Vidas paralelas

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¿Quién es tu personaje favorito (de las historias de Takagi)?

Hunter
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StoneCold
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13%
Tom
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Leo
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Will
1
7%
"La mujer"
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Hazen
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7%
Nuala
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Warden
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Los Savage (así, en pack)
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Tom (U.P.)
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Dent
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Anne
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François
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Otro
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Takagi
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Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

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Cubierta y contracubierta del primer tomo de VP, cortesía del Jefe (L).
U.P. escribió:
Universo Paralelo


Nueva aventura para mí, por el momento, tomadlo como algo independiente al resto, por el momento...
Historia de Tom U.P.
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Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
One Shots
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One-Shot: Bob
One-Shot: Caroline
Kathleen Capítulo 1 de 2.
One-Shot: Moeva
Historia de El Conseguidor
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El Conseguidor: Capítulo 0
VP escribió:
Vidas Paralelas


En este tema mi hermana y yo iremos desarrollando una serie de historias, historias de distintos personajes de un mismo mundo (similar al de One Piece, pero con nuevas islas y organizaciones, además de personajes distintos) que pueden entrecruzarse, no coincidir nunca o volverse una sola. En este post se recopilarán los capítulos que vayamos publicando en función de diversas clasificaciones.

- Capítulos de noalovegood:
Historia de Kate
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Capítulo 1
Historia de Ámber
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Capítulo 1
-Capítulos de antybulty:
Historia de Hunter
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Capitulos 1 y 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Historia de Tom
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Minihistoria nº1
Minihistoria nº2
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Historia de Hazen
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Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Historia de los hermanos Savage
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Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3

Galería
jojogape:
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-Daron
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Bob:
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-Cubierta
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Lits:
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Última edición por Takagi el Dom Ene 08, 2017 2:52 pm, editado 61 veces en total.
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noalovegood
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por noalovegood »

Buenooo paso a postear el primer capítulo bro :D .
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Capítulo 1 : Agogé
Una niña se aproximó a la ventana de la habitación donde cada noche dormía o fingía que lo hacia . Tras las barreras que adornaban la ventana podía verse el exterior y en él , ella dejaba volar la imaginación y sus sueños .
Observaba el exterior , los árboles teñidos del blanco de la nieve , característica en aquella isla invernal y lluviosa . Las altas montañas heladas , el río cristalino que se mantenía helado salvo unos dos meses al año . Las criaturas nacidas del frío ...

La muchacha soñaba con ver su hermosa isla Granelya, desde otra perspectiva que no fuera una cárcel , pero entonces la soledad la despertaba de sus sueños y la devolvía a la realidad .
Pasaba los dedos por cada uno de los barrotes , los acariciaba estremeciéndose y sintiendo el frío acero . Pero nada era tan frío para ella como aquella pequeña y oscura habitación , llamada celda 570 .

Cada habitación de aquel edificio representaba la opresión , todos los habitantes eran presos y vivían por y para complacer al sistema de la organización .
Dicha organización , unida al Gobierno Mundial , era un secreto para la población del mundo . Su nombre era Agogé .

Dividida en los cuatro mares del océano , en el Sur la otoñal isla de Minasea ; en el Norte la gélida isla de Granelya ; en el cálido Oeste la isla de Casitrea y por último en el Este la primaveral isla de Aquana .

Todas ellas con el mismo fin , servían al Gobierno Mundial creando armas humanas desde los primeros años de vida de sus integrantes y de ese modo transformaban a niños en las mejores máquinas de matar que impartirán la justicia absoluta en un futuro .

En la Agogé , los niños nacidos o traídos a sus islas eran seleccionados al nacer , por su constitución y su salud que denotaría su resistencia futura . Los que no superasen la prueba de selección serían exterminados , o con mucha suerte sacados por sus padres de la asociación en secreto .

Desde que nacían eran educados de modo que borrasen cualquier rastro de humanidad , sin ninguna muestra de cariño , eran enseñados a vivir con la muerte a diario , a sobrevivir y a ser simples máquinas sin emociones , rápidos , sigilosos y eficaces .

Por ello , no tenían nombre .
Cada uno de sus integrantes de miradas vacías tenían un número determinado , solo aquellos que conseguían subir de rango y ser reconocidos por los de la asociación tenían derecho a tener un nombre y con ello una identidad por lo que el trato para ellos pasaba a ser diferente .

Para alcanzar un nombre tenían que participar en el torneo anual , dicho torneo se organizaba una vez al año cada vez en una de las islas de la asociación .

Al cumplir los 14 años todos los componentes de la Agogé tenían la obligación de participar en el Torneo , donde cualquier estilo de lucha o arma estaba disponible , durante una noche y un día todos los componentes debían enfrentarse entre sí y solo los que sobreviviesen tenían el honor de llevar un nombre o de mantenerse con vida .

Sin embargo , rara vez sucedió , que para conseguir un nombre una persona de inferior rango pudiese retar a uno de los superiores en un duelo antes de los 14 años y si lo vencía el nombre del superior pasaría a pertenecer al vencedor del combate .

Una vez en la Agogé se lograba un nombre , era tradición que los superiores fueran marcados con una marca a modo de tatuaje que representara su fuerza . Además de que cada una mantendría una forma similar pero a la vez con un toque distintivo , por lo cual era la representación máxima de superioridad en la organización y el objetivo de todo luchador .

Las medidas de seguridad eran muy extremas y si intentabas escapar y eras descubierto te someterían a tres días de intensa tortura que acabarían llevándote a tu muerte .
Cuando nacías o pertenecías a la Agogé , no podías tener la opción de soñar con un mundo fuera de la asociación.

Y la niña que miraba a través de los barrotes de su ventana lo sabía muy bien , cada vez que soñaba con huir recordaba todas las normas de su institución y con una lágrima acariciándole las mejillas silenciaba su dolor .

Dejó suavemente los barrotes de hierro y con ellos su sueño , se dirigió hacia su manta en el suelo , acurrucándose sobre sus rodillas y palpando con cautela las heridas de su espalda .
Intentando calmar su dolor , pues al amanecer vendrían a buscarla como todos los días y de nuevo regresaría a su pesadilla .
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By: Movius
"El último Centurión y la chica que esperó"
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Takagi
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Comienza mi aportación.

Capítulo 1(Hunter)
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Capítulo 1 de Hunter.

Llovía…Una vez más. No era raro ver llover en esa isla, situada en el South Blue, ya que tenía un clima otoñal. Los fuertes vientos que azotaban las mañanas desaparecían para dejar paso a continuos chaparrones. El incesante sonido de las gotas golpeando la fría roca era la banda sonora de los que habitaban aquella isla, una isla conocida como Minasea.

Minasea era una gran isla, rodeada por unos perfilados y enormes acantilados, moldeados día a día por grandes y fuertes olas impulsadas por el incansable viento. Sólo había una pequeña cala entre tanto acantilado, casi invisible para aquellos viajeros foráneos que se pierden en la tormenta. Esta isla tan inexpugnable estaba en su mayoría dominada por la naturaleza, frondosos bosques, profundos acantilados, afiladas montañas.... Y en el centro de la isla, una fortaleza de piedra. Vigilada por cuatro grandes torres y una espesa muralla, la fortaleza presentaba numerosos patios de entrenamiento, edificios destinados a albergar gente, armerías, herrerías, cocinas, almacenes, una biblioteca y unas profundas mazmorras. Esta fortaleza estaba controlada por la organización Agogé.

Desde que amanecía hasta que la noche era tan cerrada que ni las antorchas podían alumbrar el patio, centenares de jóvenes eran sometidos a un riguroso entrenamiento para convertirse en poderosas armas para el Gobierno. Los numerosos patios, casi siempre embarrados, estaban divididos según la doctrina que se impartiera en ellos. En un patio, repleto de grandes estacas, los jóvenes fortalecían su cuerpo mellando la madera con sus puños y pies desnudos; en otro, debían aguantar el dolor soportando latigazos y golpes; otro estaba dedicado a las armas arrojadizas, con varias dianas y distintas armas con las que practicar; uno era simplemente un patio vacío, donde debían ejercitar sus capacidades físicas corriendo en el barro o ejercitando la musculatura… Pero entre todos los patios destacaba uno, el central y más grande de todos, destinado a entrenar el arte del combate cuerpo a cuerpo. Había varias zonas para combates individuales rodeando una tarima central donde tenían lugar los combates importantes celebrados en la fortaleza (combates de ascenso, retos, exhibiciones…).

Y era allí, en el patio central, donde se encontraba un niño mirando el cielo, dejando que la lluvia le limpiara el barro de la cara lentamente. Pronto uno de los supervisores le devolvió a la más cruda realidad:

-¡Eh, vosotros! ¡Escoria! – Vociferó el supervisor – Vuestro turno ha acabado, ir a dónde demonios os toque y desapareced de mi vista de una vez.

El niño se incorporó a la fila con sus compañeros y desfilaron hacia sus habitáculos. Para ellos tuvieron que atravesar varios patios donde los gritos de dolor de los niños eran sustituidos por los suspiros agónicos de los jóvenes de mayor edad, aquellos que ya no se andaban con juegos de niños y saldaban sus combates cobrándose la vida de sus rivales. El niño miró con frialdad a los jóvenes caídos mientras atravesaban el último patio antes de llegar a las escaleras que conducían a su habitáculo…

Pocos minutos después, el niño se hallaba en su habitáculo, era una pequeña estancia, oscura, húmeda y poco acogedora, únicamente adornada con un camastro maltrecho y un pequeño agujero que hacía las veces de ventana, permitiendo al niño poder disfrutar del olor de la lluvia recién caída sin estar tapado por el olor de la sangre, un placer para él. Era quizá lo único bueno que le quedaba, había sido arrancado de los brazos de su padre meses atrás cuando la organización atacó su aldea para secuestrar a los niños y reducirla a cenizas… Por tanto, era un niño sin familia y sin hogar, pero no sólo eso, también sin nombre, ya que los niños que entraban en Agogé eran despojados de su identidad. Por suerte, había logrado adaptarse bien a aquello, olvidándose de sus sentimientos, enterrando su pasado y fortaleciéndose, se había convertido en uno de los aventajados de su edad, uno de los elegidos para las clases especiales con miembros de mayor edad. Esto era algo fundamental para aquel niño, ya que con sus facultades ya era capaz de retar a alguno de los jóvenes que sí tenían nombre con alguna posibilidad. Este “nombre” se otorgaba a aquellos que destacaban en algún campo de interés, pero el título podía ser robado por otro, para ello debía asesinar al portador del título. Y era éste el objetivo del niño, al día siguiente retaría a un joven que poseía un título muy deseado para él y se lo arrebataría. Sólo quedaban unas horas…
Capítulo 2 (Hunter)
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Capítulo 2 de Hunter.

Un nuevo día comenzó para el joven. Abrió los ojos lentamente, sin ninguna prisa, como todos los días. Se incorporó y comenzó a desentumecerse lentamente, siguiendo su rutina se asomó para ver cómo estaba el cielo, un día más se mostraba gris, cerrado y amenazando tormenta. Todo parecía seguir como de costumbre en aquella isla, una mañana más que transcurría con el cambio de guardia, el inicio de los entrenamientos, la división de tareas… Pero ese no fue un día más para el joven.

