empezar un ensayo si quieres que alguien lo lea. El ser humano, antropológicamente, tiene miedo a aquello que desconoce, y el óbito, al ser tan peculiar e impensable, se adentra en el fondo de cada curioso ser que, pese a afirmar con la misma seguridad que va a morir como que el Sol cubre el cielo en cada amanecer, vive como si fuese a ver el alba eternamente.

La muerte no es un acto, es un proceso, una putrefacción interna que consume al ser desde su primera respiración celular hasta el último suspiro. Los días no se van, se acaban; no cumplimos años, los morimos; porque el tiempo que tenemos es finito y se te acaba lentamente mientras lees esto.


Solo somos animales, y como animales tenemos la obligación biológica de preservar la especie. Seguimos vivos con el único fin de sobrevivir. Seguimos vivos para seguir vivos. Tan absurda como sencilla es la existencia. Pero siempre, siempre buscando algo más: el mono se mató a si mismo cuando se hizo racional y se quiso sentir especial sobre el resto de los mortales. No somos mejores, no somos especiales, porque una vez convertidos en polvo nada nos diferencia de una rata; y sin embargo, no queremos ser una rata porque queremos pensar que somos mejores que ella. Pero no es la rata la que asesina a sangre fría a miembros de su misma especie ni la que porta enfermedades tan mortales como el egoísmo o la avaricia. Deberían gritar ellas al vernos y no al revés.

Pero no, nos empeñamos en buscar otro sentido a algo tan vacío como es la vida: estudiamos para tener un trabajo, trabajamos para tener dinero, tenemos dinero para comprar cosas que no necesitamos y sentirnos, de nuevo, algo más que una rata. Escapamos a través de vicios y rutina de la eterna condena de ser racionales y centramos cualquier esfuerzo en la máxima de ser felices. La búsqueda de felicidad es el motor que nos impulsa a seguir vivos.


Mas la felicidad, como elemento en su totalidad, es de fácil definición. La felicidad es la perdida y el fin de cualquier motivo anterior por el que seguir vivo como resultado de la conclusión de la búsqueda y el reencuentro o la aparición de una nueva razón por la que seguir existiendo.


Sed felices o morid, no hay término medio.
Assaig sobre el crepuscle (Para mi de mis mejores, pero está en catalán)
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S'acaba la nit sota un ritme constant i inevitable, seguint un ordre cíclic i necessari per a la supervivència. La foscor fou enemiga anit, s'endinsà en tot allò que coneixia i ho féu seu; mes no fou enemiga, fou mestra. Calgué saber entendre-la, banyar-se en ella... Fer-se un.


En un inici se'ns fou dita la veritat, innegable i càlida, propera davant l'abisme mental que ens produïa la ignorància, el desconeixement de la veritat com a estat nu davant la realitat. Se'ns fou mostrada la justícia infundada, la veritat establerta sorgida en els tractats històrics entre raó i sentits que acceptarem com a nostra. Acceptarem segles de debat i convenis enfront de la nostra pròpia visió, ens férem esclaus del saber col·lectiu i tractàrem de conèixer i saber, sumint-nos inequívocament en la nostra ignorància, acceptant com a veritat allò establert com a veritat i creient que aquesta saviesa infundada ens duria indubtablement a la llum de l'exterior de la caverna. Plató separà la veritat de l'experiència i la presentà en una distinta realitat d'on tot sorgí. Convertí la religió aquest nou món en un paradís etern i immutable i creà amb ell el concepte de Déu. Però llavors arribà la nit, i amb ella el crepuscle del que es deia establert, l'alliberament dels presoners de la ignorància acceptada en un món de llibertat de pensament, el trencament de les cadenes: les primeres morts.


