Panteras Negras V2.

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yupi
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por yupi »

Trafalgar Law Pirate escribió:
PokeBaal escribió:Bueno, después de varias amenazas de muerte hacia mi persona, el día en que Poke se dignara en leer este Fanfic ha llegado (?).
Solo me he leído hasta el tercero, de momento. La cosa va bien encaminada, aunque por ahora no es nada que me mate, aunque entretiene.
Una duda, entiendo que Jhon tenga los poderes de la Bomu Bomu, ¿pero como hace para que su espada se convierta en una pantera? ¿O he leído mal?
La única contra que le puedo llegar a encontrar de momento es el inicio (si, a ti te hablo anty :3). Esta repleto de clichés y ni hablar de que es extrañamente similar al inicio de un vídeojuego de PSX llamado Threads of Fate xD
Pero bueno, al fin y al cabo es la base, ya daré una opinión mas acertada cuando termine el volumen 2.
Y lo que destaco, es la buena organización que tienen para ir enlazando sus capítulos como si fuera escrito por una persona xD
También es bastante interesante, ver como cambia el estilo literario en cada capitulo.
Lo están haciendo bien, felicidades, ya me pondré con el cuarto capitulo.
Saludos!
Yo los llamaría "cariñosos avisos" antes que amenazas de muerte xDDD

Me alegro de que de momento te vaya gustando (creo que esto va en nombre de todos). Mi sensación es que hasta el tercero es más bien una introducción, y a partir de ahí ya empieza la saga de... Ya irás viendo xDD. Disfrútalo con salud xDD

Sobre el título, comparto la opinión de anty, prefiero poner el nombre de un capítulo del tomo a uno inventado.

De momento, tras la intervención de Tony, la cosa va:
- Capítulo de Bargas: 2 votos
- Capítulo de wilda: 1 voto


Si el cuarto juez (yupi) vota por el capítulo de wild, propongo que el voto ganador lo decida Garrak, que se lo está ganando xD

Un saludo!!
El voto lo tenía decidido desde ayer, pero por la falta de tiempo (esa que aún ahora tengo, cosas de dormir como una marmota, comer y salir a la calle toda la tarde hasta la hora de cenar e irme a la cama) no pude poner las críticas bien explicadas

Mi voto va para Bargas, por los siguientes motivos:
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-Respecto a lo de que La Marina quitaría a Hunter como shichi, eso es lo que espera Tallans...precisamente POR ESO es su descontento, ver que, a pesar de lo que hizo, un simple frasquito les vale para tapar todos sus crímenes y mantenerlo en ese lugar privilegiado...eso sí, me gusta más como está el periódico de wilda, así que si puede ser pienso que quedaría muy bien en los próximos caps que en el periódico aparezca el fragmento de Hunter shichibukai que puso wilda

-Uno de los factores que me hizo decantarme por el cap de bargas es el asunto Log Pose (o Eternal Pose en este caso)...imaginate en la cabeza de Anthony por unos instantes, cuando planean robar el barco...¿iban a subir a un barco sin llevar un Log Pose, sabiendo que eso es la muerte en el Grand Line?...porque él podía deducir, pero no saber con certeza, que había un Eternal Pose en ese barco...preferí por eso el que se lo diera Krauser, aunque fuera un poco DEM, que decir que subían sin saber con certeza que había uno, pues, aunque sea normal en esos barcos, me parece un DEM del mismo tamaño como mínimo (eso sí, ambos caps habéis solventado muy bien ese asunto :ok: )
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Luchar contra el más fuerte es la mejor manera de entrenarse
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wild animal
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por wild animal »

Primero que nada debo felicitar a Bargas por su victoria, siempre es bueno perder ante un buen capitulo y como dijo Yupi, lo de la traición es la escusa para la salida de Tallans.

Por mi no hay problema en que metan alguna escena del capitulo, sobre todo lo del G3 con Cyrus o el periodico. Lo de Cyrus podría dar mucho juego a futuro, y sobre todo el hecho de que la marina esta viendo que John y los panteras siempre estan en medio de todo y los ven como culpables, asi les prestan atención.

Me gustaria hacer una petición, un casi (por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor por favor ). Puede en el siguiente capitulo aparesca Van, sé que no puedo decidir pero pido si pueden tomar en cuenta las siguientes caracteristicas, POR FAVOR LEER :cry: :
Van:
  • Usa un traje y una bufanda blanca (esta ultima de su hermana).
  • No tiene piedad, es frio, astuto.
  • Ama el crimen (robar, pelear, etc).
  • Se guia por el honor.
  • John salvaria o perdonaria su vida y desde ese momento le es totalmente fiel.
  • Es un gangster 100%, casi siempre fuma un puro.
  • NO es serio, suele hacer bromas o decir tonterias (le gusta la vida relajada).
  • Ama las cosas finas, ropa, licor, mujeres, puros.
  • Es bueno peleando, pero se cansa muy rapido (en realidad le duele usar su fruta, por eso trata de hacer peleas cortas). Su energia es infinita pero le duele.
  • Al principio no controla totalmente su fruta, solo lanza rayos y se hace intangible (su cuerpo es muy caliente al ser plasma).
  • Tiene buena fuerza y resistencia y mantra.
  • Le duele el ser atravezado por metal
  • Conoce de navegación (es listo), y siente el electromagnetismo de las islas.
  • Su sueño es encontrar a su hermana.
  • Mugi mas parecido: Franky


Garrak me pregunto como podría ser la isla nueva, le dije que todos la pueden hacer como quieran, pero por si acaso alguien no tiene ideas o quiere referencias o inspiración pongo la idea original.
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Como dije, esto es por si a alguien no se le ocurre nada, espero les sirva.

Si alguien leyó todo lo de Van muchas gracias, les debo un helado.
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TonyTonyRaul
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por TonyTonyRaul »

Primero de nuevo felicitar a Bargas por haber ganado con su capítulo, pero descansa un poquito hombre que va a parecer que el fan-fic es tuyo :lol: xD.

Wild, gracias por los datos de Van se me ha ocurrido una entrada suya espectacular y a lo mejor planteo capi solo para ponerla.

Y ahora una fruta que se me ha ocurrido mientras jugaba al Final Fantasy IV, y eso que no soy de este tipo de juegos.
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Eido Eido no mi(nombre variable):Fruta tipo zoan mitólogica, permite al usuario en convertirse en un Eidolón, un dragón mitólogico tipo serpiente blanca, este dragón es capaz de convertir totalmente su cuerpo en niebla para evitar todo tipo de ataques, además tiene un aliento capaz de congelar a todos los que entren en contacto con él.
Bien ¿que os parece?
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Garrac Garrak
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Garrac Garrak »

La Eido Eido No Mi mola! XD

Por cierto, ¿Debería haber alguna forma especial de acceder a la isla? Puentes? Blind Lizards voladores? ¿Cuerdas? ¿Puede Tony transprotar una persona mientras vuela?


Mmm... pues a mi también me gustaría proponer otra fruta:
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Camo Camo No Mi: le permite al usuario transformarse en cualquier objeto: tazas, mesas, lámparas...Así, da igual si el objeto es más pequeño que el usuario, siempre podrá seguir transformandose, y aunque esté en forma de objeto seguirá respirando y comiendo como un ser humano.
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Vito Corleone
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Vito Corleone »

Bueno, tal y como prometí, he aquí mi propuesta para el capítulo 31. Espero que sea de vuestro agrado. Por cierto, creo que hay partes dignas de leer por la noche xDDDD
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Capítulo 31: Ciudad Porcelana

- ¡¡Madre mía!! -exclamó Anthony, maravillado por el paisaje que se extendía ante sus ojos.- ¡¡Qué espectáculo!!
- No tengo palabras para describir esto... -farfulló Tony.- ¿Rocas flotando, sobre las cuales hay ciudades erigidas? Supera los límites de la imaginación... ¿Qué habrá bajo esos pedruscos?

Los dos jóvenes estaban embobados ante la majestuosa figura de aquella isla, y John trató de hacerles reaccionar pasando enfrente de los dos haciendo el mono, para llamar la atención.
- ¡¡Eeeeeeooooo!! Chicooos... ¿hay alguien en casaaaaaaaa? -preguntó, en un tono más bien burlón.

Anthony y Tony menearon de la cabeza, como si se hubiesen recuperado de un estado de Shock. Miraron a su alrededor y vieron a John, de brazos cruzados y moviéndose nerviosamente, torciendo la cabeza hacia el corazón de la isla en señal de ansiedad por ir.
- De acuerdo -dijo Anthony, mientras esbozaba una sonrisa, y comenzó a caminar.- Vamos allá.

Caminaron unos cuantos minutos hasta llegar a una especie de esclaera de mármol, que conectaba tierra firme con una de esas moles flotantes. Tony y John se acercaron al acantilado que había entre el lugar en el que estaban y el lugar al que querían ir, y se toparon con un panorama que no se esperaban pero les fascinó.
- ¡¡NO SE VE EL FONDO!! -exclamaron ambos, llenos de entusiasmo, y le miraron a Anthony medio llorando, como pidiéndole realizar una pequeña e improvisada excursión.
- Ni hablar -contestó Anthony negándoles la mirada, y comenzó a caminar por las escaleras. Tenían una anchura considerable, comparable a un gran dificio. Anthony calculó que por ellas podían caminar veinte personas de la mano sin estorbarse. Eran escaleras que hacían de puente, de alguna manera. Si las seguía, llegaría a la parte oeste de la ciudad que sostenían las cuatro montañas. Giró la cabez y vio como John y Tony le seguían, con la cabeza baja y claros síntomas de depresión. Se tambaleaban y de vez en cuando se caían, levantándose de nuevo y siguiendo con su ridícula procesión.

Tony estaba por los suelos cuando un relincho alteró a Anthony, que se mantenía sumido en sus meditaciones. Unos caballos blancos aparecieron tirando de un coche, de pronto, delante del joven. Le esquivaron mientras este seguía en estado de shock, y el cochero frenó a los caballos a tiempo para que no pisotearan al pobre Tony, que tarataba de incorporarse. El cochero, enfurecido, se dirigió a Anthony.
- ¡¡¡¿QUERÉIS ANDAR CON UN POCO MÁS DE CUIDADO, POR EL AMOR DE DIOS?!!!
- Lo sentimos señor, somos nuevos aquí y no nos esperábamos tan repentina aparición. Prometemos andar con más cui... -el cochero no le dejó acabar la frase.
- ¿Adónde vas, joven? -preguntó, tras ver la dirección que llevaban los -casi atropellados- muchachos.
- No lo sé, a esa gran ciudad, supongo -contestó el joven. Tony al fin se puso en pie. El cochero puso un semblante serio, y tragó saliva.- Buena suerte, jóvenes -giró la cabeza hacia atrás, mirando hacia la blanca y reluciente ciudad que tenía a sus espaldas, y volvió a dirigirse a Anthony, esta vez con más discreción y medio susurrando.- No corren buenos tiempos en WolkenBerge. Os recomiendo que os vayáis cuanto antes. ¡¡Hia!! -exclamó, y reanudó su camino, sin volver la vista atrás de nuevo.

Anthony se quedó pensativo. Entendió que hubiese peligro en aquella isla, pese a que su apariencia invitase a pensar lo contrario, pero lo que vio en la cara de aquel hombre era MIEDO. Tenía mala cara, una frente arrugada -fenómeno provocado por el estrés, sin duda alguna- poco pelo, y lo poco de cabellera que tenía era blanco. Supo al instante que en ese lugar se cocinaba algo en lo que él no querría meterse, pero al mirar a John y a Tony, que seguían mirando melancólicamente el abismo que tenían a sus pies, suspiró con resignación.


Siguieron caminando por las escaleras, las cuales parecían interminables, y a cada minuto que pasaba los jóvenes se sentían más aburridos. Anthony comenzó a sentir un ligero dolor de cabeza, que a cada minuto que pasaba se volvía más fuerte. Lo propio les sucedía a John y a Tony, aunque estos seguían pegados al borde del puente, a la espera de que Anthony cambiase de parecer y les dejase ir hacia aquel inhóspito lugar que era el vacío.


- Mierda... -dijo Anthony, agarrándose la cabeza.- Menudos dolores...
- Yo también tengo... -comentó Tony, completamente sonrojado por el dolor de cabeza.
- Y yo... -añadió John, cabizbajo.
. Pero... es curioso... -habló Anthony, como si se hubiera dado cuenta de algo de lo que no se había percatado.- Normalmente los dolores de cabeza suelen ser provocados por la presión del aire, resfriados, fiebres... y nos hicimos un pequeño análisis médico al salir de Drum, así que estábamos sanos. Y esas causas, sobre todo la de la presión del aire, la cual creo que es la más probable de ser la causante de nuestro dolor, provocan una presión que va de arriba a abajo... y esto va de abajo a arriba. Ciertamente es extraño... Joder, qué calvario -se quejó nuevamente.- Sigamos andando, aquí no haremos nada.

Siguieron caminando durante un buen rato, y el dolor de cabeza comenzó a diluir. Llevaban cerca de tres cuartos de hora caminando por el puente, y aún les faltaba cierto camino, aunque calcularon que en diez minutos llegarían.