Tras ponerse la ropa de entrenamiento, una camiseta raída que en tiempos fue blanca, pero con el tiempo se había decolorado hasta adquirir un tono marrón oscuro con diversas manchas, producto del barro, la sangre y el sudor, unos pantalones negros repletos de quemaduras y trasquilones, y unas zapatillas que no habían sido confeccionadas para realizar ninguna actividad física, pero era mejor que ir descalzo. Tras salir de su habitáculo y unirse a su grupo de entrenamiento sin mediar palabra, comenzó su serie de entrenamiento físico que le tocaba ese día. Con la mirada perdida, distraído, realizó los ejercicios propuestos con mayor eficiencia que nunca, tanto que llamó la atención del supervisor del patio. El supervisor se aproximó al joven con paso tranquilo:

-Eh, tú… - El supervisor agarró la muñeca del joven y miró el número que tenía marcado en ella – Número 4143. Un número muy alto, no soléis destacar en este tipo de actividades, pero me has llamado la atención, creo que te enfrentaré a alguno de los perezosos del el patio contiguo, este nivel se te queda pequeño – concluyo con una ligera sonrisa.

-Señor – respondió poniéndose firme – , si usted me lo permite me gustaría retar a alguien en particular.

Todos sus compañeros cesaron de inmediato y se quedaron atónitos ante la respuesta del nº 4143.

-¿Acaso quieres…?

-Sí, quiero luchar por un nombre – concluyó con determinación, con una mirada que dejó de estar vacía y se llenó de calor y rabia.

Las luchas por un nombre eran normales allí, pero nunca alguien con un nivel tan bajo se había atrevido a hacerlo. Los jóvenes con nombre eran los más avanzados y mejor preparados de la isla, eran los que dominaban las mejores técnicas y se disputaban los puestos para salir de la isla y trabajar para el gobierno. Los números más bajos entrenaban con la ilusión de conseguir un nombre, pero todos aquellos por encima del número mil no eran capaces de mirar a alguien con nombre a los ojos sin mearse en los pantalones del miedo. Era una reacción normal, ya que la diferencia de poder era abismal.

-Supongo que eres consciente de lo que pides, muchacho – dijo el supervisor del patio con un gesto frío, intentando ocultar su sorpresa mientras una pequeña tormenta comenzaba a caer.

-Claro, señor – comenzó a decir manteniéndose firme - . Una lucha por un nombre es una lucha a muerte, el retador elige a su rival para poder obtener su título. Las condiciones de la lucha, no obstante, las elige el retado. Cualquier miembro de esta organización, tenga el número que tenga puede retar a cualquiera con nombre…

-De acuerdo, de acuerdo – dijo el supervisor interrumpiendo al joven – ya ha quedado claro que lo tienes más que claro, es algo extraño, pero es tu decisión. Ahora bien, ¿a quién quieres retar?

En ese breve instante el tiempo pareció pararse, el viento comenzó a colarse entre los mechones del oscuro cabello del nº4143 y la lluvia bañó su piel, se permitió el lujo de coger aire tranquilamente y llenar sus pulmones de ese aire frío tan familiar antes de decir aquel nombre:

-Quiero retar a… ¡Hunter! – Exclamó mientras los ruidos de la tormenta aumentaban.

-Sea pues – dijo una voz desde lo alto – Hunter, eh, ¡Hunter! Un chaval te ha retado ven aquí.

El dueño de aquellas palabras bajó al patio de un potente salto, salpicando a algunos de los asustados jóvenes. Se colocó su bufanda y se atusó el pelo, sin duda se notaba la diferencia entre él y el resto, tenía unos ropajes diferentes, más caros y de mayor calidad, era más mayor, más alto y más grande, además mostraba una confianza y seguridad aplastantes, sin duda los que tenían nombre jugaban en otra liga.

-Dime, pequeñajo, ¿por qué has retado a Hunter? - Preguntó clavando sus ojos en el retador.

-No… No es digno de portar ese título – contestó con firmeza.

-Bueno, si te soy sincero, estoy totalmente de acuerdo contigo – respondió guiñando un ojo – si consigues obtener un nombre, tendrás mi respaldo chaval.

-Sería un honor, StoneCold, yo…

-Déjate de formalidades, yo no soy uno de ellos – dijo mientras miraba al supervisor que observaba en silencio ante la presencia de StoneCold – conmigo no tienes que mantener las formas. Somos asesinos al fin y al cabo. Ten en cuenta esto al enfrentarte a Hunter.

-Siento interrumpir vuestra charla, señoras, pero no tengo todo el día, quiero ir a comer en breve que hoy me han prometido un pollo asado – dijo una voz desde la sombra mientras se relamía -, elijo un combate cuerpo a cuerpo, aquí y ahora, con armas blancas.

-Hombre, Hunter, has movido tu culo del comedor al fin – dijo StoneCold con sorna.

-No tientes a la suerte, cuando acabe con este proyecto de hombre te daré una paliza.

Hunter por fin pisó el patio, dejando ver su cuerpo bañado por la cada vez más intensa lluvia. Sin duda, no parecía un temible asesino, seducido por los privilegios conseguidos con su poder, había dejado de cuidar su figura y se había vuelto más ancho que alto, sus ropas no daban más de sí y sus mejillas eran tan grandes que tapaban sus ojos casi por completo. Sus rechonchos muslos le hacían caminar con dificultad y lentitud, pero su orgullo, más grande que su barriga, le hacía parecer confiado. ¿Cómo iba a perder uno de los grandes asesinos de la isla contra un cualquiera? Era impensable.

-Sin duda este chaval sabe lo que se hace, es el asesino de élite en más baja forma… A ver cómo se desenvuelve –dijo StoneCold mientras se apartaba con una cálida sonrisa.
Pongo dos debido a su brevedad. Los añadiré al primer post tras una nueva revisión y posible edición. Esperamos que os guste.
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Vito Corleone
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Vito Corleone »

Pasaba por aquí... Y me he quedado xD
Me llamó la atención el tema desde el principio, y eso sumado a la petición de anty me ha parecido suficiente motivo como para dedicar a este tema unos minutillos. Decir que de momento, el entramado que habéis montado me encanta. El Agogé, el sufrimiento que produce el entrenamiento, la desesperanza, todo ello unido por la innegable destreza narrativa que tenéis ambos, da como resultado un plato de historias entrecruzadas exquisito. Por mi parte, felicitaros y animaros a seguir con el proyecto (que incumbe también a los Panteras, todo un puntazo). Yo os leeré encantado.

Un saludo!! :wave:
SÍ.
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Takagi
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Muy agradecido por tus palabras Traffy. La historia "principal", la relacionada con Agogé seguirá, pero ahora traigo una minihistoria sobre Tom. Ya habrá capítulos previos a esta minihistoria para explicar bien todo lo que tenga que ver con Tom y su banda, por tanto con esta minihistoria simplemente es para ir abriendo boca.

Minihistoria de Tom nº1
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Llegó la noche y el galeón de los Aulladores Nocturnos se mecía suavemente. En el puesto del vigía, el grumete Mark dormía acurrucado sin preocuparse por qué o quién los observaba desde el negro y profundo mar. En la cubierta sólo estaba Will, incansable, que escudriñaba un mapa a la luz de un candil, cuya luz apenas alumbraba el mapa al completo. Absorto en los más mínimos detalles del mapa que tenía ante sí, no se percató del movimiento de las aguas próximas a su barco. Poco a poco, unas cabezas fueron apareciendo en la superficie, sin duda se trataba de una banda de Gyojins salvajes, unos ladrones expertos en saquear barcos en alta mar durante el transcurso de largas y plácidas noches. No eran un pequeño destacamento, pues más de 50 cabezas estaban en la superficie analizando la cubierta del barco, pero a unos metros más de profundidad el resto de su banda nadaba en círculos bajo el cascarón preparados para el abordaje.
Tras unos minutos, los asaltadores se decidieron, comenzaron a trepar como podían al barco, pretendían infiltrarse desde todas las posiciones, de esta manera, acabarían con todos los tripulantes con pocas bajas, pero esa noche se equivocaron a la hora de elegir objetivo. Cuando los primeros pisaron la cubierta, Will salió de su ensimismamiento y se giró con el tiempo suficiente para ver como tres corpulentos tritones le atacaban espada en mano. Primero esquivo los mandobles que le lanzaron, después con tres golpes ágiles y concisos dejó inconscientes a los asaltantes. Antes de que pudiera percatarse de qué estaba pasando, sintió la presencia de todos aquellos hombres-pez que abordaban su barco. Rápidamente cogió su fusil y disparó a uno de los que pretendía descender por las escaleras hacia los camarotes, su siguiente disparo fue para uno que empezaba a trepar por el mástil hacia el puesto de vigía, el siguiente se lo regaló a uno de los que le atacaban por la retaguardia, sin duda Will, que era un hombre inteligente, estaba luchando de una forma poco práctica pero útil, ya que Will lo único que pretendía era romper el silencio, hacer todo el ruido posible.

Como él supuso, su plan funcionó, ya que los instintos animales de Caroline eran muy agudos, en cuanto Will realizó el primer disparo se despertó y rápidamente cogió su arco y salió al pasillo. Los asaltantes ya habían conseguido llegar al piso de los camarotes y se disponían a asesinar a los tripulantes, pero se encontraron con en un largo pasillo custodiado por una gran tiradora, un mal escenario sin duda. Cada asaltante que giraba al bajar las escaleras y se asomaba al pasillo recibía un flechazo certero de Caroline.

El siguiente en abandonar su camarote fue Adriano, que salió colocándose una chaqueta de cuero mientras vociferaba que quién era el imbécil que osaba despertarle. Henchido de ira por ser despertado, ignoró las palabras de Caroline y salió disparado hacia la cubierta, desenfundó sus dos pistolas y comenzó a acribillar a balazos a todo el que se le ponía delante.

Al ver la situación, el jefe de los Gyojin mandó al resto al barco, comenzando un ataque sin miramientos. Las voces del jefe dando órdenes unidas a los múltiples disparos de Adriano, el cuál odiaba tremendamente que le despertaran, provocaron tal jaleo que más tripulantes salieron al largo pasillo que custodiaba Caroline. Al ver a más compañeros en pie, Caroline abandonó su puesto y corrió a cubierta a ayudar a Adriano. Salieron tras ella Nico, únicamente con un pantalón corto que hacía las veces de pijama, Natalie, más preocupada por su pelo y su cara de dormida que por el enemigo, Marcus, con una fregona que había cogido a tientas confundiéndola con su lanza de combate, Esperanza, sin su armadura pero con su escudo y su espada, Enrique, a medio vestir y con un cuchillo entre los dientes, y Daron. El gyojin fue el último, fue el único que salió sin prisas, con las dos espadas desenvainadas rozando el suelo y con la mirada baja, tras situarse durante unos segundos, levantó la cabeza y suspiró… Sin duda estaba enfadado, ya que Daron solía ser alegre y desenfadado, pero aquella noche sus ojos estaban llenos de ira y odio.