Fou en la nit on començà la tragèdia. L'alliberament de les cadenes suposà per a l'home l'acceptament de la condemna de la llibertat, el trencament amb l'ordre establert i la impossibilitat de refugiar-se en mentires que se'ns havien dit veritats, i que gustosament haguéssem acceptat de nou si se'ns hagués permés; mes era innegable la mort de Déu i amb ella la consegüent desaparició del concepte de Déu, de la idea platònica i de la justícia infundada. Tot el que havíem conegut no era cert, i en conseqüència ens fou impossible creure en cap mena de veritat mes que en la mort, inherent biològicament a l'existència, com a única veritat absoluta enfront un nou món en tenebres i com a alliberació de la contundent autodestrucció del nihilisme. La nit sumí el món en el desconeixement de si mateix i situà la foscor i la tenebra com a culpables i amargues antítesis de l'alliberació que suposava la falsa creença en la llum platònica, la veritat infundada que fou en un mateix moment presó i refugi. Molts van sumir-se en la seua pròpia desesperació. Moriren morts, inevitablement, convertint-se així el passatge de Caront en l'acabament i l'alliberació d'un vitalici procés de putrefacció interna. Altres, en canvi, més aviat pocs, comprenguérem que la foscor ja existia abans de la invenció de la llum i de la nostra posterior submissió a ella. Comprenguérem la mort, l'acceptarem, i llavors, i sols llavors, ens férem nit.


S'acaba la nit i aquí hi som, aquells que hem comprés que és necessària la destrucció del que es coneix com a única via d'alliberament, capaços d'acceptar la negació de qualsevol creença establerta gràcies a la inevitable acceptació de la foscor, la ignorància original, com a interpretació més fidel de la realitat, la no-interpretació; convertint-se innegablement qualsevol visió de la realitat en una mentira a curt o llarg termini. Sabem que la veritat és antinatural en un món en constant esdevenir i, per tant, esdevé inexistent. El concepte de veritat no és més que la necessitat de la raó de sotmetre's a una creença enfront l'aterradora situació d'haver d'acceptar que res existeix eternament. Es tracta de la por, de l'aferrament al passat de la raó i cal arrancar-la bruscament de nosaltres mitjançant l'autodestrucció del que es coneix.


S'acaba la nit i apareix un nou dia. Tercera etapa.
...y algo de narrativa. Muy mía :P
No lo cerré los ojos
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Entonces la lancé al suelo. Apenas se defendía. Su cara era un poema de Baudelaire: mera tragedia, el goteo de las lágrimas difuminadas en los gritos. No dejaba de gritar, suplicar, pedir clemencia... Me encantaba. Sus suspiros eran oxígeno puro en mis pulmones; sus dedos doloridos intentando agarrarme sin fuerza las caricias más excitantes que había probado mi piel. Nadie podía negarlo. En aquel instante la única diferencia entre yo y Dios era mi mera existencia.


El silencio eran gritos y golpes y gritos. Y luego silencio y nada más que silencio y mi respiración excitada. Una sonata por sí misma, acompañada por el baile desbordado de una joven carmesí. No le cerré los ojos, quería que me viese poseerla. No era de nadie, pero seguía siendo mía, seguía mirándome asustada, temerosa, bella... Su forzado perfume acompañaba la ocasión. Tiré con agresividad de sus bragas, con deseo, ella era mía... No le cerré los ojos.
La vi mirarme a los ojos (Sencillamente brutal)
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Eran las cuatro de la mañana de aquel día que no olvido. O no quiero olvidar. O no puedo. Salía del bar de siempre, en la esquina de siempre, más tarde que nunca. Salía de ahogar penas en vasos de tubo, salía de llorar, de gritar, de maldecir lo triste de mi vida. Salía borracho, cansado, harto de toda esa escoria que se hacía llamar amigo para cobrarte el ron al final de la noche.


Intentaba evadirme en el camino a casa, a pie y sin tabaco, y con una estrella dentro de cada farola que se adentraba en mi cráneo y me causaba un profundo dolor de cabeza. Anduve un rato sordo, un rato eterno, que se volvió presente con una negación que rompía el silencio. Una, y otra, y otra. Cada vez más cercanas, más intensas, más dolorosas, más cargadas de un extraño llanto y de una voz más grave que exigía silencio y lo adornaba con insultos.


Más y más cerca, ya estaba a unos metros, ya estaba a mi lado. La ilusión se convirtió en realidad, la realidad en pesadilla y la voz grave en una espalda ancha que empujaba al suelo a una joven y blanca mujer. Ella gritaba, lloraba, suplicaba un mínimo de compasión. Pedía ayuda a alguien valiente, a alguien heróico, a alguien que, por causa del instante o de la bebida, no era yo. Pero no podía irme, no podía actuar, sólo lo vi, la vi llorar y desear la muerte. La vi sufrir, morir para el resto de su vida, la vi violada por una bestia con cuerpo de hombre. La vi gritando socorro, pidiendo auxilio antes de quedar insconsiente. La vi mirarme a los ojos.
Sobre la mesa del fondo (Esto es realmente una conversación de WhatsApp xD)
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-¿Si pudieses elegir una persona con la que pelear ahora mismo, viva o muerta, a quién elegirías?