Los cuatro picos que protegían la ciudad eran mucho más grandes de lo que parecían desde la lejanía, y la blanca ciudad brillaba en el centro. John y Tony ya habían asumido que no visitarían el abismo todavía, pues tenían más cosas que hacer.
- No es tan terrorífico como nos lo han pintado... -murmuró Anthony, mirando con aprobación el paisaje.- Aún no me creo que este lugar es de verdad. Parece un cuento de hadas...

En esto, llegaron a la más grande de las rocas flotantes, la que albergaba los cuatro picos y la ciudad. Esparcidos y flotando encima del vacó había más rocas -más pequeñas- que estaban conectadas al sitio en el que estaban ellos. Identificaron la enorme puerta que daba al interior de la ciudad, una puerta de unos veinte metros de altura, en la cal había grabadas distintas escenas. Era obvio que eran muy antiguas, pero a Anthony le llamó la atención el material en el que estaban grabadas.
- Es... porcelana -dijo, reparando minuciosamente en cada detalle de aquellas obras de arte.
- Que delicadeza... -comentó John, mostrando verdadero interés por las escenas que había representadas.- Cuando las miras, es como si el mundo se detuviese... Molan.

Anthony lo miró con aprobación, respetaba a John siempre, pero cuando adoptaba cierta seriedad se ganaba el respeto con creces. De hecho, no se esperaba esa reacción por parte de John.
- ¿Entramos? -dijo Tony, que se aburrió rápido de mirar las escenas.
- La puerta está cerrada -objetó John.- Eeeehhmmm... bah, da igual, nos la cargamos.
- ¡¡PARA EL CARRO, BRUTO!! -exclamó Anthony, mientras atizaba a John, que había vuelto a las andadas.- No nos las podemos cargar así por así. Ya habrá alguna manera de entrar, algún tipo de recepción o algo por el estilo.

John y Tony miraron a Anthony con cara de odio y rabia contenida, y se formó un tenso ambiente, ya que nadie hablaba. Los enfadados rompieron el silencio.
- Aguafiestas... -dijeron al unísono, mientras resoplaban con resignación.


Comenzaron a dar la vuelta alrededor de las murallas de la ciudad -murallas de porcelana con grabados- pero no encontraron otra puerta. Según dedujo Anthony, las montañas servían como parte de la muralla, y, al ser muy escarpadas, era difícil escalarlas. Estaban entra la enorme muralla y las escaleras de vuelta, indecisos. Estaba anocheciendo -eran cerca de las ocho- y no podían quedarse de brazos cruzados.
- Creo que entrar a la fuerza era buena idea... -dijo John.
- Esperaremos -le cortó Anthony.- Alguien tiene que aparecer, tarde o temprano, aquí. Y si no, saltaremos la muralla.

Siguieron esperando, y los bostezos no tardaron en llegar. No andaban lejos las diez de la noche cuando una figura ennegrecida por la noche desintegró el estado de empanadilla de los tres jóvenes. Rápidamente, se agacharon para que la sombra no les descubriese. Antes que nada, tenían que averiguar si era amigo o enemigo. Se arrastraron, muy en silencio, tratando de acercarse al misterioso personaje.
- Un momento... -dijo Anthony, casi para sí mismo.- ¿De dónde ha salido? No ha venido por las escaleras-puente, y la puerta de porcelana sigue cerrada... Esto es muy raro...

Los tres muchachos trataron de seguir con la vista la figura, pero era costoso, debido a que aquella noche había luna nueva y no había luces artificiales.
- Anthonyyyy... -dijo John.- Tengo ganas de estornudaaar...
- ¿Qué? -dijo, por lo bajini, suficiente para que lo escuchase John.- Aguanta, por Dios, aguanta... que como nos pille la llevamos clara...
- Aaaaah... Aaaaaaaaaaahh...

Anthony, rápidamente, tapó la boca de John, evitando así que estornudara. Pero, ya que el destino quiso que John comiese una Fruta del Diablo de lo más ruidosa, la energía que no se desató en forma de flemas y de babas (y de sonido) se desato en forma de explosión y metedura de pata (y de ruido). Provocó tal estruendo que las murallas comenzaron a tambalearse. Anthony se sujetó la cabeza en señal de desesperación, ya que era imposible que no lo hubiese escuchado. Pero la sombra, lejos de alterarse, siguió su curso sin desviar siquiera su mirada.

- ¿Será sordo? -argumentó Anthony, más tranquilo.- ¿O nos ha visto pero nos ignora?

De pronto, la sombra se giró, repentinamente, dejando al descubierto su cara. Los tres jóvenes se quedaron sin habla, enmudecidos, aterrorizados, ante la posibilidad de estar viendo...

- ¡¡¡¡UN FANTASMAAAAAAAAAAA!!!! -exclamaron los tres descontroladamente, y comenzaron a correr lo más lejos de aquello que habían visto. Era un ser sin cara normal, pues era compuesta únicamente por una boca, sádica, sonriente, blanca, sedienta de sangre. La sombra sacó una especie de caracol y lo descolgó.

- Vizzitantezz, padrino. En la puerta oezzte. ¿Qué hago con ellozz? -dijo.

"Crrrckarrrrkaraccraakkcrack"

- Entendido. Vuelvo enzzeguida -terminó, y, tras colgar el DenDen Mushi, cogió carrerilla y se lanzó al vacío.

John, Anthony y Tony, que no se habían alejado del todo, observaron impresionados cómo el supuesto fantasma había saltado al vacío. John y Tony miraron a su amigo como diciéndole "te hemos avisado", a lo que este respondió con una peineta. Los tres jóvenes se incorporaron, ya recuperados del susto, y comenzaron a discutir sobre lo que podrían hacer.
- Yo propongo seguir al fantasma -dijo John.
- Yo propongo lo mismo que ha propuesto John -añadió Tony. Anthony los miró con desaprobación y habló.
- Yo voy a entrar en la ciudad a buscar un lugar donde dormir. Mañana por la mañana investigaré.

Miró a John y a Tony, que no cesaban de bostezar. Estos finalmente aceptaron, pese a que las ganas que tenían de vivir aventuras eran tremendas y se sentían atraídos por lo desconocido. Tony sacó sus alas y John y Anthony se montaron en su lomo. Levantaron el vuelo y, al divisar el otro lado de las murallas, quedaron asombrados.


Todo, absolutamente todo, era blanco, aunque la oscuridad de la noche ennegrecía la ciudad. Las casas, los edificios públicos, incluso el palacio que comandaba la ciudad era blanco. Las baldosas que cubrían el suelo eran blancas y limpias, así como cualquier cosa que se encontraba por la calle. Los perros vagabundos, los cubos de basura, los bares, los patios... incluso las personas que se negaban a dejarse vencer por el sueño tenían una tez excesivamente blanca. Era Ciudad Porcelana.

Tony aterrizó en el otro lado de los muros. Varios transeúntes les miraron extrañados.

- ¿Turistas? -les preguntó un hombre de pelo blanco, y una cara extremadamente blanca.- No es típico encontrar nuevos habitantes por estos lares. Todos tratan de marcharse. ¡Yo que vosotros me largaría de aquí!

El hombre, sin decir nada más, se alejó de los jóvenes. La noche había caído de lleno ya, y los tres muchachos comenzaron a andar, a perderse entre las callejuelas de la ciudad.
- A menudo lugar hemos ido a parar. Tendríamos que haber seguido las instrucciones de Krauser y no desviarnos de la ruta -dijo Anthony.
- Sigo sin entender a la gente de la ciudad. El cochero nos ha dicho que nos alejemos cuanto antes de aquí, y ahora otro señor que no conocemos de nada nos procura que nos vayamos -comentó Tony.
- Yo estoy contento donde estoy -dijo John, sonriente.- El paisaje, el misterio, el ambiente... me asombra, y no puedo evitar querer saber más sobre este sitio. Tengo una sensación de vértigo, de nervios, que me encanta.
- Yo no puedo dejar de pensar en el supuesto fantasma, sin olvidarme del extraño dolor de cabeza que hemos sufrido al llegar. Creo que debe estar relacionado de alguna forma, aunque no me aclaro por cual... -continuó Anthony, mientras seguía caminando.
- De todas formas, la zona es precios, disfrutémosla mientras podamos -interrumpió Tony, maravillado por el entorno.

Siguieron conversando durante un largo rato, caminando, y, al final, encontraron un hostal para pasar la noche. El interior servía, a su vez, como bar, así que estaba lleno de gente. Los tres jóvenes se sentaron en una mesa vacía mientras esperaban a que les atendiese el hostelero, y aprovecharon para preguntar a algunos lo que sucedía en aquella isla para que todos quisieran salir de ella. Nadie quiso desvelarles la razón, lo único que decían era "Deberíais iros de aquí, es peligroso". Los muchachos acabaron por desistir, y se sentaron en su mesa, resignados.

- Me tienen mosqueado -objetó Anthony.- Me recuerda a lo sucedido en Drum... ¿eh? ¿Qué es eso?
- ¿El qué? -preguntaron Tony y John.
- Eso que asoma por la ventana... -dijo Anthony, señalando una extraña forma al otro lado de la ventana.
- Creo que nos está mirando... -comentó Tony.- ¿Qué es? No lo veo con claridad.
- Salgamos a comprobarlo -propuso John.- A lo mejor nos puede ayudar.

Los jóvenes salieron del hostal. El exterior, al ser las doce pasadas, estaba completamente vacío. La ventana por la cual habían visto algo estaba a la derecha de la salida, a la vuelta de la esquina. Unos diez metros. Caminaron, titubeantes, hacia el final de la pared. Caminaban silenciosos, en fila india, cuando de pronto, un ruido que procedía de su espalda alarmó a John y Anthony. Miraron atrás, y comprobaron que, efectivamente, no había nada.
- Menos mal... no hay nada... -dijo Anthony, y se giró nuevamente.
- Un momento... -dijo John, con gesto de sorpresa y terror en los ojos.- ¿Y... Y Tony?

Anthony tragó saliva. Había desaparecido por completo, sin dejar rastro.
- Esto huele muy muy mal...

John seguía mirando al lugar donde había desaparecido su amigo, cuando un nuevo ruido lo asustó. Miró nuevamente a su espalda, y observó que Anthony no estaba.
- No... No es posible... En un lugar con tanta gente... ¿Dos secuestros repentinos? -dijo, sentándose en el suelo, desesperado.- ¿Nadie ha escuchado los ruidos? -miró al interior del hostal por la ventana a la que querían llegar, incorporándose un poco. Estaba todo a oscuras. No había nadie. En menos de un minuto el bar había sido evacuado. Por primera vez en mucho tiempo, John sintió verdadero terror. No era como con el fantasma. Trató de observar mejor lo que había en el interior del bar, y concentró sus ojos en el mínimo detalle. Buscando, acabó por encontrar una... cabeza cercenada. Y sangre.

Corrió hacia la entrada del hostal, y vio como no era solamente una cabeza. Había cerca de veinte cadáveres en el suelo, empapados en líquido rojo. Y vio algo acercarse. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, tragó saliva. Se encontraba ante un diminuto ser. Tenía pelo rubio con rizos, un lazo azul claro sobre la cabeza. Una falda azul y blanca a cuadros, y pequeños zapatitos. Era una muñeca de porcelana. Parecía inanimada. Tenía una cara blanca, con coloretes rosados, y una boca pintada de rojo. John se alejó unos metros, y la muñeca, cuyo rostro ofrecía una triste sonrisa, transformó su boca, creando una sonrisa asesina y sádica. Y dio un paso. Y John retrocedió todo lo que pudo. Corrió y corrió, hasta adentrarse en lo más profundo de la ciudad, lejos del alcance de esa muñeca demoníaca. Corrió y corrió, y acabó llegando a una estrecha callejuela, habitada por ratas y gatos -blancos-.

- Arf... Arf... ¿Qué... cojones es... esta isla? ¿Qué era eso? ¿Qué está pasando? -farfulló John. Recobró el aire. Se armó de valor.- No me puedo creer que esté teniendo tanto miedo. La muñeca asusta, así que no quiero encontrarme con ella, pero... lo tengo decidido. Me voy al acantilado. Hay cosas por aclarar.

Caminó con paso firme, sin desviarse de la dirección que había tomado. Seguiría al fantasma.

Lo que John no sabía era que una sombra, con una boca sonriente adornando una cara vacía, le estaba vigilando desde lo alto de un tejado.

- Padrino, va hacia allí. Ha huido de la embozzcada del hozztal, pero dudo que zzoporte el miedo de aquí al acantilado.
- Bien hecho... La leyenda de este país, el que es el paraíso de día y que de noche se transforma en un matadero, se agrandará con estas víctimas tan jugosas...Crrrrrraccccc... Warai warai warai... Encárgate de que no se desvíe del rumbo marcado, y mañana tendremos fiesta. Crrrrrrrieeeeckkkkk
- Hay interferenciazz, padrino. Le tengo que dejar. El gran día zze acerca y ezztozz muchachozz zzon la prueba final. Zizizizizizizizizi...
- Oído. Realmente... hoy se ha ratificado la razón por la que nos llaman "Terror-istas"... W...Crrraiekk... arai... Crieakkcckk
- Hazzta luego, padrino -gotcha.