Poco a poco los bandidos llegaban a cubierta, pero los piratas también. Will defendía la zona del timón él solo, usando simplemente sus puños extrañamente ennegrecidos golpeaba fuertemente a todos los que accedían a esa zona, lanzándolos al profundo mar. Los que ascendían por la proa no tenían mejor suerte, ya que esa zona estaba custodiada por un Nico desbocado, que repartía puñetazos por doquier, un Marcus con mal gesto, ya que se acababa de percatar de su confusión al coger el arma, pero aún así derribaba enemigos sin despeinarse su bien peinado y elevado flequillo, y una Natalie desganada, ya que no pretendía esforzarse mucho al no estar Tom delante para verla, simplemente repartía fuertes patadas a aquellos que se atrevían a acercarse a menos de dos metros.
La zona central del barco, la más amplia, es la que contaba con más gente defendiéndola. Esperanza desarmaba con facilidad a todos los espadachines que se atrevían a retarla, Enrique lanzaba cuchillos con una precisión brutal a aquellos que desprevenidos le daban la espalda, Adriano corría como loco de un lado a otro disparando sin cesar y Caroline cubría ambos lados con sus flechas. Pese al gran trabajo de la banda, se notaba le sueño y la falta de coordinación, ya que el número de enemigos en cubierta aumentaba y aumentaba…

Entre tanto alboroto, Will se percató de que varios asaltantes estaban llegando al puesto del vigía. En ese momento se percató de algo fundamenta, Mark estaba allí. Rápidamente lanzó una potente onda de choque con la palma de su mano para tener el espacio suficiente como para organizar a su banda. Mandó a Caroline proteger a Mark, a Enrique, Marcus y Nico que disparasen los cañones, a Adriano y a Natalie que descendieran a la parte más baja del barco y a Esperanza que mantuviera la posición. Sin dudar todos hicieron lo que ordenó Will, ya que si algo había demostrado a lo largo de sus viajes era una excepcional habilidad como estratega.

Caroline derribó con tres flechas a los enemigos que estaban próximos a Mark, tras eso guardó su arco y se transformó en una gran criatura. Era una bestia grande y peluda, provista de unos largos y afilados colmillos, unas patas poderosas con unas afiladas garras y una mirada asesina. Se trataba de un gran lobo. Rápidamente trepó por el mástil y al llegar a la posición del vigía recuperó su forma humana y despertó al joven grumete. El pobre Mark no era consciente de la situación, aún estaba más dormido que despierto ya que por algo le llamaban “Koala”, necesitaba dormir y mucho. Caroline comprendió el plan de Will, ya que desde esa posición podía alcanzar a cualquiera, pero se percató de que no sería necesario… Alguien asomó por las escaleras…

Mientras tanto, Nico, Marcus y Enrique, junto a Arturo y Manuel que se acababan de despertar, habían comenzado a lanzar andanadas de cañonazos para alejar al resto de enemigos del barco. Natalie y Adriano ya habían llegado a la trampilla de la sala más baja del barco, todo estaba despejado y nadie había entrado por la entrada secreta acuática que tenía el barco. Esperanza, sola en cubierta observaba como los enemigos se acumulaban en la proa, pero mantuvo la posición mientras miraba de reojo a Will esperando algún gesto o nueva indicación. En ese momento Will sonrió y le dijo a Esperanza que ya habían llegado los refuerzos y que subiera a la zona del timón para asegurarla de futuros ataques. Mientras Esperanza subía las escaleras hacia la popa, Will bajó tranquilo y confiado hacia el mástil, donde otros dos tripulantes acababan de aparecer, eran Daron y Tom.

Cuando los tres pesos pesados de la banda se reunieron y lanzaron una mirada asesina al resto de asaltantes el tiempo se paró de tal forma que el barco pareció inmóvil, inmune al ir y venir de las olas.

-A buenas horas os dignáis a aparecer – dijo Will con su fusil apoyado en un hombro y un tono serio pero cómico a la vez.
-Qué gracioso Will – dijo Tom antes de dar un gran y sonoro bostezo -. No tenía pensado despertarme hasta dentro de varias horas, pero bueno, ¿quién se atreve a atacarnos? – Sentenció, esta vez con un tono frío y serio mientras clavaba sus ojos afilados en los asaltadores.

-Es indiferente quienes sean o quienes digan ser… - Dijo Daron con un tono frío y sombrío, inusual en él -. Dejádmelo a mí. Será cuestión de unos segundos.

Tras decir esto Daron se abalanzó contra ellos y en un abrir y cerrar de ojos los rebanó sin miramientos. Antes de que los bandidos que pretendían subir al barco alcanzaran la cubierta, Daron se lanzó al agua y comenzó a cortar al resto de enemigos. La noche era tan oscura que era imposible adivinar qué ocurría ahí abajo, así que Tom se desperezó y decidió actuar. Para ello, se transformó, su piel comenzó a cubrirse de unas oscuras y brillantes escamas más negras que la noche, unas enormes alas brotaron de su espalda, sus manos se convirtieron en garras afiladas como sables, sus mandíbulas crecieron y se llenaron e numerosos y puntiagudos dientes, sus ojos se afilaron más aún, su melena oscura desapareció convirtiéndose en dos cuernos enormes, una larga cola brotó del final de su espalda… Tom se transformó en la forma completa de su fruta, se transformó en un dragón. Era grande y majestuoso, un dragón enorme escupe fuego. Alzó el vuelo y lanzó una gran llamarada que alumbró el mar, permitiendo ver más de un centenar de cuerpos flotando rodeados de sangre. Tom ordenó a Will que sacara a Daron de ahí de inmediato. Will se lanzó al mar y guiado por la tremenda energía de Daron, nadó hacia él, por suerte no se había alejado mucho y pudo alcanzarle sin salir a coger más aire. Daron se percató de que era Will justo antes de cortarle, estaba irreconocible, con los ojos rojos como la sangre. Will le sujetó por los hombros y le miró fijamente, consiguiendo que Daron volviera a un estado normal. El gyojin nadó hacia el barco llevando a Will hasta la entrada inferior. Al entrar por ella, avisaron a Adriano y a Natalie de que todo había pasado y que se reunieran en cubierta…

Unos minutos después y toda la tripulación estaba en cubierta, algunos oliendo a pólvora, otros desentumeciéndose los músculos, Will intentando secarse, Mark cabizbajo por haberse dormido cuando atacaban el barco… Pero el único que estaba herido era Daron. Su ataque suicida le había provocado varios cortes, pero nada grave, aunque a los ojos llorosos de Esperanza cada corte parecía mortal. Tom mandó silencio antes de hablar:

-Daron… Sabes que no tienes que hacer esto – dijo mientras miraba con serenidad a su compañero – ahora no luchas solo. Entiendo perfectamente tu reacción, pero no me perdonaría perderte por algo así.

-Eh… Perdona, Caroline – susurró Mark.

-Dime, pequeño – contestó Caroline con la mejor y más cálida de sus sonrisas.

-No entiendo nada, ¿a qué se refiere el capitán?

-Bueno, Mark – contestó Caroline mirando fijamente a Daron -, Daron ha vivido mucho tiempo perseguido y marginado por su naturaleza. Él siempre ha demostrado ser un ser noble y bueno, pero el odio hacia los de su especie que se dedican a robar y asesinar como cobardes le supera… Un grupo de bandidos gyojins como éste que nos ha atacado esta noche secuestró a su hermana hace años y aún no ha conseguido encontrarla.

-Vaya – dijo Mark con los ojos llenos de ilusión mientras intentaba mostrarse serio de forma ineficaz – que pasado más duro…

-Aquí todos tenemos un pasado duro, pequeño. Por eso quizá estamos tan unidos – concluyó Caroline mientras le despeinaba el pelo al pequeño grumete con una sonrisa cómplice.

Tom mandó a todos a la cama de nuevo, salvo a los del siguiente turno, ya que aún quedaban horas hasta el amanecer. Mark volvió al puesto del vigía tras prometer que no se dormiría, pero tras unos minutos cayó en las manos de Morfeo de nuevo. Will retomó su labor, escudriñando el mapa en busca de nuevos destinos. Daron estaba en la proa observando el horizonte junto a Esperanza que se limitaba a sentarse a su lado, para ella era suficiente y en el fondo, para Daron también. Caroline fue la última en bajar a los camarotes, tras despedirse de Tom con un profundo beso, observado y analizado a la perfección por la mirada celosa de Natalie. Tom, por tanto, se quedó en la cubierta, miró a Daron primero, pero vio que estaba bien acompañado, miró entonces arriba y escucho el suave y dulce ronquido de “Koala”, bajó de nuevo la vista y sólo vio a un concentrado Will. Subió con él y colocándose a su lado, pero mirando hacia la popa, comenzó una larga y agradable charla, una de esas charlas que a ambos tanto les gustaba mantener…
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Komaru
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Komaru »

@antybulty: Me ha molado la historia, sobretodo ese personaje llamado Mark al que le llaman Koala xD LOL pobre! Se duerme en batalla, le regañan y tras eso se vuelve a dormir. Esto no acabará bien hahaha
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BargasYack
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por BargasYack »

Pregunta. ¿Esto qué es? ¿Un Spinn off de los Panteras? ¿Tanta fama tiene ya?

Un saludo Nakamas.
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Takagi
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Markoala escribió:@antybulty: Me ha molado la historia, sobretodo ese personaje llamado Mark al que le llaman Koala xD LOL pobre! Se duerme en batalla, le regañan y tras eso se vuelve a dormir. Esto no acabará bien hahaha
El pobre grumete... No ganan para disgustos con él xD. Tras la próxima minihistoria sobre Tom tengo pensado utilizar a Mark como eje de esa rama de la historia. Que sea él el encargado de interesarse por el pasado de cada uno y le cuenten historias o algo así. Pero antes de eso, esta segunda minihistoria la cuál supongo que será más interesante (como la primera) tras las futuros capítulos donde se presente bien a los personajes y su unión.

Minihistoria nº2 de Tom.
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Amanecía un nuevo día a bordo del Brisa Marina. Aquella noche le había tocado hacer guardia a los dos tripulantes más novatos junto al navegante, que apenas dormía. Al ver los primeros rayos del Sol, Will ordenó el cambio de guardia. Mark, el joven grumete, volvió a cubierta corriendo con una sonrisa, tras él aparecieron unos malhumorados y aún medio dormidos piratas, uno con un cuerpo enorme si comparamos con el pequeño novato y otro más pequeño pero con dos pistolas cargadas apuntando al escurridizo Mark, eran Nico y Adriano. Will se interpuso, protegiendo a Mark:

-¿A dónde creéis que vais? – Preguntó con una ceja arqueada.

-Will… - Consiguió articular Nico antes de dar un gran bostezo.

-¡Will ese mocoso nos ha despertado! – Vociferó Adriano sin dejar de apuntar a Mark.

-¿Acaso no es vuestro turno? Sólo ha hecho lo que debía, deberíais aprender de él – dijo en tono serio mientras se reía por dentro.

-Está bien, está bien… - Otro interminable bostezo de Nico – Tú, arriba, yo, cubierta, ¿entendido?

-Estoy demasiado dormido para pelearme contigo, grandullón – gruñó Adriano mientras comenzaba a trepar hacia el puesto de vigía.


Una vez se produjo el cambio de guardia, Will le preguntó a Mark que cómo les había despertado en esta ocasión, al parecer utilizó un par de descargas de electricidad estática, sin duda sus zapatillas eran un filón para sus trastadas. Will le aconsejó a Mark ir a ver si alguien más estaba despierto, ya que él tenía que atender unas llamadas, así que Mark bajó al piso inferior para buscar a algún compañero madrugador. Nada más girar para acceder al pasillo de los camarotes, se encontró frente a un cuerpo musculoso pero no muy ancho, adornado con unos harapos húmedos, era Daron. Mark le miró a los ojos, pero no fue capaz de articular palabra.