-No me gusta pelear.


-Tragedia.


-Estoy en la cama a punto de dejar el móvil y acostarme, algo cachonda. Ahora mismo follaría, un poco salvajemente si te sirve.


-Te imagino mirando hacia arriba en la cama, tranquila, y a mí entrando en tu habitación y sentándome sobre tu cintura, sin apoyarme. Mi pecho contra tu pecho, mi cara recorriendo tu pelo, oliéndolo, bajando poco a poco, respirándote en el cuello, haciéndote notar lo dura que la tengo encima de tus bragas, aún por quitar.


Te comería las tetas, posiblemente: lamería tu cuello y bajaría, me molestaría la camiseta, la lanzaría -el sujetador es cosa tuya, como siempre- y llegaría a los pechos, -técnicamente sólo a uno, el izquierdo, mientras acariciaría tu pezón derecho con mi respectiva mano-, me arquearía sobre ti y te bajaría la mano al coño. Y volvería a hacer notar mi polla. Cachondos los dos, sin pensar en nada; y sin embargo libres, animales por unos instantes.


Bajaría la cabeza oliendo poco a poco, con los ojos cerrados, acercándome a tu olor más íntimo. Somos animales, y no hay forma más animal de poseer a una persona que olerla. Te bajaría las bragas, fuerte, de un tirón; te pasaría la lengua sutil y sin pausa, un par de pasadas; me bajarías los pantalones a medio poner y pararías por el jodido botón del tejano mientras yo seguiría cautivo en tus pechos, en su textura lisa y su agarre perfecto, sin ser esponjoso ni excesivamente duro.


Dentro. Con fuerza. "Oh" -diría el primer gemido- ¿Demasiado fuerte? No hay fuerza. No la hay. Somos. Hacia delante y hacia atrás asíncronamente. No hay que caer en la rutina, en ningún lado. Y menos en el sexo.


Y seguiría, seguirías, seguiríamos. Ah, nos encanta. Girarías para ponerte a cuatro patas sobre el mueble del fondo. Te cogería por la cintura, apretando, haciéndote daño sin que me importase hacerte daño, sin que te importase que no me importase -somos animales preservando la especie, sólo eso, y nos encanta dejar de ser humanos- lo haríamos fuerte.


Dejarías de apoyarte con las manos sobre el escritorio rendida de placer sobre ella, donde tus pechos aplastados encajarían el movimiento de vaivén de mi cintura durante cinco, diez, veinte minutos hasta correrme. Y gemirías. No es tu primer orgasmo, aunque ya en tu sospecha que no iba ser el último que tendrías conmigo, y simplemente nos rendiríamos. Caídos sobre la mesa.


Te abrazazaría por la espalda y volvería a sentir tu pecho. Y tú volverías a sentir mi polla. La noche es larga y tú aún no has estado encima.


-¿Qué coño se contesta a todo eso?


-Gandhi, yo supongo que me pelearía con Gandhi.
Y creo que ya hay suficiente como para que me odiéis. Si a alguien le gusta y le interesa, mucho más en mi blog:
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Weirdo
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Weirdo »