La sombra comenzó a caminar de tejado a tejado, persiguiendo a un muchacho que desconocía del verdadero peligro que le acechaba en Ciudad Porcelana...


Continuará...

Es algo corto, pero es que si contaba más se me iba de las manos xDDDD

Entiendo que la primera parte del capítulo os resulte aburrida o monótona, pero es que creo que es importante. Luego, con más tiempo, pondré las aclaraciones (que harán falta) y alguna que otra recomendación.

Gracias y un saludo!!


PD: wild, me debes un helado xD


EDIT: Las dos frutas molan, pero la Camo-Camo no mi habría que especificarla más xDD... Creo yo.
SÍ.
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Garrac Garrak
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Garrac Garrak »

Ok, mi humilde propuesta de capítulo 31.

Spoiler: Mostrar
Capítulo 31: Las molestias son misterios

-¡Es un paisaje precioso!- exclamó John
-¿Pero como es posible?...-se preguntó Anthony
-¡Da igual! ¡Es muy divertido!- afirmó John
-Mmm… ¿Cómo podríamos llegar hasta arriba?- preguntó Anthony rascándose la barbilla
-Bueno, no os preocupéis- Tony parecía muy confiado- Yo os podré llevar hasta arriba. Pero, de uno en uno, ¿eh?
-Bueno, si no te improta...- John se encogió de hombros. Le divertía mucho la idea de poder volar, aunque solo fuese un poco.

Dicho esto, los piratas siguieron caminando hacia la isla, mientras pensaban en como actuarían y admriaban el paisaje. A su alrededor, la fauna salvaje crecía exuberante, y los rayos de luz del Sol apenas podían atravesar toda la maleza reinante. Tras discutir un poco que hacer con el Blind Lizard, terminaron llegando a la conclusión de que, si nadie quería al pobre animal, debían soltarlo, y dejarlo vivir entre la exuberante fauna.

Tras unos minutos caminando, la banda llegó a un claro despejado, donde había una sorpresa…
John abrió la boca, absolutamente conmocionado. Tony abrió los ojos, totalmente atónito. Anthony se limitó a expresar sus impresiones:
-¿Pero qué…?

Ante los tres piratas se hallaba un macabro cementerio en un claro del bosque, donde había toda una serie de esqueletos enterrados a medio cuerpo en la tierra. Alrededor, una serie de arañazos aún persistentes indicaban una feroz lucha por parte de los enterrados antes de morir.
-¿Qué es esto?- preguntó John, súbitamente sorprendido y asqueado por el espectáculo que tenía frente a sus ojos.
-¿Deberíamos investigar esto?- preguntó Anthony
-Buaaaa. Tengo sueño. Sueño y grima- bostezó John- ¿Sabes qué? ¡Anthony, como capitán del barco te ordeno que investigues más sobre el tema mientras nosotros buscamos un hotel donde alojarnos!
-¿Puedes hacer eso?- le preguntó Tony a John
-Ay- Anthony suspiró, mientras caminaba hacia el “cementerio” dando un saludo con la mano- Puede. Son órdenes del capitán. Está bien, está bien, veré si hay algo de interés aquí, y os esperaré mientras buscáis un hotel.




A las afueras de la isla…


En el mar, un barco navegaba entre las olas. En el barco, un hombre calvo con una cicatriz en la cara observaba en la lejanía un barco encallado en la playa. El hombre tenía en sus manos un Den Den Mushi azulado con una concha roja. Estaba hablando con una voz muy baja:
-¿De veras?- El Den Den Mushi empezó entonces a hablar, apenas cerrando y abriendo la boca para pronunciar algunas palabras:
-Sí, está decidido. ¿Llegaron ya los jóvenes?
El calvo sonrió a pesar de la cicatriz:
-Tal y como predijiste, Krausser. ¿Cómo sabías que llegarían aquí?- detrás suya, los hombres empezaban a sacar el Blind Lizard de llegada a la isla
-Digamos que… les di medios… y ya de paso, mi Log Pose.
-¿Ah, sí?- el calvo de la cicatriz quería saber más-¿Tu Log Pose no llevaba a Toyoland?
-Ah… ¿Ya no lo recuerdas? Mi Log Pose es falso, recuerda…
-Ah, sí, ¡Es verdad!- el hombre de la cicatriz soltó una carcajada- ¡Todavía recuerdo cuando engañaste a esos imbéciles de…!
-Da igual. De todos modos, dile a la jefa que esto es un… - El Den Den Mushi dudó un momento-regalo de despedida. Dimito.
-Como veas. Nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo, incluso sabemos sus nombres, así que solo queda decirte adiós, “amigo”- terminó el hombre calvo apostillando cierta ironía en la última palabra
Gotcha




De nuevo, cerca de Wolkenberge, media hora después…

Tras mucho caminar por el frondoso bosque, finalmente Tony y John llegaron a la… ¿Ciudad?

Como no sabían muy bien si habría algún puente, y estos podían estar vigilados por la Marina, decidieron al final que Tony utilizase su forma voladora, y llevase a John volando a la isla, y luego harían lo mismo con Anthony. Mientras volaban, la espesa niebla se acumulaba a su alrededor, en vez de disiparse, y los graznidos de unos cuervos eran lo único que interrumpían el natural y misterioso silencio del ambiente. Tras unos minutos de vuelo, finalmente tomaron tierra en una explanada justo a las “afueras” de la ciudad flotante, evitando la entrada principal. Tony arqueó los brazos, un poco dolorido, pero sabía que podía aguantar. Las cuatro cataratas fluían caudalosamente alrededor de la roca flotante, o por lo menos podía oírse el sonido del agua chocando contra las rocas, ya que la niebla impedía siquiera ver el final del gran abismo.

Mientras caminaban a través de la niebla, Tony le contaba un poco de la historia de su vida a John. Este, que escuchaba muy atentamente, no se dio cuenta de la presencia de un inmenso cartel que le impidió el paso, y ya de paso le hizo un chichón en la cabeza. Cuan John, furioso por el desliz, pateó con todas sus fuerzas el cartel, pudo ver unas letras que rezaban así:

“Wolkenberge. Estás avisado…”

-¿Qué es esto?- preguntó Tony

John acercó una mano a las letras, y tras tocarlas un poco, se llevó un dedo a la boca, lo chupo, se lo quitó, y le respondió a Tony:

-Sangre…- Tony abrió los ojos, ciertamente atónito. A cada detalle que encontraban sobre la isla, hallaban un nuevo detalle macabro. John, medio muerto de sueño, no estaba para tratar cuestiones ni misterios, así que entró en la ciudad acompañado de Tony mientras bostezaba con ganas, y pedía comida para llenar su estómago vacío.
Poca cosa podían ver a través de la niebla. En la lejanía, los cuatro picos que protegían la ciudad eran visibles aún a través de la niebla. John se asombró al ver la majestuosidad del relieve que protegía la ciudad, unos majestuosos montes de picos blancos más grandes de lo que podría haber parecido antes de llegar a la ciudad. Aún así, apenas atisbaban las esbeltas formas de los edificios, edificios tan altos de los que no se atisbaba el final, recorridos en parte por hiedras naturales que hacían de la estructura un hogar tan válido como pudiera haber sido el bosque del exterior. Además, faltaba algo…
Ton y John se dieron cuenta de que faltaba: no había nadie en las calles. Ni niños jugando a la peonza, ni viejos leyendo periódicos… En la oscuridad de la ciudad, la niebla era su única acompañante.

Pero el silencio no era ahora absoluto: oyeron en la lejanía unos cascos de caballos trotando. Entonces, de la niebla surgió un carruaje rosa, con las ventanas rotas, las ruedas desvencijadas, y un Blind Lizard con un muslo de pollo entre las mandíbulas asomando por la ventana. El carruaje era conducido por un señor con una capucha verde, que no dejaba de acosar con el látigo a los cuatro famélicos équidos que conducían el carruaje. El individuo del carro pareció mirarles por un momento, y masculló:

-Los vagabundos sin sentido no están a la altura del cielo. ¡Apartaos de mi camino! ¡No os interesan mis negocios!
El carruaje siguió atravesando la calle, hasta que volvió a perderse de nuevo en la niebla. John se limitó a encogerse de hombros, y señalo un cartel en el cual se podían leer las palabras “HOTEL REST”. Los dos muchachos sonrieron, miraron a los lados por si había algún marine, y entraron en el edificio.

Nada más abrir la puerta, vieron un gran vestíbulo adornado con toda una serie de lujosas luces de lámparas de aceite. Un hombre calvo con el bigote azul atendía tras el mostrador, y tres mujeres hablaban sobre temas de cotilleo en una de las muchas mesas abandonadas. John se acercó al mostrador, y empezó a hablarle al hombre del bigote:

-¡Buenos días!
-¡Bu-bu-bu-bu-bueeeenos di-di-días señor!
-Eh, John- le susurró Tony a su capitán- ¿No habla un poco raro?
El hombre del bigote calló, para a continuación tirarse un eructo que resonó por toda la estancia.

-Gracias- dijo el encargado mientras sonreía y se sonrojaba
-¡¿No deberías pedir perdón?!- gritó Tony mientras John se metía los dedos en los oídos
-Ehm…- el encargado volvió a sonreír- ¿Por qué?
-Este tío me supera- dijo Tony volviéndose hacia su capitán. John, tras comprobar que seguía pudiendo oír, pidió una habitación:
-¡Queremos pasar una noche en su hotel!
-De acuerdo- empezó a decir el encargado- ¿Qué clase de habitación quieren?
-Ah… Bueno…- John dudó- ¡La que podamos pagar!
-Mmm…- el encargado sacó una servilleta, y la pasó por el mostrador, limpiando el polvo que se había acumulado- ¿Quiénes son ustedes?

-Bueno, ¡Somos piratas y…!- El encargado soltó un eructo de sorpresa. Las mujeres callaron un momento, miraron a los dos piratas, y salieron de inmediato del edificio, totalmente calladas.
Tony le dio un capón a su capitán, y empezó a protestar enérgicamente:
-¡Qué no, leches! ¿Qué quieres, que piensen cosas malas de nosotros?- Mientras decía esto Tony se puso a guiñar descontroladamente. John, que no acababa de entender lo que estaba pasando, se metió un dedo en la nariz.
-¡Entonces no hay problema!- dijo el encargado del hotel- ¡Pueden ustedes hospedarse en nuestra mejor habitación! Con un, ejem, descuento…
-Mmm… de acuerdo.- John frunció el ceño, pero se dirigió a su amigo confidencialmente- Eh, Tony, ve a recoger a Anthony. Yo me quedaré aquí, a comprobar que no haya ninguna trampa, y comer todo lo que pueda ¿De acuerdo?

El aludido asintió, y corrió fuera del hotel. Confiaba en lo que le decía su capitán, pero por si acaso actuaría lo más rápido posible. Algo le daba muy mala espina en todo el asunto…




En algún lugar del mar, en un barco de la Marina...

-¡Señor Tallans! ¡Permiso para hablar!
Tallans se dio la vuelta, y vio como un marine de pelo celeste, camisa adornada y una capa de oficial elevaba la mano pidiendo permiso para hablar. Las olas salpicaban la popa del barco. Tallans miró al capitán Ken White, y le dio permiso para hablar:

-¡Señor! ¿Por qué estamos aquí? ¿No era el noble el causante de que toda la información sobre Drum fuese escondida? ¿Vamos a dejar a esos jóvenes en manos de… de ella? ¿No vamos a perseguir a Hunter? ¿Es que acaso los valores de la Marina ya no valen nada?

El vicealmirante no se dejó sorprender por las preguntas, sino que más bien echó una mano a su espada, desenvainó ligeramente el filo, y soltó un gruñido. El capitán, temiendo por su propia vida, tropezó sobre sus pies y cayó al suelo. Tallans volvió a fijar la vista en el horizonte, totalmente inmiscuido en sus propios pensamientos.
Sin embargo, una vez más fue sacado de sus propias ensoñaciones cuando uno de los reclutas le dirigió la palabra:
-¿Qué rumbo tomamos, vicealmirante?
Tallans gruñó una vez más:
-Nuevo rumbo, marineros de agua dulce. Nos vamos al Cuartel General…




De nuevo en Wolkenberge, en el “Hotel Rest”…

No había habido ninguna trampa. Los tres se habían asegurado de ello. De hecho, al final lo que John hizo fue esperar en la entrada del hotel a que volvieran sus nakamas. Cuando ya estuvieron los tres juntos en la habitación, y solo tras un minucioso análisis, Anthony empezó a contar lo que había hallado en el cementerio de antes, aunque no sin haber encargado antes un par de botellas de sake y unos platos de ramen para tres:

-Esos esqueletos- se rascó la cabeza- estaban erguidos. Alguien les había clavado una serie de clavos para evitar que los cuerpos desfalleciesen y cayesen al suelo.- dicho esto, el “Desertor Blanco” cogió con los palillos otro montón de ramen
-¿Quién haría algo así?- preguntó John. Anthony se encogió de hombros, y terminó de contar las conclusiones:
-Eso si, la mayoría de los esqueletos no tenían nada. Nada. Ni ropas, ni el más mínimo indicio de carne… ninguna propiedad…
-¿Será el jefe de la ciudad un dictador?- preguntó Tony
-No lo sé- contestó Anthony.- Deberíamos averiguar más…
-Oye, y… ¿Por qué huele tan mal?- dijo John, llevándose una mano a la nariz, aspirando aire, y volviendo a comer. Tony soltó unas risillas:
-Bueno, es que…- parecía que no podía aguantarse la risa- una señora iba a echar las “necesidades” de la casa por la ventana, se le resbaló la palangana de…
-… se me cayó encima- dijo Anthony, no dejando que Tony terminase de decir “meados”. Nada más oír esto, John empezó a reírse con ganas, y le dio una palmada en el hombro al Desertor:
-Jajajajaja, Pero, tío, ¿no eras un Logia?- dijo John. Anthony respondió ofendido:
-Si estoy mojado, cualquier golpe me puede afectar, y lo peor es que puede haberme visto cualquiera. Encima, si me pillan por sorpresa…
-Por cierto- queriendo desviar el tema de la conversación, Tony echó una mano a los pantalones, y sacó el Log Pose que les había dado Krausser. La aguja del dispositivo señalaba hacia abajo- ¿No está actuando muy raro el Log Pose?