-¿Sigues temiéndome, grumete? – Preguntó Daron con frialdad.

-… - Mark miró al suelo avergonzado. Él quería ser el más valiente y ni si quiera era capaz de mantener la mirada con uno de sus compañeros, aunque fuera una bestia sanguinaria como Daron.

-¡Daron! ¡No asustes al chico, hombre! – Gritó una voz desde detrás de Daron. Mark levantó la vista y consiguió reconocer a su capitán.

-Tom, déjame esto a mí, haré de él un verdadero guerrero de los mares.

-No, lo único que consigues con esto es que te coja miedo, muéstrate como eres y adiéstrale en los campos donde destacas, pero no le atormentes – dijo Tom con un tono sereno pero cargado de verdad. Daron asintió, miró a Mark y sonrió.

-Disculpa pequeño, simplemente nos preocupamos por ti, no queremos que te pase nada, compañero.

Mark no daba crédito, pensaba que Daron le odiaba por ser débil, pero en realidad era lo contrario, su corazón se encogió de felicidad y una lágrima recorrió su rostro. Lo único que consiguió decir fue:

-Gracias… Chicos…

-Levanta, “Koala”, creo que es hora de que te cuente algo – dijo Tom ofreciéndole la mano a Mark.

Los tres subieron a cubierta, sin duda había sido una suerte que Will le mandara en ese preciso momento allí, muchas veces parecía que Will sabía todo lo que iba a pasar, quizá por eso es un navegante excelente, pensaba Mark obnubilado hasta que Tom le devolvió a la realidad.

-Vamos a dar un paseo.

Tras decir eso, Tom subió a Mark a su espalda, desplegó unas enormes alas negras y alzó el vuelo. Al coger altura el Sol, que ya había ganado bastante altura, cegó momentáneamente a Mark, pero pronto se acostumbró a aquella luz matinal y a la suave brisa que golpeaba su rostro. Estaba muy emocionado, ya que nunca había volado con Tom, al parecer odiaba que se le subiesen y sólo llevaba a los que de verdad lo necesitaran y a su Caroline. Tras unos segundos eternos, Tom rompió el silencio:

-Mark, ¿sabes por qué te he traído aquí? – Preguntó Tom con un tono afable y cálido.

-N-No, señor – balbuceó el grumete.

-¿Señor? – Tom comenzó a reírse – Por favor, me esperaba un “Capitán” o algo así, pero no “señor”, eres único, Mark – el grumete esbozó una pequeña sonrisa -. A lo que iba, te he traído conmigo para que pierdas el miedo, sé de buena tinta que te llevas muy bien con muchos de nuestros compañeros, pero aún no te abres con todos. Cuéntame, ¿qué temes?

-Bueno… - Mark se paró un momento a pensar, con mucha facilidad Tom había conseguido que ese miedo que sentía desapareciera – Siempre me he sentido muy pequeño a vuestro lado, no quería defraudaros y por eso los más fuertes me dabais miedo.

-¿Miedo? ¿Por qué? Es cierto que Adriano está un poco loco… Y Henrique…Y…

-¡Porque no quería que pasarais de mí! – Gritó Mark antes de empezar a llorar.

-Ay mi joven “Koala”, guarda tus lágrimas. Desde el momento en el que cualquiera de vosotros sube a mi barco, dejáis de ser individuos y os convertís en parte de mi todo, de mi familia…

Ahora fue Tom el que tuvo que callarse para que no se le quebrara la voz. Tom dio media vuelta hacia el barco y ambos se mantuvieron en silencio hasta llegar a cubierta. Tom se dirigió hacia la proa y comenzó a dar órdenes para levantar al resto y ponerse en marcha, tenían muchos temas que tratar. Mark se quedó junto al timón pensativo y taciturno, hasta que Will llamó su atención:

-Mark, no te sientas mal por no encajar. Todos nos sentimos así al principio, pero hay algo que nos ha convencido a todos y que nos hace ser felices y seguir adelante…

-¿Tom?

-Eso es. Hay una historia tras cada uno de nosotros y si las conocieras, verías que es imposible que unos tipos así convivan como nosotros lo hacemos, pero ahí es donde radica la calidad de un capitán, sin duda tenemos al mejor así que alégrate por estar bajo su mando y disfruta, eres un hermano más y no te abandonaremos bajo ningún concepto.
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Gorgias
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Gorgias »

He leído todos los capis hasta ahora y, aunque sabes que mi respuesta hubiera sido la misma aunque no fuera verdad, me han gustado mucho. Y desearía que me creyeses, porque realmente me han gustado.

Se ve una trama amplia, con muchas incógnitas que mantienen el suspense. Está muy bien narrado, por supuesto, y hay puntazos como las luchas por los nombres o la intriga de todo lo relacionado a la banda de Tom, que supongo, acabará envuelta con todo el asuntillo de la organización Agogé y los otros protagonistas. De verdad, una lectura muy agradable.

Eso sí, Agogé me suena a clínica psiquiátrica xDDD.

PD: Esperando el siguiente, que supongo que ya estará cerca.
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

D Gorgias escribió:He leído todos los capis hasta ahora y, aunque sabes que mi respuesta hubiera sido la misma aunque no fuera verdad, me han gustado mucho. Y desearía que me creyeses, porque realmente me han gustado.

Se ve una trama amplia, con muchas incógnitas que mantienen el suspense. Está muy bien narrado, por supuesto, y hay puntazos como las luchas por los nombres o la intriga de todo lo relacionado a la banda de Tom, que supongo, acabará envuelta con todo el asuntillo de la organización Agogé y los otros protagonistas. De verdad, una lectura muy agradable.

Eso sí, Agogé me suena a clínica psiquiátrica xDDD.

PD: Esperando el siguiente, que supongo que ya estará cerca.
No sabéis lo que agradecemos este tipo de comentarios. La verdad que estuvimos varias semanas preparando todo el trasfondo para que las historias tuvieran coherencia entre sí, aunque vayamos poco a poco, preferimos eso y hacerlo bien. Que sepas que sí te creo xD. Intentaremos mejorar en los próximos, aumentando la intriga, avanzando más en el tema de las luchas por el nombre, el futuro torneo...

Agogé es algo con inspiración real, basado en Esparta y el entrenamiento extremo. El siguiente estará...Pronto, supongo xD. Ahora la atención puede estar puesta en Hunter, pero creo que es el turno de darle protagonismo a las féminas...

Edit. Debido a lo que me ha dicho Monky debo aclarar, la historia principal, tanto la de Kate como la de Hunter ocurre de forma simultánea. Las minihistorias tienen lugar años más tarde, pero si veo que va a causar mucho lío, pondremos un orden cronológico también.
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Capítulo 3 de Hunter.
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El viento comenzó a golpear con mayor fuerza los afilados acantilados de Minasea. La inestabilidad del clima de aquella isla otoñal aumentó repentinamente, el fuerte viento se colaba por cada hueco de la muralla, la lluvia comenzaba a arreciar encharcando los patios de entrenamiento y el cielo comenzó a adquirir una tonalidad gris oscura, únicamente alterada por algún relámpago. En uno de los patios, numerosos niños habían suspendido su ejercicio asignado para formar un amplio corro en torno a tres figuras. Otros jóvenes de patios contiguos comenzaron a acercarse ante el inminente duelo. Se amontonaban unos detrás de otros intentando buscar un hueco para ver el espectáculo, sólo un joven fue lo suficientemente listo como para buscar una posición elevada desde la cual poder ver el combate sin ninguna cabeza molesta en medio, StoneCold.

El hombre más cercano a StoneCold dentro del círculo era Hunter, el retado. Sin duda Hunter no era el miembro más temido dentro de los asesinos con nombre de Minasea, de hecho, era el más descerebrado de todos. Al conseguir el título se dejó seducir por los suculentos manjares que sólo sus sueños le habían podido dar, la posibilidad de comer hasta reventar tras tantos años de hambruna pudo más que cualquier cosa. Mientras el resto de los de su quinta habían continuado su entrenamiento hasta superar los límites del cuerpo humano, Hunter se dedicaba a comer y beber en las cocinas. Pese a su baja forma, nadie había osado retarle, no era común retar a nadie, la vida podía más que el valor.

El hombre más alejado de la posición privilegiada de StoneCold era el aspirante. Pese al gran peligro que corría su vida, no parecía titubear. Mantenía la mirada fija en su rival, analizando cada uno de los lentos y torpes movimientos que realizaba Hunter mientras esperaban la señal del supervisor. Su corazón latía a toda velocidad, no por miedo, por tensión, por fin había llegado el momento que tanto había esperado, por fin podría obtener el nombre de “Hunter”.

El tercer hombre del interior del círculo, el supervisor de aquel patio y por tanto encargado de arbitrar el enfrentamiento entre uno de los jóvenes a su cargo y el retado. Se colocó bien una gabardina negra especial para la ocasión, levantó ambos brazos y se posicionó entre ambos contendientes.


-¡Comenzad! – gritó el supervisor.

Ambos contendientes se lanzaron rápidamente hacia su adversario. El rostro del aspirante, bañado por la cada vez menos fina lluvia, permanecía frío e inamovible, no parecía tener miedo a su rival, únicamente mostraba decisión y una ardiente furia asesina en su mirada. Por su parte, Hunter se mostraba confiado, una mosquita muerta que apenas superaba la altura de su ombligo no era nada para él, uno de los elegidos para asistir al próximo torneo de la organización. Pero ostentar un título no te hace superior a todo aquel que carezca de él. Hunter se percató de eso cuando recibió un primer derechazo en su recientemente enriquecida barriga. Antes de poder reaccionar ante aquel sorprendente golpe, otro gancho, esta vez con la siniestra, alcanzó su mentón lanzándolo varios metros hacia atrás. Todo pasó tan rápido que nadie supo reaccionar ante eso, nadie, salvo StoneCold.

-¡Menuda sorpresa! – Vociferó – Uno de los mejores asesinos de la isla golpeado por un niñato que ni si quiera posee un nombre, ¡qué divertido! – Concluyó mientras comenzaba a reírse.

Hunter se levantó gruñendo, dedicándole una mirada de odio a StoneCold. Éste, sonriendo, hizo un leve movimiento con la cabeza para indicarle a Hunter dónde debería centrar su atención. Cuando Hunter quiso girar su cabeza, el aspirante ya estaba frente a él endosándole una potente patada en el rostro. Antes de que pudiera levantarse del fango, otra patada lo mandó contra la muchedumbre, que se apartó por poco dejando libre el trayecto hacia la pared. El aspirante se aproximó a toda velocidad y comenzó a golpear sin parar el cuerpo de Hunter hasta que éste le propinó una patada en el costado que le hizo retroceder. Hunter se lanzó entonces en plancha y derribó al aspirante. Escupió sangre sobre el aspirante y sacó un afilado machete de su pierna derecha. El arma medía unos treinta centímetros, tenía el filo limpio e impoluto, ni una sola muesca deterioraba su imagen. Al ver eso, StoneCold suspiró profundamente antes de hablar:

-¡Eres patético, Hunter! – Gritó llamando la atención del retado - ¿Cómo es que tu cuchillo está como nuevo?