Uau, vi este tema y me encantó. Compartimos un sueño y eso ya es una forma de ganaros mi respeto, porque además muchos por no decir la mayoría sois mejores que yo.
Yo...
Bueno, escribo poesía.
No he ganado nunca nada, sólo he quedado finalista en un concurso internacional y la Asociación de Escritores Noveles me ha llamado a casa para hablar sobre publicarme en un futuro, pero publicar es caro y por eso sigo presentandome a concursos con la intención de que me editen.
Salgo en tres antologías, si no me equivoco.
Llevo escribiendo bastante tiempo, si os digo la verdad. Todo empezó con 13 años y porque yo en clase no era muy popular, así que llevaba libros o mangas y me ponía a leer, hasta que un día se me olvidó mi libro en casa. Entonces pensé que aunque no fuese a salir nada digno de mención me pondría a escribir. Llené una libreta de poemas. Escribir se convirtió en un vicio y una forma de expresarme. Mis profesores alucinaban con la calidad de mis obras, pero no ha sido hasta hace un año o así que empecé a presentarme a concursos online, y estoy a la espera de contestación de la petición de candidatura a mi primer Poetry Slam. Siendo sincera, me gustaría presentarme a concursos locales para tener más probabilidades de ganar, pero bueno, supongo que ya llegará mi momento si es que valgo de verdad. Tengo un libro escrito, y en un documento de Word al que he bautizado cómo 'Cartas' escribo prosa poética. Bueno, más bien son desvaríos míos cuando no tengo más remedio que expresar mis sentimientos y no se hacerlo mediante versos.
La verdad había dejado mi sueño un poco de lado hasta que ví 'Adult World', película protagonizada por mi Evan Peters y Emma Roberts, que habla sobre cómo una poeta intenta buscarse la vida para publicar, la recomiendo, de verdad. Bueno, os dejo mi blog:
http://www.poetademadrugadas.blogspot.com
Ahora mismo no suelo publicar, me lo quedo para mi o lo comparto con otros escritores. Espero que no os extrañe que a algunos de aquí os abra MD porque me parecéis realmente interesantes y me gustaría conoceros. :3
Eso es todo, creo.
Estaré atenta al tema, para comentar con vosotros lo que posteéis.
Y...
¿Por qué no hacemos un concurso de poesía en el foro?
Sólo digo, ya que hay uno de relatos... :)
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Lestrang
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Lestrang »

Buenas!
Hacia mucho que no miraba este tema, que pena que este un poco olvidado. He estado un ratillo mirando las ultimas aportaciones, y, si me permitis el comentario:
WolfyLPDC escribió:...
Me ha encantado el ensayo sobre la existencia. Pero mogollon de mucho. Y en la parte de "algo mas personal" no puedo evitar sentirme un poco identificado con la primera composicion que has posteado. A ver si en los proximos dias los examenes post-navidad me dan un respiro y me pongo al dia de lo demas que has subido ^^
Weirdo escribió:...
Me he metido al blog, y aunque no soy muy amigo de la prosa poetica, tengo que decir que me ha gustado bastante, sobre todo, el "carrusel llamado alma". Y que de fondo suene imagine dragons ya me ha llegado al almilla.