-Mierda- maldijo Anthony- Tendremos que conseguir uno nuevo… si tuviésemos un navegante…
-¡Pues yo ya quiero ir a Toyoland!- protestó John a la vez que alzaba los brazos hacia el cielo- ¡Quiero ir!
-De acuerdo, de acuerdo, capitán. También tenemos que conseguir un barco, ¿No? No parece que en la ciudad haya un puerto, pero podremos preguntar al encargado del hotel si hay algún pueblo costero por aquí cerca…- razonó Anthony mientras seguía ingiriendo el ramen. John ya había vaciado su plato.

-Buaaah- bostezó el capitán- Pues déjalo para mañana. ¿Llevo dos días sin dormir, sabes? Me gustaría tomarme un pequeño sueñecito…
-No te precipites tanto, capitán- contestó Anthony a la vez que se levantaba- Por lo que sabemos, podrían tendernos una trampa…
-Ya lo sé, a mí también me parece que hay algo… raro en este ambiente. Esa maldita niebla no desaparece, y nadie me ha dicho por que la isla se mantiene en el aire…- comentó John a la vez que empezaba a estirarse de sueño.
-Mmm… Pues nos podemos turnar para vigilar, por si las moscas. En ese caso, me gustaría ser el primer turno…
-De acuerdo, Tony- afirmó John- Tú serás el primero. Pero, recuerda, ¡No nos despiertes a no ser que haya un apocalipsis! O algo así.
Tony asintió, sin quitar el ojo de la ventana de la habitación…




En otra parte de la ciudad…

Un carruaje negro y blanco tirado por dos caballos se paró a las puertas de un majestuoso edificio cubierto por la niebla. Encima de la puerta de entrada había un cartel con una serie de letras que rezaban “BANCO ROTSCHILD”. Una puerta del carruaje se abrió, y una persona cabizbaja y jorobada con una capa gris salió del vehículo para posar sus pies en el suelo. Antes de que la persona pudiese acercarse a la puerta del banco, escuchó de repente un sonido que interrumpía el silencio reinante.

La persona cabizbaja, temiendo por su vida, echó una mirada al fondo de la calle. Tres siluetas se esbozaban entre la bruma. Totalmente acobardado por los misteriosos desconocidos, la persona cabizbaja sacó unas llaves del bolsillo, las metió por la cerradura del la puerta del banco, y acto seguido intentó girar el picaporte. Al final, tras unos leves forcejeos, la cerradura cedió, y las puertas se abrieron. Desde dentro.

Antes de que la persona cabizbaja pudiese hacer nada, una persona salía ya por las puertas del banco, impidiéndole la entrada. El pobre jorobado, que estaba ya lloriqueando, alzó los ojos, a la vez que suplicaba por su vida. Un hombre envuelto en un elegante traje negro lo observaba con cierta curiosidad. El desconocido llevaba atada al cuello una bufanda blanca. Estaba sonriendo cuan larga era su boca:

-¿Sabes? Es muuuy aburrido cuando nos ponéis las cosas tan fáciles.- El desconocido, envuelto por las sombras del lugar, echó una mano a uno de sus numerosos bolsillos, y sacó un encendedor, con el cual se procuró un cigarrillo. Mientras aspiraba el delicioso humo del tabaco, la persona cabizbaja intentó echar mano a su pistola, pero el hombre del cigarro se lo impidió dándole una patada en la cabeza

Detrás suya, el banco explotó, y las llamas envolvieron al criminal, que seguía fumando y riendo al mismo tiempo.
-¡Sí! ¡Insuperable!





Tres horas después, de vuelta al hotel…

La ciudad seguía en el más absoluto de los silencios. Nadie cruzaba la calle, tan solo Tony andaba por la calzada de la ciudad, sin más compañía que la frondosa niebla. En algún sitio se oyó el maullido de un gato.
Bostezó. El también tenía sueño, pero no había pasado tanto tiempo sin dormir como sus compañeros. Podía apañárselas despierto toda la noche si hacía falta. A sus lados, pudo leer varios carteles de tiendas de especias, y tuvo el cuidado de no pisar una manzana podrida que alguien había dejado tirada en el suelo. ¿Qué había sido el ruido de hace tres horas? ¿No les estaba escondiendo algo el encargado del hotel? ¿De veras habían sido fuegos artificiales?
Se encogió de hombros. No tenía nada más que hacer. Transformó sus brazos en alas, y voló hasta posarse encima del tejado de un edificio de techo bajo. Echó una mirada a las sombras, cogió su arco, una flecha y le habló a la oscuridad con un tono imperativo:
-¿Quién eres y qué quieres? ¿Por qué nos estás siguiendo?
-Vaya, vaya, vaya- la oscuridad le devolvió una respuesta, y Tony apuntó al sitio de donde parecía provenir la voz- No se te escapa ni una, chaval- dio un par de palmadas. Aplausos. Tony sonrió:
-Eso es lo que hace un vigía, ¿No? Estar atento a las amenazas que haya en el horizonte- la oscuridad dio un par de palmadas más, y soltó una risa:
-¿Y no vas a necesitar ayuda?
-No necesito ayuda. Tengo una orden de mi capitán, y demostraré que soy digno de ser un miembro más de la tripulación- la oscuridad soltó una carcajada. Tony se dio la vuelta, ya que detrás suya…
-Creo que me estás subestimando, chaval

Algunas notas aleatorias:
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-Se me fue la pinza XD

-Ok, Van tiene un par de "escenitas". Había pensado en ponerle al hotel de título "Hotel Van", pero no sabía si estaríais de acuerdo...

-La ciudad es muy grande, y está en el interior de la isla, así que, de momento, los Panteras se toman un merecido descanso, y al próximo día recopilarán un poco más de información. Tal y como está descrita la isla, está situada en el interior, o sea, lejos de la costa (no tiene sentido guardar barcos si no los vas a utilizar XD)

-El "accidente" de Anthony no ha sido del todo gratuito XD Más bien, un recurso: cualquiera ha podido ver lo que ha pasado, y cuando vean que es una logia, alguien puede sumar dos más dos... (Y ya no recuerdo si, con Akiwalko se mencionó la debilidad de la fruta de Anthony

-A veces me repito con algunas palabras, comprendan que he llegado a algunos puntos en los que me faltaban sinónimos

-Lo siento si he sido muy críptico con las descripciones, he intentado recrear el espíritu gótico y siniestro de la isla sin tener que recurrir a tonterías de Marylin Manson XD

-Vale, espero que el DEM esté totalmente solucionado, y que no haya más DEMs por ahí en mi capítulo

-La ciudad se nos ha descrito como impresionante y muy grande: así, una pequeña explosión en un banco no creo que tenga que ser oída por todas partes

-La presentación de Van la he peusto más que nada por petición de su autor: si desvirtúa la trama la peudo quitar

-El pobre Blind Lizard era viejo, y en su barco de origen no lo querían, como los Panteras no quieren vovler a la isla lo sueltan en la fauna

-última escena para la marina con la que quiero darle un pequeño empujón a Tallans. En caso de que mi capítulo gane, en el siguiente capítulo no tiene por que aparecer Tallans de neuvo, de hecho, tengan en cuenta que me he tomado el 31 como a medias entre la transición y la presentación de una nueva saga.

-He metido tantas escenas de transición para evitar futuros DEMs. Pero que no se vuelva una costumbre XD
Espero que os haya gustado!
Última edición por Garrac Garrak el Vie Mar 29, 2013 1:30 pm, editado 9 veces en total.
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Vito Corleone
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Vito Corleone »

Valeeeeep... no leeré el capi de Garrak, que lo mismo me pasa a decepcionar el mío y no es plan xDD

Notas varias con respecto al capítulo. Ya que he dejado demasiados cabos sueltos, mejor ir aclarando unos pocos:
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- Bien, los dolores de cabeza de los protas cuando van por el puente se deben, más que nada, a un fenómeno que solo se da en esa isla. No me acaba de convencer la idea de que la niebla soporte las rocas en el aire, así que le he dado un toque más frikientífico (ya veréis por qué) al asunto este. Resulta que el fenómeno en cuestión es Magnetismo Inverso. Es decir, todo elemento que tenga una cantidad de electromagnetismo medianamente grande "gravitará" en el sentido contrario al normal. Es una frikada como un templo y entiendo que a la mayoría no le guste, pero es la humilde idea de un humilde servidor xDD.

- Las escenas grabadas en las puertas de porcelana podrían tener un significado más allá de esta saga, ahí lo dejo.

- Lo que ha hecho huir al cochero es, obviamente, la guerra que se avecina. Pero nadie quiere decirlo, motivos, hay un abanico de posibilidades que no mencionaré xDDD

- Vale, la parte complicada del capítulo, y digo complicada porque lo es, y me gustaría aclararlo a mi manera, si gusta se toma y si no, se deja y ya se le puede buscar otra salida. Decía, está claro que "El Padrino" es Van, y he querido darle ese toque de mafioso colocando sus piezas a lo largo de la ciudad y acechando a los protagonistas. Los "fantasmas" o elementos de terror que he incluido, tal y como supongo que habréis imaginado, son "subordinados de Van". Ahora viene la explicación de su existencia. Me gusta repasar de vez en cuando la lista de los personajes confirmados, y me fijé en uno que puede dar mucho juego a lo largo de la historia. Se trata de Satoshi Naara, Vicealmirante de la Marina. Reparé en que su habilidad consiste en dar vida a objetos inanimados.
Bien, hasta aquí en lo referente a los fantasmas es entendible xDD; a partir de ahora es una paja mental mía, de esas que me gusta hacer: Satoshi podía haber tenido muchos juguetes de niño (entre ellos un fantasma solo con boca y una muñeca de porcelana... ejem...), a los que, gracias a su habilidad, les dio vida y jugaron felices. Peeeeeeero llegó un día en el que Satoshi se hizo mayor, y antes de ingresar en la Marina, los echó a la basura. Los juguetes se enfadaron y se volvieron malos (Toy Story 3 Rules) y encontraron a Van, el cual les ofreció protección a cambio de servirle y ahí están, metiendo miedo por las noches. Lo dicho, paja mental. Menudas críticas voy a tener con este capítulo xDDDDDDDDD

- No es ni un capítulo de lucha ni uno de transición, es más bien uno de introducción, así que espero que la longitud no sea un problema.

- Harrrrrrrrllllll... coñe... no sabía que las islas se movían... Bueno, tonces, pa que no se rompan las escaleras, se puede meter una explicación muy Oda: las escaleras son de goma y se pueden estirar. Están clavadas con yoquesé a la superficie, y... a quién quiero engañar xDD. No sé, pero no creo que sea algo sin salidas.
Un saludo!!

EDIT: Aaaaah, y si tenéis más dudas, en X cosa, preguntad ^^

Y Garrak, si a ti se te ha ido la pinza, a mí ni te cuento xDDDDDDDDDDDD

EDIT 2: ¿Hay alguieeeeeeen? :(
Última edición por Vito Corleone el Vie Mar 29, 2013 10:18 am, editado 1 vez en total.
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Garrac Garrak »

Bueno, venga, que mi capítulo tan malo no debe de ser XD

Ok, ahora que estamos en una nueva isla... ¿Deberiamos ir pensando en la siguiente? Para que vayamos todos adelantando ideas :P
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Vito Corleone »

Garrac Garrak escribió:Bueno, venga, que mi capítulo tan malo no debe de ser XD

Ok, ahora que estamos en una nueva isla... ¿Deberiamos ir pensando en la siguiente? Para que vayamos todos adelantando ideas :P
Yo estoy igual, tranquilo... xDDD
Sobre la nueva isla, creo que es mejor esperar hasta que vayamos por la mitad de esta saga, más que nada por no desviar demasiado el tema. La siguiente es la de Yupi, pero no sé qué vamos a hacer al final, según los que nos comentó sobre la mezcla de sagas... Bueno, al lío. Un análisis para estos humildes concursantes :angel:

Porfiiiiiiis...