-No te columpies, flaco – gruñó Hunter -, abriré en canal a esta rata y luego te mostraré lo que es el dolor con este cuchillo.

-Dudo mucho que sobrevivas a este día entonces… - Dijo mientras sacaba un cuchillo algo más pequeño que el de Hunter de la parte trasera de su cinto - ¡Eh, tú! ¡Pequeñajo! Coge esto –gritó mientras le lanzaba el cuchillo hacia el aspirante.

El aspirante acababa de recuperar la verticalidad y cogió el arma sin problemas. Pese a su situación, pudo dedicar un breve momento a observar al arma que acababa de coger, un mango de cuero negro con un orificio en el medio para introducir cuatro dedos, era por tanto un arma doble, útil como puño americano y como cuchillo. La cuchilla estaba algo desgastado y oxidado, pero estaba lo suficientemente afilado, suficiente como para frenar la acometida de Hunter. Éste se lanzó enfurecido, decidido a degollar a aquel joven anónimo, pero su primer mandoble fue repelido con suma maestría. Pese a su incredulidad, Hunter continuó su ataque mientras el aspirante frenaba todas las cuchilladas. Todos los presentes permanecían estáticos sin perder detalle, nadie se esperaba que el combate durara tanto, nadie esperaba nada de aquel joven.

Hunter se impacientó y le ordenó al supervisor que le diera una lanza de combate. El supervisor con un gesto mandó a uno de los niños del patio a por un barril con varias lanzas en su interior, agarró una con cada mano y las tiró a poca distancia de los dos contendientes. Hunter guardó su machete y agarró la lanza. Era una lanza bastante larga, una parte larga de madera y una punta afilada de hierro. El aspirante dudó por un momento, pensó en coger la lanza pero no supo qué hacer con el cuchillo de StoneCold, esa indecisión fue aprovechada por Hunter que clavó la lanza en el costado derecho del joven. Un grito sordo salió de la boca de los espectadores mientras Hunter extraía la lanza y la tiraba a un lado. Cuando por fin lo tuvo en el suelo, comenzó a darle patadas en las costillas con rabia, provocando que el charco de agua lodosa que asomaba bajo el cuerpo tendido del aspirante se tiñera de rojo. Nunca se había sentido tan humillado, era una deshonra para alguien de su rango ser golpeado por alguien inferior y mucho más que éste le plantara cara durante tanto tiempo. Hunter se giró hacia StoneCold mientras el aspirante yacía retorciéndose en el suelo.

-¿Te parece gracioso? ¡Eh! ¿Te parece gracioso, basura? – Gritó Hunter desafiando a StoneCold.

-Sí, la verdad que sí. Es curioso, Hunter, has estado estos últimos meses dedicándote a la buena vida, henchido de gloria por ser uno de los favoritos para ir al torneo y has acabado descuidando tu forma.

-¿Cómo dices? – Preguntó Hunter con rabia mientras todos sus músculos faciales se tensaban.

-No mereces el título. Has perdido fuerza y velocidad, pero sobre todo, no puedes ser un asesino de élite si te dedicas a discutir conmigo mientras tu presa sigue viva.

Hunter se percató en ese mismo momento. Cuando se giró en busca de su oponente éste había desaparecido. Nervioso, Hunter intentó localizarlo pero fue incapaz. Finalmente miró a StoneCold con los ojos rojos ante la furia y la desesperación que sentía y éste sólo hizo un leve gesto, levantó el dedo índice de sus dos manos mientras sonreía. Cuando Hunter miró hacia arriba ya era demasiado tarde, su oponente se hallaba en plena caída hacia él con la otra lanza que el supervisor lanzó. Fue rápido. Se hizo el silencio inmediato al ver cómo el joven aspirante conseguía ensartar al malogrado Hunter.

StoneCold rompió el silencio tras unos segundos de calma, únicamente alterados por el susurrar del viento.

-¡Eh, supervisor! – Gritó mientras se acercaba al vencedor – Esto ya está decidido, ¿a qué estás esperando?

-El… El aspirante es el vencedor, por tanto se ha ganado el derecho a ostentar el nombre “Hunter” – dijo el supervisor mientras intentaba salir de su asombro por lo que acababa de presenciar -, al atardecer se celebrará la ceremonia, el nº 4143 será conocido como “Hunter” – concluyó con solemnidad.

Todos sus compañeros de patio se acercaron corriendo a felicitar al nuevo Hunter. No podían abrazarle ni menearle mucho, ya que tenía las costillas reventadas, pero para todos fue una gran alegría, una pequeña dosis de esperanza que les dio fuerzas para esmerarse aún más en su entrenamiento. Hunter dedicó un momento a observar a su enemigo caído sin mostrar ninguna clemencia en su mirada, tras eso, se dirigió hacia la enfermería para curar sus heridas.

-Vosotros dos, acompañadle – ordenó el supervisor - , el resto retomar el entrenamiento.

-No es necesario, ya le acompañaré yo mismo, me gustaría hablar con él… - dijo StoneCold mientras miraba fijamente a Hunter.

Una vez pasado el combate, Hunter pudo observar con detenimiento a StoneCold. Era un joven con unas condiciones físicas envidiables, delgado pero musculoso, ataviado con unas ropas limpias y cuidadas, una bufanda al cuello protegiendo su nuez y una limpia y cuidada melena. No parecía pertenecer a ese lugar, donde todos pasaban frío e iban descuidados, malviviendo con la misma ropa durante meses y con la comida justa para poder entrenarse. StoneCold era un joven sano, un ejemplo para los niños, una muestra de lo que conseguirían si se esforzaban a diario.

-Enhorabuena...Esto…Hunter. Se me hace raro llamarte así – dijo entre despreocupadas risotadas.

-Gracias, señor.

-Vamos, déjate de formalidades. Ahora estamos en el mismo nivel, ambos tenemos un nombre, Hunter. Hablando de eso, quedan pocos meses para el torneo, ¿te gustaría entrenar conmigo?

Hunter no sabía porque se portaba tan bien con él, no sabía si debía confiar en él o temer que lo asesinara en cualquier momento, pero decidió confiar en aquel joven, su mirada parecía sincera.

-¡Claro que sí! – Exclamó Hunter lleno de alegría, arrepintiéndose después por el pinchazo que sintió en las costillas.
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noalovegood
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por noalovegood »

Bueno dejo aquí el principio de la historia de Amber , que para contar sobre ella antes hay que contar sobre su padre , seguramente anty haya que pegarle un repaso antes de ponerla en el 1º post , ya que ahora mismo soy un zombie y tengo muchos lapsus XD
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Capítulo 1 . El despertar de la pesadilla .
Un hilo de luz entraba insinuante a través de una brecha de la ventana despertando a Arthur de su sueño y levantándolo lentamente de la cama . Alto y de constitución fuerte se aposentó frente a la ventana abriéndola del todo .

El sol invadió toda la habitación , pequeña y acogedora a penas tenía muebles . Arthur pensaba que una cama y una mesita con cajones eran más que suficientes para una habitación .
Ni una foto que mostrará su pasado ni un adorno que dejara entrever ni un ápice de su personalidad .

En el exterior podía observar todo lo que rodeaba su pequeña casa de madera . Los altos árboles propios del bosque que acechaban su hogar , el cielo radiante de luz y ausente de nubes , y a lo lejos se podía divisar la aldea de Míbea .
-Mi pequeño paraíso - Susurró Arthur sonriente al observar la que era su aldea desde hacía cinco años.

Su voz era grave pero tenía un tono de seguridad que por alguna razón las personas que lo temían al verle por primera vez suavizaban su expresión y bajaban la guardia.

De ese modo , se había ganado la confianza de todos los habitantes del pueblo . Y no le sorprendía puesto que siempre se le dio bien manipular su propia imagen a su favor .
Arthur cerró los ojos con fuerza e intentó olvidar los destellos del pasado , algunas noches despertaba a gritos en la oscuridad pensando que todavía pertenecía a aquel mundo .

"Pero ya no" se dijo a si mismo . "Ahora soy Arthur y trabajo como herrero en el pueblo a la vez que estudio la navegación . Ya no soy un monstruo " .

Pero a veces , por mucho que luchemos contra nosotros mismos lo que fuimos nos atrapa , y los monstruos llegan al caer la noche ...

Ajeno a lo que le esperaba salió de su casa como cada mañana para dirigirse al pueblo y empezar su jornada laboral . Nada más poner un pie en la entrada de la aldea , todo el mundo le daba los buenos días .

Míbea no era un lugar muy grande , todos se conocían entre ellos y sus habitantes solían permanecer allí desde que nacían hasta que morían y eso a Arthur le agradaba .

Nunca había sentido el sentimiento de hogar y en aquel pequeño pueblo sentía que podía vivir en paz .
Su centro estaba rodeado de casitas de madera llenas de colores , adornada por sus flores y sus animales domésticos .
Amaba aquella sensación de apego a un lugar con sus familias y su cima primaveral .

Cuando llegó a la zona del puerto , Arthur se paró ante una casa algo más grande de lo habitual , con dos pisos y una fachada pintada de blanco .
La herrería del buen señor Golden .

Hace cinco años Arthur llegó moribundo a Míbea y antes de caer inconsciente en el suelo lo último que vio fue a un anciano de largos bigotes blancos y un sombrero verde botella .
Lo curó , le dio de comer y no le dejó marcharse hasta estar recuperado . A pesar de ser un desconocido le ofrecio a Arthur un puesto en su negocio y le dio la opción a vivir en una casa a las afueras con la condición de trabajar para él y cuidársela .

Así era el viejo Golden , y Arthur le tenía en gran estima . Por ello ponía entusiasmo en mantener a flote el negocio y mucho interés en las clases de navegación que el señor Golden tanto insistió en enseñarle .

Lo que no sabía el anciano es que Arthur estaba más familizarizado con las armas de lo que él pensaba y que realmente hubo un tiempo en el que navegaba constantemente muy a su pesar .

Arthur giró el pomo de la puerta y entró .
Un silencio insostenible rodeaba el ambiente , los fuegos de los candelabros permanecían apagados , no había ningún rastro de la rutina del señor Golden .
Ni había ventilado la sala , ni dejado la regadera al lado de sus flores , ni abierto sus libros de navegación como solía hacer cada mañana antes de su jornada laboral .

No había nada , Arthur se acongojó y corrió escaleras arriba hacia la habitación del anciano . Abrió la puerta de un brusco empujón y se encontró al señor Golden tirado en el suelo sin su bastón . Se aproximó a él y puso la palma sobre su muñeca .

-El pulso...todavía respira – sintió un inmenso alivio -Tengo que buscar ayuda y sacarle de aquí .

Cogió al pobre hombre en brazos , y comparado con el tamaño de Arthur no parecía mas que un pequeño animal indefenso . Bajo las escaleras y con prisas se dirigió a la casa más próxima .

Una mujer madura y robusta de cabello castaño le abrió la puerta .

- Rosalie , algo le ha pasado al señor Golden , tengo asuntos pendientes te pido por favor que cuides de él hasta que pueda acudir a tu casa el doctor .

La mujer agarró al hombre con fuerza y asintió con rostro de preocupación .

- Claro Arthur , le avisaré cuando el señor Golden se encuentre bien , pero ¿de verdad no necesita usted ayuda?
- No , estaré bien , muchas gracias .

