CAPÍTULO 3- OUT IN THE FIELDS
- Spoiler: Mostrar
- Antes de seguir contando mi historia deberéis conocer la importancia de los símbolos en mi civilización y las guerras que acontecieron hace mucho tiempo. Esta es la historia que nos cuentan a todos.
<<Hace 10000 años Kiera diosa de la luz y Halon dios de la oscuridad decidieron detener el destino de las personas y poder controlarlos ellos mismos. Los primeros planes que tuvieron funcionaron bastante bien, pero llegado el momento de decidir que hacer con los humanos, no se pusieron de acuerdo. Halon nos quería para conseguir su propósito de dominar la tierra de los humanos, y Kiera nos necesitaba para destruir cualquier civilización que se interpusiera en su camino, ella lo llamaba el bien supremo. Todo esto conllevó a una guerra entre el "bien" y el "mal", cada uno de estos dioses se preparó poniendo sus símbolos en las espaldas humanas para controlarlos. La primera guerra no fue gran cosa, ninguno de los dos combatientes ganó, pero a partir de este empate, Kiera y Halon crearon sus propios dioses a su servicio, y otra guerra aconteció en el mundo. Pero un hombre se alzó, un hombre sin símbolo que quería destruir la enfermedad que los dioses habían traido al mundo. Solo era uno, daba igual quien tuviera razón, daba igual de que religión o a que dios pertenecieran, porque en los campos la batalla había comenzado, en las calles caían de uno en uno, y de los cielos mil morirán cada día, Eso alguien tenía que detenerlo. Mitsuray que así se llamaba este guerrero peleó en la batalla de los dioses, mató, degolló y consiguió llegar hasta Kiera y Halon que estaban luchando en medio del campo de la batalla. Ahora nada podría detener a Mitsuray. Corrió hacia los dioses que tanto odiaba, no eran buenos ni malos, solo luchaban por sus propósitos, lo mismo que hace todo el mundo. La lucha no duró mas de 3 segundos, ¿como iba un simple hombre a matar a dos dioses supremos?. Pero hubo algo con lo que estos dioses no contaron, un hombre sin símbolo acababa de morir, eso no pasaba desde hace mucho tiempo y se habían olvidado de que les ocurría a los destinados a morir. Con los símbolos a los hombres y mujeres se les quitaba la libertad y al morir desaparecían del mundo para siempre, pero los destinados a morir volvían, y Mitsuray volvió, ya no podría luchar pero si atormentar a los dioses. Paso mucho tiempo atormentándolos hasta que los dos dioses se cansaron e hicieron un pacto para matar de una vez por todas al hombre sin marca. Con la ayuda del resto de dioses menores, sellaron a Mitsuray en el mundo de los olvidados para que no pudiera volver a salir de allí. Aún así las luchas no terminaron, con el paso del tiempo las religiones dieron paso a decir lo que siempre se piensa que la diosa de la luz era buena y el dios del mal debía desaparecer, por tanto cualquier persona que tuviera el símbolo de Halon debía morir. Poco a poco Kiera fue ganando la guerra gracias a la ayuda de míseros humanos, y dicen que al ver que estas criaturas creían en ella cambió sus planes para cuidar de nosotros, y así fue como pasó. Este fue el final de la segunda guerra, pero la tercera no tardaría en llegar. Halon no solo tenía el poder de los humanos subordinados, de los cuales solo sobrevivían 2 de cada 10, Halon también poseía el poder de entrar en el mundo olvidado, y allí entró, e hizo un trato con Mitsuray. Si este le ayudaba, Halon le devolvería la vida y le concedería un deseo. Mitsuray aceptí puesto que estar encerrado allí le enloqueció y le hizo pensar como un loco. Halon provocó un ataque a Kiera, fue demasiado potente y dejó a esta sin reservas militares. La primera guerra duró 2000 años, la segunda 4000 años, quién sabe cuanto durará la tercera>>
Esta es la historia de mi civilización, espero que entendáis como me sentía por ese entonces cuando escapamos de mi pueblo. No es una parte de mi vida que quiera recordar, pero no quiero que mi historia se olvide, no quiero que se me olvide a mí, por eso escribo mis memorias. Puede que en este momento me esten buscando, pero yo le juré que lo escribiría y eso el lo que haré, y al que esté leyendo esto el pido por favor que proteja este libro, lo guarde y cuente la historia, porque muchas verdades serán reveladas y cualquier cosa que creyeras ya no tendrá fundamento. Mientras escribía esto una la puerta de mi casa se abrió y una figura alta emergió detrás de ella.
-Cuanto tiempo- dijo una voz grave.
-No puede ser-exhalé un grito de conmoción.
-Si, soy yo.
-¡Naku!-grité corriendo hacia él-pensé que habías muerto.
-Pues te estaba buscando-me miró a los ojos.
-Tú no eres Naku, ¿quién cojones eres?
Levanto el puño en el cual tenía una daga.
-Felices sueños- dijo golpeandome la cabeza.
Me desperté en una sala oscura de piedra mojada, era una celda, en ella estaba mi mesa con mi libro para seguir escribiendo mi historia.
-Se te condena por asesinato y por no respetar las leyes-se escuchó una voz lejana- Pero serás perdonado si escribes tu historia en menos de una semana.
-Pero eso es imposible, tendría que estar todo el día escribiendo.
-Pues estate así todo el día.
Me senté en mis silla pero cuando me disponía a escribir unas lágrimas afloraron de mis ojos, todo lo que había sucedido era culpa mía, las elecciones que hice, por culpa de ellas la gente sufría. Intenté no pensar en ello y continuar escribiendo. Queridos lectores, yo ya no tengo nombre, no tengo por lo que luchar, puede que estés sufriendo por culpa mía. Vosotros por lo menos ya tenéis vuestros destinos, el mío es morir, eso es lo único que sé, y lo único que te pido, como ya he dicho muchas veces es que me recuerdes y no te olvides de mí, porque mi vida depende de ello.