Venga, un poco de velocidad... SUUUPEEEERR 8)
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por TonyTonyRaul »

Yo analizaría vuestros si sabría que no voy a presentar capi, pero es que todavía no estoy seguro si lo haré o no :gota:

Garrac, Traffy tiene razón debemos esperar un poco más por lo menos hasta mitad de saga para no desviarnos mucho.

Y ahora voy a retomar una idea que se intentó llevar a cabo ya hace mucho, mi idea sería es que cada uno buscaramos un soundtrack para cada pantera de la banda, no para que aparezca en los capis sino para que nos identifique a cada uno y ponerlo junto a la descripciones de personajes, podría recopilarlos yo en mi primer mensaje de este tema. Claro que esto se haría si todos estái de acuerdo a mi sinceramente me parece que quedaría genial.Esto solo se haría para divertirnos pero claro para no desviarnos muchos de las prouestas lo suyo sería que comentarais lo que os parece aquí brevemente y que los que quieran me manden sus soundtracks por mp.

Saludos :wave:
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Vito Corleone
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Vito Corleone »

Tranqui, Tony, si de momento no hay prisa, pero el sábado por la mañana empieza el período de votaciones... Intentemos ser estrictos con el esquema temporal, es decir, lunes-viernes propuestas/críticas/ediciones---fin de semana votaciones/últimos retoques. Es que si no vamos a ir a remolque todo el rato xD

Sobre lo de los soundtracks, es una gran idea que estaba olvidada, a ver si la retomamos sin desviarnos del hilo principal.

Un saludo!! :wave:

PD: El Panteras Negras V3 no tardará en llegar, a ver si lo abrimos cuando elijamos este capítulo^^

EDIT: ¿Qué pasa, Panteras? ¿Por qué tan poco ritmo? Me voy a deprimir... :( Mecachis en las vacaciones.
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wild animal
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por wild animal »

Chicos y chicas me habia quedado sin internet, por eso no habia podido comentar.

Estoy igual que Tony, aun pienso en si presentaré, no tengo una idea fija, pero no me sentire bien conmigo mismo si no participo en el capitulo de presentación de mi personaje (apoco no harían lo mismo).

Sobre el soundtrack me gustó la idea, ya tengo la mia:

Un estilo gangster, elegante, una noche de diverción

Tambien habían tocado el tema de el ¨opening¨ de panteras, deberiamos elegir alguna canción y proponer letra. ¿que les parece?
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Vito Corleone »

wild animal escribió:Chicos y chicas me habia quedado sin internet, por eso no habia podido comentar.

Estoy igual que Tony, aun pienso en si presentaré, no tengo una idea fija, pero no me sentire bien conmigo mismo si no participo en el capitulo de presentación de mi personaje (apoco no harían lo mismo).

Sobre el soundtrack me gustó la idea, ya tengo la mia:

Un estilo gangster, elegante, una noche de diverción

Tambien habían tocado el tema de el ¨opening¨ de panteras, deberiamos elegir alguna canción y proponer letra. ¿que les parece?
Eso comenté yo hace tiempo, y el primer opening ya lo "puse", y hace unas semanas dije algo sobre un segundo opening xD

Por mi parte (y llevo tiempo pensando en esto) la canción del opening 2 que propongo es...
Spoiler: Mostrar
https://www.youtube.com/watch?v=3yST9DUp59E
La letra ya se la iría poniendo, no es difícil. El problema está en si os gusta o no...

Y el soundtrack de Diego, tras darle muchas vueltas... y aunque los soundtracks de Sanji le pegan...
Spoiler: Mostrar
https://www.youtube.com/watch?v=N1BLY36GQqo
Dista mucho de lo que tenía pensado en un principio, pero esa es la canción que me imagino cuando cumpla su sueño.

PD: Esto no es desviar el tema, es revivirlo :(... Por cierto, ¡nos quedamos sin jueces! (Tony-Wild proponen+Bargas no está= Yupi y antybulty... En fin, voy a ir haciendo la letra de la canción, a ver si me entretengo... xDDDD

Un saludo nakamas.

EDIT: He aquí la letra. Típica y ñoña, true, pero es lo que se lleva xDDDDD
Spoiler: Mostrar
Poemas de un marinero

Los días pasan y pasan, sin parar;
¿Algo nuevo por ahí?
Llenar de llantos el mar
Y nuestra ruta seguir.
No puedo pagar con poemas
El daño que hay en mí
Así nos lleve el viento
Hasta un lejano fin…

El viento se ha llevado
Canciones para ti,
Quisiera saber si es cierto
Que no volverán aquí;
No puedo pagar con poemas
El daño que hay en mí
Así nos lleve el viento
Hasta un lejano fin…

Uuuuuuuh…
El viaje hasta nuestros sueños
No será fácil de seguir.
Uuuuuuuuuhh…
No puedo hilar esos deseos
Desde que estoy lejos de ti.

En mi cabeza llevo, verdad:
Tristezas sin sentir,
Tú sabes bien, también;
Que no es sencillo partir.
¿Por qué un borrador lleno
De metas sin cumplir?
Deseos, utopías, sueños,
Que nunca llegarán.

El viento se ha llevado
Canciones para ti,
Quisiera saber si es cierto
Que no volverán aquí;
¿Por qué un borrador lleno
De metas sin cumplir?
Si no hay tiempo ya de nada
Y solo me quedo aquí.

Uuuuuuhh…
El viaje hasta nuestros sueños
No será fácil de seguir.
Uuuuuuhh…
No puedo hilar esos deseos
Desde que estoy lejos de ti.

Mi llanto no me deja ¿por qué?
Mirarte una vez más;
No debería decir
Lo que siento por ti.
El camino es largo y no lo niego,
Pero tiene un fin
Y las estrellas nos protegen
Guardianes de los sueños…

En los corazones sin temor
En mi miedo al dolor
En el dolor de la partida
En los abrazos que me das
Y en las noches de verano
En las calles de mi lejano pueblo…
Donde tú estás..
El viaje hasta nuestros sueños
No será fácil de seguir.
Uuuuuuhh…
No puedo hilar esos deseos
Desde que estoy lejos de ti.

Uuuuuuhh…
El viaje hasta nuestros sueños
No será fácil de seguir.
Uuuuuuhh…
No puedo hilar esos deseos
Desde que estoy lejos de ti.


Llenaré de sonrisas… el mar…
Hala. Comentar, comentarrrr...

EDIT 2: Hale, ya que estoy haciendo un post megalítico, que sea un post megalítico. Copy-paste de mi propuesta+sus aclaraciones. Total, pa'lo que sirven...
Spoiler: Mostrar
Capítulo 31: Ciudad Porcelana

- ¡¡Madre mía!! -exclamó Anthony, maravillado por el paisaje que se extendía ante sus ojos.- ¡¡Qué espectáculo!!
- No tengo palabras para describir esto... -farfulló Tony.- ¿Rocas flotando, sobre las cuales hay ciudades erigidas? Supera los límites de la imaginación... ¿Qué habrá bajo esos pedruscos?

Los dos jóvenes estaban embobados ante la majestuosa figura de aquella isla, y John trató de hacerles reaccionar pasando enfrente de los dos haciendo el mono, para llamar la atención.
- ¡¡Eeeeeeooooo!! Chicooos... ¿hay alguien en casaaaaaaaa? -preguntó, en un tono más bien burlón.

Anthony y Tony menearon de la cabeza, como si se hubiesen recuperado de un estado de Shock. Miraron a su alrededor y vieron a John, de brazos cruzados y moviéndose nerviosamente, torciendo la cabeza hacia el corazón de la isla en señal de ansiedad por ir.
- De acuerdo -dijo Anthony, mientras esbozaba una sonrisa, y comenzó a caminar.- Vamos allá.

Caminaron unos cuantos minutos hasta llegar a una especie de esclaera de mármol, que conectaba tierra firme con una de esas moles flotantes. Tony y John se acercaron al acantilado que había entre el lugar en el que estaban y el lugar al que querían ir, y se toparon con un panorama que no se esperaban pero les fascinó.
- ¡¡NO SE VE EL FONDO!! -exclamaron ambos, llenos de entusiasmo, y le miraron a Anthony medio llorando, como pidiéndole realizar una pequeña e improvisada excursión.
- Ni hablar -contestó Anthony negándoles la mirada, y comenzó a caminar por las escaleras. Tenían una anchura considerable, comparable a un gran dificio. Anthony calculó que por ellas podían caminar veinte personas de la mano sin estorbarse. Eran escaleras que hacían de puente, de alguna manera. Si las seguía, llegaría a la parte oeste de la ciudad que sostenían las cuatro montañas. Giró la cabez y vio como John y Tony le seguían, con la cabeza baja y claros síntomas de depresión. Se tambaleaban y de vez en cuando se caían, levantándose de nuevo y siguiendo con su ridícula procesión.

Tony estaba por los suelos cuando un relincho alteró a Anthony, que se mantenía sumido en sus meditaciones. Unos caballos blancos aparecieron tirando de un coche, de pronto, delante del joven. Le esquivaron mientras este seguía en estado de shock, y el cochero frenó a los caballos a tiempo para que no pisotearan al pobre Tony, que tarataba de incorporarse. El cochero, enfurecido, se dirigió a Anthony.
- ¡¡¡¿QUERÉIS ANDAR CON UN POCO MÁS DE CUIDADO, POR EL AMOR DE DIOS?!!!
- Lo sentimos señor, somos nuevos aquí y no nos esperábamos tan repentina aparición. Prometemos andar con más cui... -el cochero no le dejó acabar la frase.
- ¿Adónde vas, joven? -preguntó, tras ver la dirección que llevaban los -casi atropellados- muchachos.
- No lo sé, a esa gran ciudad, supongo -contestó el joven. Tony al fin se puso en pie. El cochero puso un semblante serio, y tragó saliva.- Buena suerte, jóvenes -giró la cabeza hacia atrás, mirando hacia la blanca y reluciente ciudad que tenía a sus espaldas, y volvió a dirigirse a Anthony, esta vez con más discreción y medio susurrando.- No corren buenos tiempos en WolkenBerge. Os recomiendo que os vayáis cuanto antes. ¡¡Hia!! -exclamó, y reanudó su camino, sin volver la vista atrás de nuevo.

Anthony se quedó pensativo. Entendió que hubiese peligro en aquella isla, pese a que su apariencia invitase a pensar lo contrario, pero lo que vio en la cara de aquel hombre era MIEDO. Tenía mala cara, una frente arrugada -fenómeno provocado por el estrés, sin duda alguna- poco pelo, y lo poco de cabellera que tenía era blanco. Supo al instante que en ese lugar se cocinaba algo en lo que él no querría meterse, pero al mirar a John y a Tony, que seguían mirando melancólicamente el abismo que tenían a sus pies, suspiró con resignación.


Siguieron caminando por las escaleras, las cuales parecían interminables, y a cada minuto que pasaba los jóvenes se sentían más aburridos. Anthony comenzó a sentir un ligero dolor de cabeza, que a cada minuto que pasaba se volvía más fuerte. Lo propio les sucedía a John y a Tony, aunque estos seguían pegados al borde del puente, a la espera de que Anthony cambiase de parecer y les dejase ir hacia aquel inhóspito lugar que era el vacío.


- Mierda... -dijo Anthony, agarrándose la cabeza.- Menudos dolores...
- Yo también tengo... -comentó Tony, completamente sonrojado por el dolor de cabeza.
- Y yo... -añadió John, cabizbajo.
. Pero... es curioso... -habló Anthony, como si se hubiera dado cuenta de algo de lo que no se había percatado.- Normalmente los dolores de cabeza suelen ser provocados por la presión del aire, resfriados, fiebres... y nos hicimos un pequeño análisis médico al salir de Drum, así que estábamos sanos. Y esas causas, sobre todo la de la presión del aire, la cual creo que es la más probable de ser la causante de nuestro dolor, provocan una presión que va de arriba a abajo... y esto va de abajo a arriba. Ciertamente es extraño... Joder, qué calvario -se quejó nuevamente.- Sigamos andando, aquí no haremos nada.

Siguieron caminando durante un buen rato, y el dolor de cabeza comenzó a diluir. Llevaban cerca de tres cuartos de hora caminando por el puente, y aún les faltaba cierto camino, aunque calcularon que en diez minutos llegarían.

Los cuatro picos que protegían la ciudad eran mucho más grandes de lo que parecían desde la lejanía, y la blanca ciudad brillaba en el centro. John y Tony ya habían asumido que no visitarían el abismo todavía, pues tenían más cosas que hacer.
- No es tan terrorífico como nos lo han pintado... -murmuró Anthony, mirando con aprobación el paisaje.- Aún no me creo que este lugar es de verdad. Parece un cuento de hadas...

En esto, llegaron a la más grande de las rocas flotantes, la que albergaba los cuatro picos y la ciudad. Esparcidos y flotando encima del vacó había más rocas -más pequeñas- que estaban conectadas al sitio en el que estaban ellos. Identificaron la enorme puerta que daba al interior de la ciudad, una puerta de unos veinte metros de altura, en la cal había grabadas distintas escenas. Era obvio que eran muy antiguas, pero a Anthony le llamó la atención el material en el que estaban grabadas.
- Es... porcelana -dijo, reparando minuciosamente en cada detalle de aquellas obras de arte.
- Que delicadeza... -comentó John, mostrando verdadero interés por las escenas que había representadas.- Cuando las miras, es como si el mundo se detuviese... Molan.