Tras cerrarse la puerta , un temblor invadió su cuerpo “están aquí “ pensó apretando los puños .
Con toda la fuerza que sentía en su interior rompió a correr a toda velocidad .
Con el aire entrando con dificultad en sus pulmones y jadeando del esfuerzo en cuestión de minutos se presentó enfrente de su propia casa .

Sin ni siquiera entrar ya podía sentir un cambio en el ambiente que lo rodeaba , alguien había dentro y se imaginaba muy bien quien .

Presionó la puerta suavemente y entró en su pequña salita , por el rabillo del ojo pudo divisar dos figuras .

- Hola León – una voz melosa salía de entre la oscuridad .

Sentada sobre la mesa donde Arthur solía comer yacía una imponente mujer rubia .
Embutida en un ceñido y negro vestido palabra de honor y hasta las rodillas , que resaltaba su prominente escote , en el cual se podía divisar un tatuaje que Arthur reconocía muy bien .

Su cabello era largo y ligeramente ondulado en las puntas , sus labios del color del carmín resaltaban en lo que podía verse de su rostro , pues la mitad de su cara se ocultaba tras una máscara blanca .

A su lado , con una mano sobre la mesa y en la otra el bastón del señor Golden estaba un joven extremadamente alto y delgado , su cabello lacio y del color del azabache le caía por encima de los hombros e iba trajeado de negro con una camisa blanca y corbata .

- Ya no respondo a ese nombre Pam , Donovan ¿A qué habéis venido ? .

Donovan dejó escapar una sonrisa burlona y jugueteando con el bastón entre sus largos dedos fijó sus ojos grises y despiadados en Arthur .

- La asociación te necesita ¿Acaso has olvidado tus responsabilidades , maestro ?

Arthur se estremeció por dentro al escuchar ese término de nuevo y sabía que Donovan lo hacía a conciencia de su rechazo hacia su pasado .

- La asociación acordó conmigo que si participaba en el último trabajo quedaría libre .

La risa escandalosa de Pam inundó la sala , la joven rubia se levantó anclando sus altos tacones en el suelo y con los brazos en jarra sobre su cintura de abispa comenzó a caminar sobre la sala impaciente .

- ¡CÁLLATE LEÓN ! La asociación hizo un trato contigo totalmente alterable si te necesitaba ¿Acaso vas a negarte ? .

El rostro de Pam se acercó al de Arthur dejando un breve espacio entre los dos y ella clavó su único ojo azul noche en la mirada de él . Arthur sintió un momento de debilidad y la ira desapareció apiadándose del pasado de la joven .

Esta percibió su lástima en su mirada y con una agilidad fuera de lo normal movida por su ira se puso detrás de Arthur colocando un fino hilo metálico alrededor del cuello de este .
Y en cuestión de segundos lo tenía arrodillado en el suelo dándole la espalda y con la presión en su cuello que empezaba a soltar un débil hilito de sangre .
Donovan soltó una risita y se agachó para ponerse a la altura de Arthur .

- Has perdido facultades en estos años , maestro . Que tu antigua compañera te acorrale sin poder oponerte debe de ser frustrante ¿Verdad? .

Arthur no contestó . Durante años había deseado ser otra persona y cuando por fin lo había logrado , su antigua compañera y discípulo lo habían localizado por orden de la asociación y lo tenían acorralado en su propia casa .

Su casa , que pronto muy a su pesar dejaría de serlo .

- ¿Qué pasará si me niego ?

Los labios de Donovan se alargaron en una sonrisa y la cicatriz de su labio superior se acentuó más .
Con el bastón del señor Golden aún en mano lo golpeó con fuerza contra la mesa y se rompió en pedazos cayendo en pequeños fragmentos de madera por todo el suelo .
El rostro sonriente de Donovan estaba fijo en Arthur y una llama demoníaca parecía arder en sus fríos ojos .

- El pueblo arderá , no solo ese viejo . Todo cuanto amas será destruido , nosotros lo haremos .

Arthur tragó saliva tembloroso .

- ¿Cuál ...cuál es mi misión ?

Pam le soltó , y se puso de nuevo ante Arthur que se tocaba el lastimado cuello y limpiaba alguna huella de sangre de sus pequeñas heridas .

- Como sabrás , los humanos y los Gyojins tienen sus problemas , últimamente el gobierno ha tenido muchas dificultades para tapar crímenes y torturas a los Gyoijins .
Por ello los peces están hartos y están planeando declarar una guerra . Y como supongo que sabrás el gobierno ya tiene bastante mierda encima con los piratas como para tener una guerra .

- ¿A dónde quieres llegar Pam ? - preguntó Arthur impaciente .

- Es simple , dentro de poco hay una reunión oficial entre el gobierno y los reyes gyojin , irán toda la realeza inclusive sirvientes e hijas del rey .
Los asaltaremos fingiendo ser piratas , los marines tienen ordenes de proteger a los Gyojins y nosotros los exterminaremos a todos .

- ¿Una emboscada ? ¿pero se han vuelto locos ? ¡Van a exterminar incluso a los suyos y no solucionará el problema con la raza de los Gyojin ! .

- Será más bien un atentado pirata . La cuestión es que la sociedad de los pececitos vea al gobierno también como una víctima de los piratas y de ese modo obtener un aliado más contra la piratería . Además de prevenir una guerra con su falta de personal actual .

- Pero a ti no te tienen que importar los planes del gobierno ni las muertes ¿No maestro ? - Contestó Donovan ya impacientado .

Arthur se moría de rabia pero no podía permitir que nada les sucediera a los habitantes de Míbea .

- Acepto .

Donovan y Pam sonrieron al unísono .

- Esta bien León , volveremos a por ti mañana al anochecer . Ves ya vestido para la ocasión .

- Aprovecha para despedirte de tu escoria de vida , maestro .

Las zancadas de las largas piernas de Donovan y el taconeo de Pam fue lo último que escuchó al cerrarse la puerta .

Arthur se sentó lentamente en el suelo y apoyando la cabeza contra la pared recordó el sentimiento de paz que esta mañana sentía en su casa .
Ya no había luz , todo era oscuro y siniestro a su alrededor .
Su casa , aquella que fue su cuna ahora mismo era su tortura .

Todo cuanto había construido en cinco años y a la gente que pertenecía a su vida dejaría de existir en a penas un día .
De nuevo , tendría que convertirse en un asesino . Pensar en salvar a la población de Míbea era su único consuelo .

Apoyó las manos en el suelo para levantarse y tocó sin querer un trozo de madera del bastón del señor Golden .
Sintió un fuerte dolor agudo en el pecho , tenía que saber como se encontraba el viejo por última vez .
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"El último Centurión y la chica que esperó"
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Takagi
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Vamos con el capítulo 4 de Hunter. Esperamos que os guste.
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Capítulo 4 de Hunter

Mientras un par de supervisores daban órdenes a unos jóvenes de la edad de StoneCold para que retiraran el cadáver del antiguo asesino conocido como Hunter, la rutina volvió a los patios de entrenamiento. Los jóvenes allí formados no podían estremecerse ante un asesinato, eran entrenados para dejar sus sentimientos a un lado, tenían que conseguir ser máquinas de matar, rápidos, ágiles, fuertes, sigilosos, fríos, impasibles…
Por eso Agogé funcionaba así, cada niño que entraba era despojado de su pasado, de su identidad, de su nombre. Cada individuo se convertía en un eslabón más de la cadena, eran cosificados, su libertad, su esencia como personas era destruida por el bien de la organización. Era un método eficaz, durante años habían formado excelentes asesinos, muy útiles para los intereses de Agogé y del propio Gobierno Mundial. Si bien es cierto que conseguían excelentes asesinos, el porcentaje de éxito era bajísimo, sólo uno de cada mil conseguía convertirse en un asesino profesional, la mayoría fallecía a lo largo de su formación. La mayor parte de las muertes las causaba el duro entrenamiento y las condiciones en las que vivían, hambrunas, enfermedades, deshidrataciones, heridas infectadas, hemorragias no subsanadas… Y asesinatos. Asesinatos por un trozo de pan, por una mejor celda, por una orden directa, por conseguir un nombre…
El asesinato del antiguo portador de su nombre fue el primero de Hunter desde que llegó a la isla. Realmente fue el primero de su vida, pero se sorprendió a sí mismo al mantenerse tranquilo y sosegado. Antes de que pudiera darle muchas vueltas a sus sentimientos sobre su primera vez, se vio obligado a seguir a StoneCold a la enfermería.

-Antes de nada deben mirarte esa herida, las lanzas que usáis son una basura, están sucias, oxidadas… Se te infectará la herida y morirás antes de poder presumir de nombre si no te la tratan como es debido – dijo StoneCold mientras caminaba con paso firme un poco por delante de Hunter.

-Sí, lo sé. Esta herida es bastante profunda – dijo mientras presionaba con su mano la herida para evitar perder mucha sangre – y además ya está comenzando a inflamarse la zona, necesito sanguijuelas y hoja de Kuku.

-Vaya… - Se sorprendió StoneCold - ¿Dónde has adquirido esos conocimientos médicos? A los de tu rango sólo se les imparten cases físicas.

-Venía con ellas de casa, mi padre era… - Dijo mientras sonreía.

-¡Silencio! – Gritó StoneCold mientras sujetaba a Hunter por los hombros – Ni se e ocurra mencionar tu pasado a nadie, ¿quieres ser torturado? ¿Quieres perder todo lo que has ganado hoy?

-No…Yo…

-Mira, has tenido suerte de que nadie más te haya escuchado, un descuido como este puede salirte muy caro, aquí nadie tiene pasado y mucho menos alardea de él – dijo aflojando sus fuertes manos -, vamos, no perdamos tiempo… Parece que tengo más cosas que enseñarte de las que creía.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de StoneCold, eso fue suficiente para tranquilizar a Hunter de nuevo. Era cierto que había tenido suerte, no sólo porque StoneCold no fuera a contar nada, sino porque por un motivo que escapaba a su comprensión, había conseguido un gran maestro. Pero, por desgracia para Hunter, que StoneCold mantuviera la boca cerrada no iba a garantizar su seguridad, ya que sentado a unos metros, oculto y silencioso como el animal que acecha a su presa, otro hombre escuchó su conversación. Una vez se alejó la pareja hacia la enfermería, el hombre oculto se incorporó y se sacudió el polvo, se dirigió entonces por el camino opuesto a Hunter dejando ver su rostro a la tenue luz que alumbraba aquellos pasillos. Era un hombre delgado, con las facciones muy marcadas, el rostro pálido, los ojos amarillentos y una boca sucia y llena de cortes. Dejó entrever sus afilados y podridos dientes cuando esbozó una amplia sonrisa.

-Aquí nadie tiene pasado…Muy cierto SC, muy cierto, pero tú ni siquiera tendrás futuro – dijo para sus adentros.


Tras recorrer algún tramo más de escaleras, StoneCold y Hunter llegaron a la enfermería. El anciano que se encargaba de la enfermería le recomendó reposo, pero StoneCold dijo que no tenía tiempo que perder y salieron a toda prisa de allí. Hunter había cogido algunas hierbas de la enfermería con las cuales se fabricó un remedio casero para mitigar el dolor, por tanto siguió sin dudar a su nuevo compañero a donde quiera que le llevara.