Y bueno, con motivo de navidad, dejo mi mega pequeño grano de arena para revivir un poco el tema, un micro relato de estos que acaban siendo no tan micro. Supuestamente tenia que ser una justificacion a la existencia de Papa Noel (estos temas tan SUPER ingeniosos que te ponen en bachiller :gota:), pero a uno se le va la mano y salen estas cosas...
Bueno, tanto si gusta como si no, a ver si este tema recupera un poco de su antigua gloria, que no estaria nada mal.
Aqui os lo dejo (soy vago hasta el punto que ni titulo le puse :roll:):
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Recuerdo a aquel niño. Con total claridad. Al fin y al cabo, no era para menos, pues era un niño especial: era de mediana estatura, ojos marrones, pelo castaño, pómulos sonrosados y ojos curiosos. Y, como todos bien sabemos, aquel incapaz de controlar la curiosidad de sus ojos, acaba por sumir su cuerpo y alma al completo en curiosidad. Recuerdo también que vestía una camiseta, pero no una cualquiera. Una de esas tan modernas y conocidas, de las que tapan el torso y cubren los hombros por medio de dos finas mangas. También sus pantalones eran algo peculiar: dos perneras encajaban entre sus caderas, y la extensión de las mismas lo cubría hasta la altura de los pies. Incluso me atrevería a decir que, si la memoria no me falla sus zapatos tenían suela y cordones. Al fin y al cabo, era un niño especial. Pero incluso él compartía una característica con los demás: al nacer, no era capaz de comprender la felicidad. El tiempo pasó para él y, poco a poco, todos los otros niños comenzaron a sonreír, reír y jugar.
Llegaban los días de radiante sol y brisa suave, de paseo y de magia, y el niño se sentía triste. Llegaban las fiestas escolares, locales y nacionales, y el niño seguía siendo triste. Incluso pasaban los cumpleaños, y el niño, algo mayor en estatura, no era feliz. Y para este niño, la Navidad no era una excepción. Toda la familia cantaba, toda la familia brillaba. Con el tiempo, toda la familia bebía. Y, ante todo, toda la familia disfrutaba. Todos, menos por supuesto nuestro joven amigo. Pasaron los años y, de repente, llegó un momento en el que la familia del niño desapareció casi por completo. Parecía que una niña, de la misma edad que nuestro protagonista, los había sustituido. Sólo los familiares más cercanos del niño volvían esporádicamente, para solucionar algún aprieto, para algún evento, por alguna causa aislada. Y tan solo una vez al año, la niña y la familia compartían su tiempo con el joven a la vez. Pero, entre risas y brindis, todos se preocupaban por no poder compartir su júbilo con aquel niño. Trataron de animarlo para que fuera como ellos, que fuera feliz. Muchos años pasaron, y cada vez sus esfuerzos eran mayores. El pequeño ponía de su parte, pero siempre acababa por ser un intento fallido. Tanto lo intentaron con tan nefasto resultado que, finalmente, cayeron en la frustración. Y, una noche, entre lágrimas, la niña le preguntó: “¿Acaso no existe nada en este mundo que haga a este niño sentir ilusión?” La niña, ahora triste, se marchó. Y, con aquellas palabras, el niño triste se derrumbó. Sufría por no entender a aquellos que quería, no poder disfrutar de su compañía, que ellos pensaran que no les apreciaba cuando sí lo hacía pero, simplemente, no sentía felicidad. Lloraba día y noche, mientras buscaba en su mundo algo que le hiciera feliz. Y, a cada intento, cada vez se sumía un poco más en la espiral de frustración que había arropado a sus seres queridos hasta hacerlos desaparecer. Ya no había eventos, no había cumpleaños, no había nada. Un día, esa espiral estuvo a punto de hacer desaparecer también al niño. Pero, esa mañana, un mensajero trajo un paquete. El repartidor se disculpó con gran pesar por la tardanza. El niño se sorprendió, puesto que no comprendía cómo, a veces, algo que no has pedido puede llegar tarde. No estando de humor para ser objeto de la broma que creyó que aquel hombre pretendía, rechazó el paquete ante la insistencia de su portador. Acabó por cerrar la puerta en sus narices, con llave, bajando las persianas. Encendió el niño entonces una hoguera y se sentó en el sillón a leer el periódico mientras fumaba en su pipa. El fuego de los troncos protegía su frágil casa del congelador diciembre. Estuvo allí durante varias horas. Poco a poco, el niño triste comenzó a llorar. Lloró tanto, que sus lágrimas extinguieron el fuego de la hoguera. Aún más poco a poco, el niño comenzó a quedarse dormido. En su sueño, vio a su familia rodeando su sillón, y a la niña agarrando su mano. Todos juntos miraban a la hoguera, de donde emergían sonidos extraños. Y es que aquel repartidor había trepado la casa y, bajando la chimenea, trataba desesperado de completar su entrega. El ruido era cada vez más intenso. Por fin, apareció una figura robusta embutida por un uniforme de repartidor, de color rojo con detalles blancos. Su barba, antes puramente blanca, quedaba ahora oscurecida por el hollín. El hombre se atusaba el atuendo mientras profería quejas sobre sus gafas, que se habían roto en el proceso. Antes de despertar, el niño vio cómo aquel hombre dejaba el paquete en la mesa de su salón. Después, en tono muy bajito, se acercó al niño y le dijo una última vez: “disculpa la tardanza, mi buen amigo”. El niño despertó con un brinco. Su miedo le imploraba no mirar la mesa de su salón. Pero sus ojos curiosos lo traicionaron. Allí estaba el paquete. Se levantó, y, aún temeroso de su significado, el niño curioso lo tomó entre sus manos. De él colgaba una etiqueta. No figuraba destinatario ni remitente, tan sólo una palabra: “Ilusión”. Un dibujo de un pequeño grupo de personas abrazada decoraba la etiqueta. En el reverso, en letras grandes y de bellísima caligrafía, podía leerse: “FELICIDAD”.
Un poco oscurillo y triste, pero la intencion es que sea a la par amargo y enternecedor, el resultado ya juzgareis vosotros.
Un saludo!
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The heart of an Eagle
Firma gracias a Natthy y avatar gracias a Howl7
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