Anthony lo miró con aprobación, respetaba a John siempre, pero cuando adoptaba cierta seriedad se ganaba el respeto con creces. De hecho, no se esperaba esa reacción por parte de John.
- ¿Entramos? -dijo Tony, que se aburrió rápido de mirar las escenas.
- La puerta está cerrada -objetó John.- Eeeehhmmm... bah, da igual, nos la cargamos.
- ¡¡PARA EL CARRO, BRUTO!! -exclamó Anthony, mientras atizaba a John, que había vuelto a las andadas.- No nos las podemos cargar así por así. Ya habrá alguna manera de entrar, algún tipo de recepción o algo por el estilo.

John y Tony miraron a Anthony con cara de odio y rabia contenida, y se formó un tenso ambiente, ya que nadie hablaba. Los enfadados rompieron el silencio.
- Aguafiestas... -dijeron al unísono, mientras resoplaban con resignación.


Comenzaron a dar la vuelta alrededor de las murallas de la ciudad -murallas de porcelana con grabados- pero no encontraron otra puerta. Según dedujo Anthony, las montañas servían como parte de la muralla, y, al ser muy escarpadas, era difícil escalarlas. Estaban entra la enorme muralla y las escaleras de vuelta, indecisos. Estaba anocheciendo -eran cerca de las ocho- y no podían quedarse de brazos cruzados.
- Creo que entrar a la fuerza era buena idea... -dijo John.
- Esperaremos -le cortó Anthony.- Alguien tiene que aparecer, tarde o temprano, aquí. Y si no, saltaremos la muralla.

Siguieron esperando, y los bostezos no tardaron en llegar. No andaban lejos las diez de la noche cuando una figura ennegrecida por la noche desintegró el estado de empanadilla de los tres jóvenes. Rápidamente, se agacharon para que la sombra no les descubriese. Antes que nada, tenían que averiguar si era amigo o enemigo. Se arrastraron, muy en silencio, tratando de acercarse al misterioso personaje.
- Un momento... -dijo Anthony, casi para sí mismo.- ¿De dónde ha salido? No ha venido por las escaleras-puente, y la puerta de porcelana sigue cerrada... Esto es muy raro...

Los tres muchachos trataron de seguir con la vista la figura, pero era costoso, debido a que aquella noche había luna nueva y no había luces artificiales.
- Anthonyyyy... -dijo John.- Tengo ganas de estornudaaar...
- ¿Qué? -dijo, por lo bajini, suficiente para que lo escuchase John.- Aguanta, por Dios, aguanta... que como nos pille la llevamos clara...
- Aaaaah... Aaaaaaaaaaahh...

Anthony, rápidamente, tapó la boca de John, evitando así que estornudara. Pero, ya que el destino quiso que John comiese una Fruta del Diablo de lo más ruidosa, la energía que no se desató en forma de flemas y de babas (y de sonido) se desato en forma de explosión y metedura de pata (y de ruido). Provocó tal estruendo que las murallas comenzaron a tambalearse. Anthony se sujetó la cabeza en señal de desesperación, ya que era imposible que no lo hubiese escuchado. Pero la sombra, lejos de alterarse, siguió su curso sin desviar siquiera su mirada.

- ¿Será sordo? -argumentó Anthony, más tranquilo.- ¿O nos ha visto pero nos ignora?

De pronto, la sombra se giró, repentinamente, dejando al descubierto su cara. Los tres jóvenes se quedaron sin habla, enmudecidos, aterrorizados, ante la posibilidad de estar viendo...

- ¡¡¡¡UN FANTASMAAAAAAAAAAA!!!! -exclamaron los tres descontroladamente, y comenzaron a correr lo más lejos de aquello que habían visto. Era un ser sin cara normal, pues era compuesta únicamente por una boca, sádica, sonriente, blanca, sedienta de sangre. La sombra sacó una especie de caracol y lo descolgó.

- Vizzitantezz, padrino. En la puerta oezzte. ¿Qué hago con ellozz? -dijo.

"Crrrckarrrrkaraccraakkcrack"

- Entendido. Vuelvo enzzeguida -terminó, y, tras colgar el DenDen Mushi, cogió carrerilla y se lanzó al vacío.

John, Anthony y Tony, que no se habían alejado del todo, observaron impresionados cómo el supuesto fantasma había saltado al vacío. John y Tony miraron a su amigo como diciéndole "te hemos avisado", a lo que este respondió con una peineta. Los tres jóvenes se incorporaron, ya recuperados del susto, y comenzaron a discutir sobre lo que podrían hacer.
- Yo propongo seguir al fantasma -dijo John.
- Yo propongo lo mismo que ha propuesto John -añadió Tony. Anthony los miró con desaprobación y habló.
- Yo voy a entrar en la ciudad a buscar un lugar donde dormir. Mañana por la mañana investigaré.

Miró a John y a Tony, que no cesaban de bostezar. Estos finalmente aceptaron, pese a que las ganas que tenían de vivir aventuras eran tremendas y se sentían atraídos por lo desconocido. Tony sacó sus alas y John y Anthony se montaron en su lomo. Levantaron el vuelo y, al divisar el otro lado de las murallas, quedaron asombrados.


Todo, absolutamente todo, era blanco, aunque la oscuridad de la noche ennegrecía la ciudad. Las casas, los edificios públicos, incluso el palacio que comandaba la ciudad era blanco. Las baldosas que cubrían el suelo eran blancas y limpias, así como cualquier cosa que se encontraba por la calle. Los perros vagabundos, los cubos de basura, los bares, los patios... incluso las personas que se negaban a dejarse vencer por el sueño tenían una tez excesivamente blanca. Era Ciudad Porcelana.

Tony aterrizó en el otro lado de los muros. Varios transeúntes les miraron extrañados.

- ¿Turistas? -les preguntó un hombre de pelo blanco, y una cara extremadamente blanca.- No es típico encontrar nuevos habitantes por estos lares. Todos tratan de marcharse. ¡Yo que vosotros me largaría de aquí!

El hombre, sin decir nada más, se alejó de los jóvenes. La noche había caído de lleno ya, y los tres muchachos comenzaron a andar, a perderse entre las callejuelas de la ciudad.
- A menudo lugar hemos ido a parar. Tendríamos que haber seguido las instrucciones de Krauser y no desviarnos de la ruta -dijo Anthony.
- Sigo sin entender a la gente de la ciudad. El cochero nos ha dicho que nos alejemos cuanto antes de aquí, y ahora otro señor que no conocemos de nada nos procura que nos vayamos -comentó Tony.
- Yo estoy contento donde estoy -dijo John, sonriente.- El paisaje, el misterio, el ambiente... me asombra, y no puedo evitar querer saber más sobre este sitio. Tengo una sensación de vértigo, de nervios, que me encanta.
- Yo no puedo dejar de pensar en el supuesto fantasma, sin olvidarme del extraño dolor de cabeza que hemos sufrido al llegar. Creo que debe estar relacionado de alguna forma, aunque no me aclaro por cual... -continuó Anthony, mientras seguía caminando.
- De todas formas, la zona es precios, disfrutémosla mientras podamos -interrumpió Tony, maravillado por el entorno.

Siguieron conversando durante un largo rato, caminando, y, al final, encontraron un hostal para pasar la noche. El interior servía, a su vez, como bar, así que estaba lleno de gente. Los tres jóvenes se sentaron en una mesa vacía mientras esperaban a que les atendiese el hostelero, y aprovecharon para preguntar a algunos lo que sucedía en aquella isla para que todos quisieran salir de ella. Nadie quiso desvelarles la razón, lo único que decían era "Deberíais iros de aquí, es peligroso". Los muchachos acabaron por desistir, y se sentaron en su mesa, resignados.

- Me tienen mosqueado -objetó Anthony.- Me recuerda a lo sucedido en Drum... ¿eh? ¿Qué es eso?
- ¿El qué? -preguntaron Tony y John.
- Eso que asoma por la ventana... -dijo Anthony, señalando una extraña forma al otro lado de la ventana.
- Creo que nos está mirando... -comentó Tony.- ¿Qué es? No lo veo con claridad.
- Salgamos a comprobarlo -propuso John.- A lo mejor nos puede ayudar.

Los jóvenes salieron del hostal. El exterior, al ser las doce pasadas, estaba completamente vacío. La ventana por la cual habían visto algo estaba a la derecha de la salida, a la vuelta de la esquina. Unos diez metros. Caminaron, titubeantes, hacia el final de la pared. Caminaban silenciosos, en fila india, cuando de pronto, un ruido que procedía de su espalda alarmó a John y Anthony. Miraron atrás, y comprobaron que, efectivamente, no había nada.
- Menos mal... no hay nada... -dijo Anthony, y se giró nuevamente.
- Un momento... -dijo John, con gesto de sorpresa y terror en los ojos.- ¿Y... Y Tony?

Anthony tragó saliva. Había desaparecido por completo, sin dejar rastro.
- Esto huele muy muy mal...

John seguía mirando al lugar donde había desaparecido su amigo, cuando un nuevo ruido lo asustó. Miró nuevamente a su espalda, y observó que Anthony no estaba.
- No... No es posible... En un lugar con tanta gente... ¿Dos secuestros repentinos? -dijo, sentándose en el suelo, desesperado.- ¿Nadie ha escuchado los ruidos? -miró al interior del hostal por la ventana a la que querían llegar, incorporándose un poco. Estaba todo a oscuras. No había nadie. En menos de un minuto el bar había sido evacuado. Por primera vez en mucho tiempo, John sintió verdadero terror. No era como con el fantasma. Trató de observar mejor lo que había en el interior del bar, y concentró sus ojos en el mínimo detalle. Buscando, acabó por encontrar una... cabeza cercenada. Y sangre.

Corrió hacia la entrada del hostal, y vio como no era solamente una cabeza. Había cerca de veinte cadáveres en el suelo, empapados en líquido rojo. Y vio algo acercarse. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, tragó saliva. Se encontraba ante un diminuto ser. Tenía pelo rubio con rizos, un lazo azul claro sobre la cabeza. Una falda azul y blanca a cuadros, y pequeños zapatitos. Era una muñeca de porcelana. Parecía inanimada. Tenía una cara blanca, con coloretes rosados, y una boca pintada de rojo. John se alejó unos metros, y la muñeca, cuyo rostro ofrecía una triste sonrisa, transformó su boca, creando una sonrisa asesina y sádica. Y dio un paso. Y John retrocedió todo lo que pudo. Corrió y corrió, hasta adentrarse en lo más profundo de la ciudad, lejos del alcance de esa muñeca demoníaca. Corrió y corrió, y acabó llegando a una estrecha callejuela, habitada por ratas y gatos -blancos-.

- Arf... Arf... ¿Qué... cojones es... esta isla? ¿Qué era eso? ¿Qué está pasando? -farfulló John. Recobró el aire. Se armó de valor.- No me puedo creer que esté teniendo tanto miedo. La muñeca asusta, así que no quiero encontrarme con ella, pero... lo tengo decidido. Me voy al acantilado. Hay cosas por aclarar.

Caminó con paso firme, sin desviarse de la dirección que había tomado. Seguiría al fantasma.

Lo que John no sabía era que una sombra, con una boca sonriente adornando una cara vacía, le estaba vigilando desde lo alto de un tejado.

- Padrino, va hacia allí. Ha huido de la embozzcada del hozztal, pero dudo que zzoporte el miedo de aquí al acantilado.
- Bien hecho... La leyenda de este país, el que es el paraíso de día y que de noche se transforma en un matadero, se agrandará con estas víctimas tan jugosas...Crrrrrraccccc... Warai warai warai... Encárgate de que no se desvíe del rumbo marcado, y mañana tendremos fiesta. Crrrrrrrieeeeckkkkk
- Hay interferenciazz, padrino. Le tengo que dejar. El gran día zze acerca y ezztozz muchachozz zzon la prueba final. Zizizizizizizizizi...
- Oído. Realmente... hoy se ha ratificado la razón por la que nos llaman "Terror-istas"... W...Crrraiekk... arai... Crieakkcckk
- Hazzta luego, padrino -gotcha.

La sombra comenzó a caminar de tejado a tejado, persiguiendo a un muchacho que desconocía del verdadero peligro que le acechaba en Ciudad Porcelana...


Continuará...
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- Bien, los dolores de cabeza de los protas cuando van por el puente se deben, más que nada, a un fenómeno que solo se da en esa isla. No me acaba de convencer la idea de que la niebla soporte las rocas en el aire, así que le he dado un toque más frikientífico (ya veréis por qué) al asunto este. Resulta que el fenómeno en cuestión es Magnetismo Inverso. Es decir, todo elemento que tenga una cantidad de electromagnetismo medianamente grande "gravitará" en el sentido contrario al normal. Es una frikada como un templo y entiendo que a la mayoría no le guste, pero es la humilde idea de un humilde servidor xDD.