-¿A dónde vamos? Aún queda mucho para la noche – dijo Hunter mientras intentaba seguir el acelerado paso de su compañero.

-Vamos al Comedor de los Privilegiados, pequeño – dijo StoneCold con una amplia sonrisa -, intenta no sucumbir ante los placeres de la buena vida como hizo tu antecesor…

Las pupilas de Hunter se dilataron a la vez que los jugos de su estómago comenzaron a revolverse de placer. Estaba acostumbrado a comer las raciones mínimas, una pequeña cucharada de bazofia líquida, sin embargo los rumores sobre el gran comedor eran conocidos por todos, una gran sala con varias mesas largas, capaces de reunir en torno a ellas a cientos de hombres. La comida nunca escaseaba allí, cualquiera con derecho a sentarse en sus mesas tendría comida a todas horas. Era uno de los motivos por los cuales todos los niños recién reclutados se esforzaban al máximo, el hambre les guiaba más que su raciocinio. Sin embargo, era también una trampa para aquellos que lograban conseguir un nombre. No era fácil evitar la tentación, tras años de miseria la posibilidad de tener una vida cómoda con una copa de vino a un lado y un pollo asado al otro era algo más que una buena idea.

Cuando Hunter volvió a la realidad se encontraba en una parte desconocida para él, estaba ante un gran portón de hierro. StoneCold acababa de llamar con un fuerte golpe y de inmediato la puerta se abrió. Un hombre bastante alto apareció por la puerta. Medía casi dos metros y llevaba la misma ropa que los supervisores, tenía un muslo de pollo en su mano derecha mientras en la mano izquierda sostenía un arma de fuego.

-¿Quién es ese, SC? – Preguntó el hombre.

-Este, grandullón, es el nuevo – contestó StoneCold mientras elevaba la mirada en busca de los ojos del supervisor.

-¿Nuevo? No se me ha notificado ningún cambio entre mis hombres…

-¿Tus hombres? – Preguntó StoneCold con una risotada mientras Hunter palidecía al ver cómo se enfrentaba cara a cara a un superior – Déjanos pasar de una vez, acaba de asesinar al vago que permitisteis que se cebara como un cerdo en vuestro comedor sin hacer nada, esta noche recibirá ante todos el título de Hunter.

El hombre se apartó de la puerta, dejando el camino libre para Hunter y su compañero. StoneCold caminaba delante, esta vez con un ritmo lento y calmado, con la cabeza alta y sin vacilar. Hunter por su parte intentaba seguir caminando sin pararse, pero le resultaba difícil ya que sus ojos se distraían admirando las brillantes lámparas del techo, la cubertería de plata que descansaba en las mesas, las grades columnas que llegaban hasta el alto techo decorado con una serie de grabados, la comida que infestaba la sala de un olor agradable… Pero sobre todo, Hunter se fijaba en todos los presentes en la sala, al igual que los presentes se fijaban en él.

-No te pares, si te quedas atrás quizá no llegues a esta noche – dijo StoneCold provocando que Hunter comenzara a trotar para no quedarse atrás.

Finalmente StoneCold giró a la derecha, luego a la izquierda y se detuvo frente a una pequeña mesa en un rincón, no era alargada como las mesas principales, era redonda y pequeña en comparación. Varios hombres estaban sentados en torno a ella con una jarra de cerveza y un buen plato de carne. Todos se giraron al sentir la presencia de StoneCold.

-Chicos, ¡os presento a un nuevo miembro de nuestro pequeño club! – Anunció con júbilo mientras el resto analizaba a Hunter – No te preocupes por el caluroso recibimiento, en mi grupo sólo entran aquellos que lo merecen, no lo olvides.

-¿Tu grupo? –Interrumpió el más grandullón de todos – ¿Desde cuando es tu grupo, pedazo de basura?

-¿Quieres recibir una paliza que te ayude a recordar el porqué?

-¡Parad! – Gritó un joven delgado y con una lacia melena - ¿No veis que el nuevo no coge vuestras bromas?

Lo cierto es que Hunter estaba petrificado, había pasado de estar rodeado de simples niños a estar frente a varios asesinos con nombre, cada uno de ellos desprendía un aura apabullante, sin duda tenían otro nivel. Por un momento pensó en salir corriendo, por un momento pensó en rendirse, pero no iba a rendirse ahora. Cerró los puños con fuerza, retiró un taburete, se sentó y dijo con total serenidad:

-Encantado, soy el nuevo Hunter.

Tras unos segundos de vacilación todos rieron. Stone Cold se sentó a su lado y le dio unas palmaditas, pidió dos cervezas y una fuente de filetes. Mientras llegaba lo que había pedido, agarró una bandeja repleta de queso y se la ofreció a Hunter.

-Lo normal es que los nuevos se meen encima, como mínimo. Lo has hecho muy bien, pequeñajo – dijo StoneCold mientras sonreía -, te presentaré, verás…

-No, no hace falta, ya os conozco a todos – afirmó Hunter.

-¡Vaya! Eres una caja de sorpresas chaval – dijo el grandullón.

-¿Chaval? ¿Cuántos años crees que le sacas, Gollem? – Replicó el joven del pelo lacio.

-Callad de una vez, quiero ver qué sabe de nosotros el nuevo – añadió el que se encontraba justo enfrente, mucho más menudo y con las facciones más marcadas.

-Bueno, empezando por mi derecha está StoneCold – éste sonrió orgulloso -, conocido por todos como uno de las cinco grandes promesas de la isla. Pese a no tener aún la edad necesaria para el torneo principal, sus éxitos en las misiones son conocidos por todos, al igual que su habilidad en combate cuerpo a cuerpo.

-Nada más que verdades, continúa – dio StoneCold orgulloso.

-Bien, el siguiente a tu derecha es Flash, el asesino más rápido. El nombre fue creado para él debido a su asombroso control de la técnica de asesinato “Soru”.

Flash hizo un gesto de afirmación hacia Hunter, orgulloso de su fama. Era un joven de estatura media, pelo corto y rubio, piel blanca como la leche bañada por numerosas pecas y unos pequeños ojos de color verde menta. Tras las palabras de Hunter dio un largo trago a su cerveza y miró al resto con un gesto soberbio.

-Bueno – prosiguió Hunter que cada vez se sentía más cómodo -, el siguiente es Gollem, quizá el más fácil de reconocer ya que pocos alcanzan los dos metros con vuestra edad.

-¿Nuestra edad? ¿También sabes eso, pequeño? – Preguntó Gollem.

-Sí, ninguno de los aquí presentes habéis cumplido los catorce aún, salvo tú y él – dijo mirando al hombre que se sentaba justo frente a él.

-¿Y a mí cómo me llaman? – Contestó el hombre de las facciones marcadas.

-Snake… Conocido por ser un asesino frío e implacable. Otro de los cinco. Hasta el día de hoy no ha fallado ninguna misión, aunque el número de asesinatos innecesarios que ha cometido superan el centenar – dijo Hunter de memoria mientras bajaba la mirada.

-¿Con ese saco de huesos te asustas y conmigo no? Quizá debería enseñarte una lección – gruñó Gollem.

-¡Callaos ya! Es mi turno al fin – dijo el joven que se sentaba a la derecha de Snake.

-Eh… Sí, el siguiente es Digger, uno de los pocos asesinos con nombre que ha ingerido una fruta del diablo. Concretamente la…

-Bueno, ¡intolerable! – Gruñó de nuevo Gollem - ¿Por qué no dices nada de mi sublime control de la mejor técnica? ¡Soy el amo del “Tekkai”!

-Anda Gollem, ¿por qué no vas a por un barril de cerveza fresca? – Sugirió Snake. Gollem ni lo dudó – Acaba, Hunter.

-Los dos últimos son Bullseye y Edge, los hermanos – dijo tras tragar saliva -. Bullseye es un gran tirador y Edge es otro de los cinco. Ambos participarán en el torneo de este año.

-¡Increíble! ¡Nos tiene fichados! – Exclamó el más musculoso de los hermanos, Edge.

-Parece que has tenido buen ojo, SC – añadió Bullseye.

-Evidentemente, no iba a meter a un cualquiera en nuestro pequeño grupo selecto. Deberíais haberlo visto acabar con aquel gordo de Hunter – dijo mientras cogía una de las piezas de carne que acababan de llegar a la mesa.

-¿Y cómo sabes todo esto sobre nosotros, Hunter? – Preguntó Snake.

-Bueno… Los instructores suelen alardear cuando uno de sus alumnos se convierte en una estrella. Los rumores sobre las hazañas que logran los asesinos con nombre llegan a los oídos de todos…

-No deberías mentirnos – interrumpió StoneCold con tono serio -, no temas, ninguno te tocará un pelo mientras yo esté aquí si dices la verdad.

-Bueno – contestó Hunter impactado -, la verdad es que durante los últimos meses he estado investigándoos más a fondo, en la biblioteca hay multitud de archivos e informes sobre las misiones que habéis realizado, tras estudiarme bien cada informe encontré al miembro más débil de los de vuestro nivel y…

-Y lo mataste. ¡Brindemos por ello! – Dijo Gollem que regrsaba con un gran tonel de cerveza.

-¡Salud! – Gritaron todos levantando sus jarras.

Era la primera vez que Hunter bebía cerveza, su sabor no le agradó, era demasiado amarga pero disimuló para no desentonar. El resto, incluso los que no llegaban a los 14 como StoneCold, parecían acostumbrados y encantados con aquel dorado líquido. Poco a poco Hunter se adaptó, comenzó a reír con las bromas de Gollem y Flash, consiguió evitar las miradas implacables de Snake, escuchó atentamente las anécdotas de Bullseye y Digger… Todo esto mientras comía. Su estómago rugía pidiendo más y Hunter continuaba ingiriendo todo tipo de alimentos, embutido, codorniz asada, pastel de carne, pan con miel… Era un gran banquete.

-Está bien que comas, con ese cuerpecillo no durarías mucho, tienes que alimentarte bien y desarrollar más esos músculos –dijo SC.

Hunter asintió mientras se llevaba a la boca un muslo de pollo. Cuando el banquete parecía estas a punto de concluir la puerta se abrió de par en par. Nadie pareció darle importancia, salvo Hunter. Un hombre con un limpio abrigo negro recorrió la sala hasta llegar al centro de la misma. Se aclaró la garganta y consiguió llamar la atención del resto.

-Beast, Snake, Edge, StoneCold y Pyros. Debéis presentaros de inmediato en el patio central, habéis sido retados.

-¿Retados? ¿A una lucha por el nombre? – Preguntó StoneCold mientras se levantaba.

-En efecto, daros prisa – concluyó el hombre mientras se giraba para volver a abandonar la sala.

-Maldita sea, por culpa de este crío todo el mundo se moviliza ahora…

-No le culpes, Snake, no sabemos quién nos ha retado, quizá son los veinteañeros amargados de siempre.

-Me es indiferente – resopló Snake -, los torturaré hasta la muerte.

-En fin… Vamos Hunter, te vendrá bien ver combates de nivel avanzado.