- Las escenas grabadas en las puertas de porcelana podrían tener un significado más allá de esta saga, ahí lo dejo.

- Lo que ha hecho huir al cochero es, obviamente, la guerra que se avecina. Pero nadie quiere decirlo, motivos, hay un abanico de posibilidades que no mencionaré xDDD

- Vale, la parte complicada del capítulo, y digo complicada porque lo es, y me gustaría aclararlo a mi manera, si gusta se toma y si no, se deja y ya se le puede buscar otra salida. Decía, está claro que "El Padrino" es Van, y he querido darle ese toque de mafioso colocando sus piezas a lo largo de la ciudad y acechando a los protagonistas. Los "fantasmas" o elementos de terror que he incluido, tal y como supongo que habréis imaginado, son "subordinados de Van". Ahora viene la explicación de su existencia. Me gusta repasar de vez en cuando la lista de los personajes confirmados, y me fijé en uno que puede dar mucho juego a lo largo de la historia. Se trata de Satoshi Naara, Vicealmirante de la Marina. Reparé en que su habilidad consiste en dar vida a objetos inanimados.
Bien, hasta aquí en lo referente a los fantasmas es entendible xDD; a partir de ahora es una paja mental mía, de esas que me gusta hacer: Satoshi podía haber tenido muchos juguetes de niño (entre ellos un fantasma solo con boca y una muñeca de porcelana... ejem...), a los que, gracias a su habilidad, les dio vida y jugaron felices. Peeeeeeero llegó un día en el que Satoshi se hizo mayor, y antes de ingresar en la Marina, los echó a la basura. Los juguetes se enfadaron y se volvieron malos (Toy Story 3 Rules) y encontraron a Van, el cual les ofreció protección a cambio de servirle y ahí están, metiendo miedo por las noches. Lo dicho, paja mental. Menudas críticas voy a tener con este capítulo xDDDDDDDDD

- No es ni un capítulo de lucha ni uno de transición, es más bien uno de introducción, así que espero que la longitud no sea un problema.

- Harrrrrrrrllllll... coñe... no sabía que las islas se movían... Bueno, tonces, pa que no se rompan las escaleras, se puede meter una explicación muy Oda: las escaleras son de goma y se pueden estirar. Están clavadas con yoquesé a la superficie, y... a quién quiero engañar xDD. No sé, pero no creo que sea algo sin salidas.
Yo que pensaba que podía ganar... xDD
SÍ.
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por TonyTonyRaul »

Garrac Garrak escribió:Ok, mi humilde propuesta de capítulo 31.

Spoiler: Mostrar
Capítulo 31: Las molestias son misterios

-¡Es un paisaje precioso!- exclamó John
-¿Pero como es posible?...-se preguntó Anthony
-¡Da igual! ¡Es muy divertido!- afirmó John
-Mmm… ¿Cómo podríamos llegar hasta arriba?- preguntó Anthony rascándose la barbilla
-Bueno, no os preocupéis- Tony parecía muy confiado- Yo os podré llevar hasta arriba. Pero, de uno en uno, ¿eh?
-Bueno, si no te improta...- John se encogió de hombros. Le divertía mucho la idea de pdoer volar, aunque solo fuese un poco.

Dicho esto, los piratas siguieron caminando hacia la isla, mientras pensaban en como actuarían y admriaban el paisaje. A su alrededor, la fauna salvaje crecía exuberante, y los rayos de luz del Sol apenas podían atravesar toda la maleza reinante. Tras discutir un poco que hacer con el Blind Lizard, terminaron llegando a la conclusión de que, si nadie quería al pobre animal, debían soltarlo, y dejarlo vivir entre la exuberante fauna.

Tras unos minutos caminando, la banda llegó a un claro despejado, donde había una sorpresa…
John abrió la boca, absolutamente conmocionado. Tony abrió los ojos, totalmente atónito. Anthony se limitó a expresar sus impresiones:
-¿Pero qué…?

Ante los tres piratas se hallaba un macabro cementerio en un claro del bosque, donde había toda una serie de esqueletos enterrados a medio cuerpo en la tierra. Alrededor, una serie de arañazos aún persistentes indicaban una feroz lucha por parte de los enterrados antes de morir.
-¿Qué es esto?- preguntó John, súbitamente sorprendido y asqueado por el espectáculo que tenía frente a sus ojos.
-¿Deberíamos investigar esto?- preguntó Anthony
-Buaaaa. Tengo sueño. Sueño y grima- bostezó John- ¿Sabes qué? ¡Anthony, como capitán del barco te ordeno que investigues más sobre el tema mientras nosotros buscamos un hotel donde alojarnos!
-¿Puedes hacer eso?- le preguntó Tony a John
-Ay- Anthony suspiró, mientras caminaba hacia el “cementerio” dando un saludo con la mano- Puede. Son órdenes del capitán. Está bien, está bien, veré si hay algo de interés aquí, y os esperaré mientras buscáis un hotel.




A las afueras de la isla…


En el mar, un barco navegaba entre las olas. En el barco, un hombre calvo con una cicatriz en la cara observaba en la lejanía un barco encallado en la playa. El hombre tenía en sus manos un Den Den Mushi azulado con una concha roja. Estaba hablando con una voz muy baja:
-¿De veras?- El Den Den Mushi empezó entonces a hablar, apenas cerrando y abriendo la boca para pronunciar algunas palabras:
-Sí, está decidido. ¿Llegaron ya los jóvenes?
El calvo sonrió a pesar de la cicatriz:
-Tal y como predijiste, Krausser. ¿Cómo sabías que llegarían aquí?- detrás suya, los hombres empezaban a sacar el Blind Lizard de llegada a la isla
-Digamos que… les di medios… y ya de paso, mi Log Pose.
-¿Ah, sí?- el calvo de la cicatriz quería saber más-¿Tu Log Pose no llevaba a Toyoland?
-Ah… ¿Ya no lo recuerdas? Mi Log Pose es falso, recuerda…
-Ah, sí, ¡Es verdad!- el hombre de la cicatriz soltó una carcajada- ¡Todavía recuerdo cuando engañaste a esos imbéciles de…!
-Da igual. De todos modos, dile a la jefa que esto es un… - El Den Den Mushi dudó un momento-regalo de despedida. Dimito.
-Como veas. Nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo, incluso sabemos sus nombres, así que solo queda decirte adiós, “amigo”- terminó el hombre calvo apostillando cierta ironía en la última palabra
Gotcha




De nuevo, cerca de Wolkenberge, media hora después…

Tras mucho caminar por el frondoso bosque, finalmente Tony y Anthony llegaron a la… ¿Ciudad?

Como no sabían muy bien si habría algún puente, y estos podían estar vigilados por la Marina, decidieron al final que Tony utilizase su forma voladora, y llevase a John volando a la isla, y luego harían lo mismo con Anthony. Mientras volaban, la espesa niebla se acumulaba a su alrededor, en vez de disiparse, y los graznidos de unos cuervos eran lo único que interrumpían el natural y misterioso silencio del ambiente. Tras unos minutos de vuelo, finalmente tomaron tierra en una explanada justo a las “afueras” de la ciudad flotante, evitando la entrada principal. Tony arqueó los brazos, un poco dolorido, pero sabía que podía aguantar. Las cuatro cataratas fluían caudalosamente alrededor de la roca flotante, o por lo menos podía oírse el sonido del agua chocando contra las rocas, ya que la niebla impedía siquiera ver el final del gran abismo.

Mientras caminaban a través de la niebla, Tony le contaba un poco de la historia de su vida a John. Este, que escuchaba muy atentamente, no se dio cuenta de la presencia de un inmenso cartel que le impidió el paso, y ya de paso le hizo un chichón en la cabeza. Cuan John, furioso por el desliz, pateó con todas sus fuerzas el cartel, pudo ver unas letras que rezaban así:

“Wolkenberge. Estás avisado…”

-¿Qué es esto?- preguntó Tony

John acercó una mano a las letras, y tras tocarlas un poco, se llevó un dedo a la boca, lo chupo, se lo quitó, y le respondió a Tony:

-Sangre…- Tony abrió los ojos, ciertamente atónito. A cada detalle que encontraban sobre la isla, hallaban un nuevo detalle macabro. John, medio muerto de sueño, no estaba para tratar cuestiones ni misterios, así que entró en la ciudad acompañado de Tony mientras bostezaba con ganas, y pedía comida para llenar su estómago vacío.
Poca cosa podían ver a través de la niebla. En la lejanía, los cuatro picos que protegían la ciudad eran visibles aún a través de la niebla. John se asombró al ver la majestuosidad del relieve que protegía la ciudad, unos majestuosos montes de picos blancos más grandes de lo que podría haber parecido antes de llegar a la ciudad. Aún así, apenas atisbaban las esbeltas formas de los edificios, edificios tan altos de los que no se atisbaba el final, recorridos en parte por hiedras naturales que hacían de la estructura un hogar tan válido como pudiera haber sido el bosque del exterior. Además, faltaba algo…
Ton y John se dieron cuenta de que faltaba: no había nadie en las calles. Ni niños jugando a la peonza, ni viejos leyendo periódicos… En la oscuridad de la ciudad, la niebla era su única acompañante.

Pero el silencio no era ahora absoluto: oyeron en la lejanía unos cascos de caballos trotando. Entonces, de la niebla surgió un carruaje rosa, con las ventanas rotas, las ruedas desvencijadas, y un Blind Lizard con un muslo de pollo entre las mandíbulas asomando por la ventana. El carruaje era conducido por un señor con una capucha verde, que no dejaba de acosar con el látigo a los cuatro famélicos équidos que conducían el carruaje. El individuo del carro pareció mirarles por un momento, y masculló:

-Los vagabundos sin sentido no están a la altura del cielo. ¡Apartaos de mi camino! ¡No os interesan mis negocios!
El carruaje siguió atravesando la calle, hasta que volvió a perderse de nuevo en la niebla. John se limitó a encogerse de hombros, y señalo un cartel en el cual se podían leer las palabras “HOTEL REST”. Los dos muchachos sonrieron, miraron a los lados por si había algún marine, y entraron en el edificio.

Nada más abrir la puerta, vieron un gran vestíbulo adornado con toda una serie de lujosas luces de lámparas de aceite. Un hombre calvo con el bigote azul atendía tras el mostrador, y tres mujeres hablaban sobre temas de cotilleo en una de las muchas mesas abandonadas. John se acercó al mostrador, y empezó a hablarle al hombre del bigote:

-¡Buenos días!
-¡Bu-bu-bu-bu-bueeeenos di-di-días señor!
-Eh, John- le susurró Tony a su capitán- ¿No habla un poco raro?
El hombre del bigote calló, para a continuación tirarse un eructo que resonó por toda la estancia.

-Gracias- dijo el encargado mientras sonreía y se sonrojaba
-¡¿No deberías pedir perdón?!- gritó Tony mientras John se metía los dedos en los oídos
-Ehm…- el encargado volvió a sonreír- ¿Por qué?
-Este tío me supera- dijo Tony volviéndose hacia su capitán. John, tras comprobar que seguía pudiendo oír, pidió una habitación:
-¡Queremos pasar una noche en su hotel!
-De acuerdo- empezó a decir el encargado- ¿Qué clase de habitación quieren?
-Ah… Bueno…- John dudó- ¡La que podamos pagar!
-Mmm…- el encargado sacó una servilleta, y la pasó por el mostrador, limpiando el polvo que se había acumulado- ¿Quiénes son ustedes?

-Bueno, ¡Somos piratas y…!- El encargado soltó un eructo de sorpresa. Las mujeres callaron un momento, miraron a los dos piratas, y salieron de inmediato del edificio, totalmente calladas.
Tony le dio un capón a su capitán, y empezó a protestar enérgicamente:
-¡Qué no, leches! ¿Qué quieres, que piensen cosas malas de nosotros?- Mientras decía esto Tony se puso a guiñar descontroladamente. John, que no acababa de entender lo que estaba pasando, se metió un dedo en la nariz.
-¡Entonces no hay problema!- dijo el encargado del hotel- ¡Pueden ustedes hospedarse en nuestra mejor habitación! Con un, ejem, descuento…
-Mmm… de acuerdo.- John frunció el ceño, pero se dirigió a su amigo confidencialmente- Eh, Tony, ve a recoger a Anthony. Yo me quedaré aquí, a comprobar que no haya ninguna trampa, y comer todo lo que pueda ¿De acuerdo?

El aludido asintió, y corrió fuera del hotel. Confiaba en lo que le decía su capitán, pero por si acaso actuaría lo más rápido posible. Algo le daba muy mala espina en todo el asunto…




En algún lugar del mar, en un barco de la Marina...

-¡Señor Tallans! ¡Permiso para hablar!
Tallans se dio la vuelta, y vio como un marine de pelo celeste, camisa adornada y una capa de oficial elevaba la mano pidiendo permiso para hablar. Las olas salpicaban la popa del barco. Tallans miró al capitán Ken White, y le dio permiso para hablar:

-¡Señor! ¿Por qué estamos aquí? ¿No era el noble el causante de que toda la información sobre Drum fuese escondida? ¿Vamos a dejar a esos jóvenes en manos de… de ella? ¿No vamos a perseguir a Hunter? ¿Es que acaso los valores de la Marina ya no valen nada?