Hunter siguió a StoneCold sin dudarlo. Delante de ellos marchaban Snake, Edge, un joven más ancho que alto con los brazos recubiertos por una mata espesa de pelo rojizo y otro joven aparentemente más mayor que SC, delgado, con el pelo ocre y dos extraños artefactos en las manos. Los seis no fueron los únicos en abandonar la sala, muchos otros se interesaron por ver un poco de acción tras llenar sus estómagos.
¿Habría más cambios entre los asesinos con nombre de Minasea?
Última edición por Takagi el Lun Ago 25, 2014 1:59 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por WolfInstinct »

Que raro que este tema tenga tan pocos comentarios con lo buenas que son vuestras historias, de momento me encanta y me gusta vuestra forma de narrar la historia. Espero poder leer pronto otro nuevo capitulo :)
La gente tarda poco en juzgar, pero mucho en corregirse.
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Re: Vidas paralelas

Mensaje por Takagi »

Muchas gracias por los comentarios positivos, siempre es un placer leer cosas así. Aquí dejo el siguiente capítulo de Hunter, algo breve en comparación con el anterior pero debía terminar ahí xD. Esperamos que os guste.

Capítulo 5 de Hunter.
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La sala finalmente quedó vacía, no era común poder presenciar tantos combates de élite al mismo tiempo. Una columna de varios metros avanzaba entre murmullos hacia el patio central sin detenerse, con Hunter y StoneCold en la parte delantera. La multitud seguía a Beast, uno de los asesinos con nombre más temidos de la isla, a sus diecisiete años ya había participado en tres torneos logrando alcanzar la gran final una vez. Era tan ancho que Hunter no podía abarcarlo aunque abriera los brazos. Realmente el nombre era idóneo para él, su tamaño unido al espeso pelaje rojizo que cubría sus extremidades y su cabeza le daban la apariencia de una bestia salvaje y temible. Tras él iba Pyros, el mayor de los retados. Acababa de cumplir los veinte y estaba más que asentado, logrando clasificarse siempre para los torneos pero sin destacar en ellos. No tenía el aura asesina salvaje de Beast, pero su éxito en las misiones era mayor. A una distancia prudencial les seguían Snake, Edge, StoneCold, Hunter y un numeroso grupo de asesinos con nombre con ganas de entretenerse un rato.

Pasaron por una serie de pasillos que Hunter desconocía, pudo ver salas de entrenamiento con carteles como “Historia del glorioso Gobierno Mundial”, “Protocolo”, “Laboratorio” o “Optimización de armamento”. Quiso preguntarle a StoneCold sobre el objetivo de cada sala, pero su nuevo compañero estaba en otro mundo, ensimismado, serio y decidido. Los murmullos del grupo de cola despertaron el interés de algún que otro joven con nombre con tiempo libre que no dudaron en unirse al tumulto. Tras unos minutos, llegaron al patio central.

Todos, salvo los retados, subieron a la parte elevada desde la que podrían observar los combates. Hunter consiguió un buen sitio junto a un par de jóvenes fortachones y una chica con una brillante melena roja. Poco a poco el nivel superior se llenó de espectadores bulliciosos que no callaron hasta que uno de los supervisores se colocó en el centro del patio y dijo:

-¡Atención, muchachos! Cuatro asesinos con nombre han sido retados y deben responder, ¿algún voluntario para empezar? – Preguntó mirando fijamente a los cuatro retados mientras el público apostaba quién sería el primero en combatir.

-Sí, empezaré yo – dijo StoneCold dando un paso al frente.

Los espectadores comenzaron a murmurar con interés. Hunter intentó escuchar alguna conversación sin éxito. Sentía preocupación, pese a la reputación de StoneCold, era muy joven.

-Se te ve preocupado – dijo la mujer del cabello rojo dirigiéndose a Hunter.

-Eh… No, no – titubeó.

-¿Te cae bien ese SC? – Preguntó sin alejar su vista de la espalda de StoneCold – No debes preocuparte, acabará rápido.

Hunter volvió a centrar su atención en StoneCold sin dejar de analizar mentalmente a aquella mujer. Pero no era el momento, ahora estaba preocupado por StoneCold. En Minasea los retos por el nombre sólo podían acabar de una manera.

-¿Qué condiciones tendrá el combate? – Preguntó el supervisor a StoneCold.

-Lucha con espada, un único combate a muerte y sin posibilidad de reponer armas – contestó sin variar el gesto.

-Las condiciones han sido fijadas, los retadores que optáis al nombre de “StoneCold” coged una espada y acercaos.

En ese momento el rostro de StoneCold si cambió. No mostró miedo, mostró incertidumbre. <<¿Por qué varios retadores por un solo nombre ahora?... Claro, por él>>, pensó mientras miraba a Hunter de reojo. Sin duda la noticia de la victoria de Hunter, un joven con un número tan elevado, había corrido como la pólvora y había impulsado a muchos al combate.

-¡Mirad son cinco! ¡Cinco contra uno!

-Esto será emocionante, por fin un poco de espectáculo.

-Imbéciles… - Suspiró la mujer del pelo rojo – La muerte no debe tomarse a la ligera. Todo esto es por tu culpa - sentenció mirando a Hunter - , pero no te preocupes – dijo mientras mostraba por primera vez su blanca dentadura.

En el patio los cinco retadores se adelantaron preparados para la batalla. En sus ropas podían verse los números 107, 2234, 3799, 4120 y 4122. Salvo el 107, eran todos de una edad y estatura bastante menor a la de StoneCold. Todos portaban una espada bastante desgastada y formaban en una fila horizontal, a la espera. StoneCold permanecía inmóvil mirando al suelo mientras los comentarios jocosos y las risas fueron apagándose. En ese momento, StoneCold se echó la mano a la espalda y la introdujo por dentro de su ropa para sacar algo. Poco a poco fue sacando la mano mostrando aquel objeto, su arma para el combate.

-¡Oh, es Moro Keris! – Exclamó mediante un susurro casi imperceptible la mujer cercana a Hunter.

Moro Keris era una espada poco común. Poseía un mango decorado con plata más brillante que los jubones de los supervisores, hecho con cuero marrón, su hoja de cincuenta y ocho centímetros lucía brillante e impoluta, hecha de puro acero. Sin duda no era una espada común, mucho menos en un lugar como Minasea. La sujetó en su mano derecha con firmeza y levantó la vista hacia sus rivales, dio un par de pasos y se colocó en posición, brazo y pierna izquierda por delante, arma preparada detrás. Tras un breve pero eterno silencio, el supervisor hizo un gesto seco con el brazo y el combate comenzó.

El número 4120 y el 4122 se lanzaron los primeros, uno de ellos se elevó de un salto sujetando la espada con ambas manos y el otro atacó desde abajo con una potente estocada. StoneCold permaneció en su posición hasta que sus rivales se aproximaron, en ese momento esquivó la estocada que llegaba desde abajo y con un ágil golpe con su espada redirigió el golpe de su rival hacia arriba, provocando que rajara superficialmente la pierna del otro atacante, desviando su dirección. El 3799 y el 2234 rápidamente corrieron hacia StoneCold dispuestos a sacar provecho de su ventaja numérica, pero el asesino con nombre, consciente de su situación, lanzó un veloz mandoble con su espada cortando el cuello del 4120. Mientras el 4122 se recuperaba del corte en la pierna, StoneCold se aproximó a él en un instante y clavó su dedo índice izquierdo en el pecho del joven, que cayó al suelo desplomado.

-¿También domina esa técnica?

-Menudo ejemplar está hecho.

Ajeno a los comentarios del público, StoneCold se lanzó hacia los otros dos que se disponían a atacarle, comenzó a parar sus ataques con bastante fluidez. EL ruido del acero de Mora Keris resultaba incluso agradable, como si la hoja cantara feliz al poder lucirse en batalla, pero ese alegre canto fue eclipsado por los gritos de dolor del 3799 cuando StoneCold le cortó el brazo con el que sujetaba la espada.

-¡Levanta estúpido! – Gritó el 2234.

-¡Mi brazo! Joder, ¡mi brazo! – Exclamaba mientras se agarraba lo que le quedaba de brazo ensangrentado.

-¡Usa el otro, maldita sea! Date prisa…

Una fuerte patada en el mentón hizo que el discurso del 2234 finalizara. La patada fue de tal magnitud que dejó inconsciente al joven. StoneCold se acercó al muchacho con el miembro cercenado y le hundió la espada en la nuca, haciendo oídos sordos a sus súplicas. Mientras el público observaba con atención, se acercó al otro muchacho inconsciente mientras clavaba su mirada en el 107. Cuando alcanzó el cuerpo del 2234 repitió la maniobra y acabó con él. Lentamente volvió al centro del patio y clavó su mirada en el único retador que quedaba en pie.

-¿Por qué no atacaste en grupo con ellos?

-No es mi estilo pelear con niñatos.

-¿Niñatos? Tú me sacas más años que yo a ellos.

-Por eso, tú me has ahorrado tener que eliminarlos y ahora sólo tedré que encargarme de un niñato.

-Bueno, de nada entonces – sentenció StoneCold sonriendo.

Ambos se lanzaron uno contra el otro y comenzaron a intercambiar espadazos, mientras se desplazaban a toda velocidad por el amplio patio. La técnica del 107 era muy superior a los pobres niños que StoneCold acababa de eliminar, al igual que sus habilidades físicas. Ambos se atacaban buscando una estocada mortal pero sin descuidar su defensa. La brutalidad de los golpes iba en aumento, pero ninguno de los dos parecía dar su brazo a torcer, pero finalmente StoneCold lanzó una potente estocada que rompió la espada de su rival. StoneCold se quedó parado un momento y su rival le propinó un potente puñetazo en el estómago que le dejó doblado.

-¿Te creías que una espada oxidada era mi única arma? – Preguntó el número 107 mientras abría los brazos y cogía aire - ¡Saborea mi cuerpo de hierro!

-¿Ha dicho cuerpo de hierro? – Preguntó alguien entre el público.

-¿Alguien que no está entre los 100 sin nombre ya domina esa técnica? – Preguntó otro.

El número 107 se acercó a StoneCold y le propinó otra fortísima patada que lo acabó de tumbar, pero no llegó a soltar su espada. El 107 daba vueltas en torno a su rival henchido de orgullo, buscando los aplausos del público, pero no recibió nada más que silencio. Enfadado, lanzó otro puntapié a StoneCold pero su golpe fue frenado. StoneCold agarró el tobillo del 107 con fuerza y tiró de él hasta tumbarlo. Ambos se incorporaron rápidamente y recuperaron la posición de combate.

-¿Cómo has podido agarrarme así? – Preguntó el número 107 con la cara desencajada.

-¿Acaso… - Respiró con dificultad – Acaso te crees el único capaz de dominar el Tekkai?

-¡Mentira! Un mocoso afortunado como tú no puede dominar esta técnica.

-En comparación con tu nivel, soy todo un experto.

El número 107 se lanzó enfurecido hacia StoneCold decidido a cerrarle la boca a golpes, pero la ira sólo sirvió para cegarle. StoneCold permaneció en su sitio sin moverse y recibió el golpe en la cara, pero no se movió del sitio. El 107 atónito se quedó inmóvil, bloqueado, y StoneCold aprovechó la duda de su rival para clavar su espada en el estómago del 107. Antes de que éste se desplomara, StoneCold lo agarró y se acercó a su oreja para susurrarle:

-Esto es el verdadero Tekkai – dijo dejando caer el cuerpo del 107 mientras sacaba la espada del vientre desgarrado.
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