El vicealmirante no se dejó sorprender por las preguntas, sino que más bien echó una mano a su espada, desenvainó ligeramente el filo, y soltó un gruñido. El capitán, temiendo por su propia vida, tropezó sobre sus pies y cayó al suelo. Tallans volvió a fijar la vista en el horizonte, totalmente inmiscuido en sus propios pensamientos.
Sin embargo, una vez más fue sacado de sus propias ensoñaciones cuando uno de los reclutas le dirigió la palabra:
-¿Qué rumbo tomamos, vicealmirante?
Tallans gruñó una vez más:
-Nuevo rumbo, marineros de agua dulce. Nos vamos al Cuartel General…




De nuevo en Wolkenberge, en el “Hotel Rest”…

No había habido ninguna trampa. Los tres se habían asegurado de ello. De hecho, al final lo que John hizo fue esperar en la entrada del hotel a que volvieran sus nakamas. Cuando ya estuvieron los tres juntos en la habitación, y solo tras un minucioso análisis, Anthony empezó a contar lo que había hallado en el cementerio de antes, aunque no sin haber encargado antes un par de botellas de sake y unos platos de ramen para tres:

-Esos esqueletos- se rascó la cabeza- estaban erguidos. Alguien les había clavado una serie de clavos para evitar que los cuerpos desfalleciesen y cayesen al suelo.- dicho esto, el “Desertor Blanco” cogió con los palillos otro montón de ramen
-¿Quién haría algo así?- preguntó John. Anthony se encogió de hombros, y terminó de contar las conclusiones:
-Eso si, la mayoría de los esqueletos no tenían nada. Nada. Ni ropas, ni el más mínimo indicio de carne… ninguna propiedad…
-¿Será el jefe de la ciudad un dictador?- preguntó Tony
-No lo sé- contestó Anthony.- Deberíamos averiguar más…
-Oye, y… ¿Por qué huele tan mal?- dijo John, llevándose una mano a la nariz, aspirando aire, y volviendo a comer. Tony soltó unas risillas:
-Bueno, es que…- parecía que no podía aguantarse la risa- una señora iba a echar las “necesidades” de la casa por la ventana, se le resbaló la palangana de…
-… se me cayó encima- dijo Anthony, no dejando que Tony terminase de decir “meados”. Nada más oír esto, John empezó a reírse con ganas, y le dio una palmada en el hombro al Desertor:
-Jajajajaja, Pero, tío, ¿no eras un Logia?- dijo John. Anthony respondió ofendido:
-Si estoy mojado, cualquier golpe me puede afectar, y lo peor es que puede haberme visto cualquiera. Encima, si me pillan por sorpresa…
-Por cierto- queriendo desviar el tema de la conversación, Tony echó una mano a los pantalones, y sacó el Log Pose que les había dado Krausser. La aguja del dispositivo señalaba hacia abajo- ¿No está actuando muy raro el Log Pose?

-Mierda- maldijo Anthony- Tendremos que conseguir uno nuevo… si tuviésemos un navegante…
-¡Pues yo ya quiero ir a Toyoland!- protestó John a la vez que alzaba los brazos hacia el cielo- ¡Quiero ir!
-De acuerdo, de acuerdo, capitán. También tenemos que conseguir un barco, ¿No? No parece que en la ciudad haya un puerto, pero podremos preguntar al encargado del hotel si hay algún pueblo costero por aquí cerca…- razonó Anthony mientras seguía ingiriendo el ramen. John ya había vaciado su plato.

-Buaaah- bostezó el capitán- Pues déjalo para mañana. ¿Llevo dos días sin dormir, sabes? Me gustaría tomarme un pequeño sueñecito…
-No te precipites tanto, capitán- contestó Anthony a la vez que se levantaba- Por lo que sabemos, podrían tendernos una trampa…
-Ya lo sé, a mí también me parece que hay algo… raro en este ambiente. Esa maldita niebla no desaparece, y nadie me ha dicho por que la isla se mantiene en el aire…- comentó John a la vez que empezaba a estirarse de sueño.
-Mmm… Pues nos podemos turnar para vigilar, por si las moscas. En ese caso, me gustaría ser el primer turno…
-De acuerdo, Tony- afirmó John- Tú serás el primero. Pero, recuerda, ¡No nos despiertes a no ser que haya un apocalipsis! O algo así.
Tony asintió, sin quitar el ojo de la ventana de la habitación…




En otra parte de la ciudad…

Un carruaje negro y blanco tirado por dos caballos se paró a las puertas de un majestuoso edificio cubierto por la niebla. Encima de la puerta de entrada había un cartel con una serie de letras que rezaban “BANCO ROTSCHILD”. Una puerta del carruaje se abrió, y una persona cabizbaja y jorobada con una capa gris salió del vehículo para posar sus pies en el suelo. Antes de que la persona pudiese acercarse a la puerta del banco, escuchó de repente un sonido que interrumpía el silencio reinante.

La persona cabizbaja, temiendo por su vida, echó una mirada al fondo de la calle. Tres siluetas se esbozaban entre la bruma. Totalmente acobardado por los misteriosos desconocidos, la persona cabizbaja sacó unas llaves del bolsillo, las metió por la cerradura del la puerta del banco, y acto seguido intentó girar el picaporte. Al final, tras unos leves forcejeos, la cerradura cedió, y las puertas se abrieron. Desde dentro.

Antes de que la persona cabizbaja pudiese hacer nada, una persona salía ya por las puertas del banco, impidiéndole la entrada. El pobre jorobado, que estaba ya lloriqueando, alzó los ojos, a la vez que suplicaba por su vida. Un hombre envuelto en un elegante traje negro lo observaba con cierta curiosidad. El desconocido llevaba atada al cuello una bufanda blanca. Estaba sonriendo cuan larga era su boca:

-¿Sabes? Es muuuy aburrido cuando nos ponéis las cosas tan fáciles.- El desconocido, envuelto por las sombras del lugar, echó una mano a uno de sus numerosos bolsillos, y sacó un encendedor, con el cual se procuró un cigarrillo. Mientras aspiraba el delicioso humo del tabaco, la persona cabizbaja intentó echar mano a su pistola, pero el hombre del cigarro se lo impidió dándole una patada en la cabeza

Detrás suya, el banco explotó, y las llamas envolvieron al criminal, que seguía fumando y riendo al mismo tiempo.
-¡Sí! ¡Insuperable!





Tres horas después, de vuelta al hotel…

La ciudad seguía en el más absoluto de los silencios. Nadie cruzaba la calle, tan solo Tony andaba por la calzada de la ciudad, sin más compañía que la frondosa niebla. En algún sitio se oyó el maullido de un gato.
Bostezó. El también tenía sueño, pero no había pasado tanto tiempo sin dormir como sus compañeros. Podía apañárselas despierto toda la noche si hacía falta. A sus lados, pudo leer varios carteles de tiendas de especias, y tuvo el cuidado de no pisar una manzana podrida que alguien había dejado tirada en el suelo. ¿Qué había sido el ruido de hace tres horas? ¿No les estaba escondiendo algo el encargado del hotel? ¿De veras habían sido fuegos artificiales?
Se encogió de hombros. No tenía nada más que hacer. Transformó sus brazos en alas, y voló hasta posarse encima del tejado de un edificio de techo bajo. Echó una mirada a las sombras, cogió su arco, una flecha y le habló a la oscuridad con un tono imperativo:
-¿Quién eres y qué quieres? ¿Por qué nos estás siguiendo?
-Vaya, vaya, vaya- la oscuridad le devolvió una respuesta, y Tony apuntó al sitio de donde parecía provenir la voz- No se te escapa ni una, chaval- dio un par de palmadas. Aplausos. Tony sonrió:
-Eso es lo que hace un vigía, ¿No? Estar atento a las amenazas que haya en el horizonte- la oscuridad dio un par de palmadas más, y soltó una risa:
-¿Y no vas a necesitar ayuda?
-No necesito ayuda. Tengo una orden de mi capitán, y demostraré que soy digno de ser un miembro más de la tripulación- la oscuridad soltó una carcajada. Tony se dio la vuelta, ya que detrás suya…
-Creo que me estás subestimando, chaval

Algunas notas aleatorias:
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-Se me fue la pinza XD

-Ok, Van tiene un par de "escenitas". Había pensado en ponerle al hotel de título "Hotel Van", pero no sabía si estaríais de acuerdo...

-La ciudad es muy grande, y está en el interior de la isla, así que, de momento, los Panteras se toman un merecido descanso, y al próximo día recopilarán un poco más de información. Tal y como está descrita la isla, está situada en el interior, o sea, lejos de la costa (no tiene sentido guardar barcos si no los vas a utilizar XD)

-El "accidente" de Anthony no ha sido del todo gratuito XD Más bien, un recurso: cualquiera ha podido ver lo que ha pasado, y cuando vean que es una logia, alguien puede sumar dos más dos... (Y ya no recuerdo si, con Akiwalko se mencionó la debilidad de la fruta de Anthony

-A veces me repito con algunas palabras, comprendan que he llegado a algunos puntos en los que me faltaban sinónimos

-Lo siento si he sido muy críptico con las descripciones, he intentado recrear el espíritu gótico y siniestro de la isla sin tener que recurrir a tonterías de Marylin Manson XD

-Vale, espero que el DEM esté totalmente solucionado, y que no haya más DEMs por ahí en mi capítulo

-La ciudad se nos ha descrito como impresionante y muy grande: así, una pequeña explosión en un banco no creo que tenga que ser oída por todas partes

-La presentación de Van la he peusto más que nada por petición de su autor: si desvirtúa la trama la peudo quitar

-El pobre Blind Lizard era viejo, y en su barco de origen no lo querían, como los Panteras no quieren vovler a la isla lo sueltan en la fauna

-última escena para la marina con la que quiero darle un pequeño empujón a Tallans. En caso de que mi capítulo gane, en el siguiente capítulo no tiene por que aparecer Tallans de neuvo, de hecho, tengan en cuenta que me he tomado el 31 como a medias entre la transición y la presentación de una nueva saga.

-He metido tantas escenas de transición para evitar futuros DEMs. Pero que no se vuelva una costumbre XD
Espero que os haya gustado!
Pues yo ya me he decidido y voy a hacer de juez esta vez , y empezaré con el capítulo de Garrac.
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CONTRAS
-Ten cuidado que a aquí pusiste Tony y Anthony, y es Tony y Jonh
De nuevo, cerca de Wolkenberge, media hora después…

Tras mucho caminar por el frondoso bosque, finalmente Tony y Anthony llegaron a la…


-Que Krausser le engañara otra vez, buff lo veo un tanto raro, es pro porque me sorprendiste, pero no me llega a gustar la idea.

-Esto va para todos recordad que Tony mientras no esté en medio de enfrentamiento o complicaciones es muy divertidoy suele reírse un montón y no es nada serio.

PROS
-Extensión adecuada, no lía y equilibrio entre diálogo y descripciones.

-Buenas descripciones al principio del capítulo con el cementerio y demás.

-Le das un buen toque de misterio a la isla me gusta

-Me he reído un rato con lo de Anthny "mojado" :lol:

-La presentación del misterioso desconocido¿quién será?xD está muy bien preparada,por esto bravo.

-Me has dejado con intriga quién está detras de Tony.

Conclusión y nota:Un capítulo interesante para ser de transición la idea de que Krausser les vuelva a engañar es lo que me echa para atrás en mi opinión arriesgaste mucho con eso, tiene pros pero no muy impactantes.8.5
Bien me alegro de que la idea de los soundtracks os gustara pero es que había que retomar esa idea genial,wild convendría que el soundtrack no tuviera letra te lo digo como consejo pero tu decides :)

Yo tengo que decidir todavía cuál cogeré, y cuando tengáis el definitivo decirmelo que lo pongo en mi primer post del tema.

Para el opening la música me gusta la letra ya veré xD.

Más tarde haré la crítica del otro capítulo.
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Garrac Garrak
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Re: Panteras Negras V2.

Mensaje por Garrac Garrak »

TonyTonyRaul escribió:
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CONTRAS
-Ten cuidado que a aquí pusiste Tony y Anthony, y es Tony y Jonh
De nuevo, cerca de Wolkenberge, media hora después…

Tras mucho caminar por el frondoso bosque, finalmente Tony y Anthony llegaron a la…


-Que Krausser le engañara otra vez, buff lo veo un tanto raro, es pro porque me sorprendiste, pero no me llega a gustar la idea.

-Esto va para todos recordad que Tony mientras no esté en medio de enfrentamiento o complicaciones es muy divertidoy suele reírse un montón y no es nada serio.

Okka, detalles sobre cada contra:


-Vale, lo de Anthony y John ha sido un error XD

-Sí, lo sé, lo de Krausser puede quedar muy raro, pero entiende que lo he hecho para jsutificar el DEM de mi propio capítulo. Además, así Krrausser coge más vidilla para alguna futura saga



Y, para Van me gustaría sugerir este soundtrack:

http://www.youtube.com/watch?v=6Y4u52__vUY

Cuando presente mi idea para tripulante os terminaré diciendo XD
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No more mutants---By Bolivar FearStyle
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