wild animal escribió:Esta semana visite un restaurante bastante singular, y aunque la mayoria de los de este foro son del otro lado del mundo, estoy seguro reconoceran su fachada.
Pues... La primera en la frente, me da que no la reconozco, aunque me podría colar como algo de Candela o de esa época, ¿de verdad es famoso? ^^u
Por lo demás nada, buen tema y buenos platos hasta el momento, voy a ver si pongo mi granito de arena con un par de ejemplos de comida manchega, otro de lo que podríamos calificar como "historias raras que se hacen en mi piso" y un último plato que, si bien no es que sea muy particular, sí que es algo habitual que hago cuando nos juntamos.
Todo lo que postee en este tema van a ser fotos de comida hecha en casa en un momento u otro que enviaba a colegas para tocarles las narices (gracias, síndrome de Diógenes digital), así que me disculparéis por la calidad de imagen y demás, porque estaremos hablando de fotos hechas con móviles antiguos y sin plantearse mucho el enfoque y demás (antes muerto que abriéndome un Instagram para subir fotos de comida hipsterizada a base de filtros).
Gastronomía manchega: gachas y gazpachos.
Antes de meterme en las recetas, me gustaría comentar un par de cosas acerca de la región y su gastronomía. Los que sois de fuera quizá nos concibáis como "la comunidad autónoma compuesta por Ciudad Real, Albacete, Toledo, Cuenca y Guadalajara"
(probablemente ni eso xD) pero eso al fin y al cabo fue la realidad surgida a partir de la Constitución que, bueno... dista bastante de la realidad, también en cuanto a la gastronomía.
La realidad es que, puestos a hablar de una cohesión cultural y gastronómica en la zona, de lo que hablamos es de pertenencia a un pueblo, una ciudad o la influencia de esta, o de pertenencia a la región central de la Mancha (
ayuda gráfica para la gente del otro lado del charco de lo que es la comunidad, las provincias que la componen y la región que comento). Con esto quiero decir que a pesar de que yo pueda haber vivido en un pueblo de Ciudad Real, o en Albacete, considero toda la gastronomía que he conocido como un todo con variaciones de una ciudad a otra.
Y bueno, no os aburro más, vamos al lío:
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Eso que tenéis ahí arriba con pinta de causaros una obstrucción arterial grave son las
gachas manchegas o gachas de almorta. Es un plato humilde y bastante hipercalórico tradicional de vendimia (si llevas desde las seis recogiendo uva una gachas para almorzar a eso de las nueve pueden ser maná) que se elabora básicamente con productos del cerdo y con
harina de almorta, alimento que, por cierto, resulta tóxico en grandes cantidades y por ello es difícil de encontrar fuera de la zona xD).
La preparación es relativamente sencilla, y aunque en ningún momento voy a hablar de cantidades porque a la hora de cocinar soy muy de ir estilo libre, si os puedo dar una idea general de la preparación. El tema es sazonar y freir con abundancia de aceite el ajo y la carne que vayamos a utilizar (yo he hecho gachas de matanza, con higado de cerdo y demás, con panceta, e incluso en alguna ocasión con chorizo, así que se pueden hacer con lo que os pìlle), y una vez este frito, retirarlo y echar tanto el pimenton (de la vera o picante, al gusto) como la harina de almorta en el aceite de la carne (1-2 cucharadas soperas por cabeza). Según lo que os guste el picante, podéis animaros a echarle un par de cayenas al sofrito, a mi me gusta que tenga el puntillo.
Después de que la harina este sofrita y con cuidado de no quemarla, ya es ir echando agua poco a poco (1 vaso por cucharada de harina) sin dejar de remover hasta que este bien ligada y se pueda dejar sola para que se termine de hacer; esto es, cuando empiece a sudar la grasa hacia el exterior que podéis ver en la foto.
El plato, que ya de por sí es muy graso, se convierte en una bomba porque se come mojando con pan y con la carne que hemos apartado anteriormente, pero si tenéis la oportunidad de probarlo algún día de invierno y frío, hacedlo, que os gustará a pesar de lo que os pueda parecer a simple vista.
Los gazpachos como tal son un plato que tiene variantes dependiendo si te lo hacen en la zona limítrofe entre Albacete y Valencia de Requena y demás, o si te los hacen en la zona del centro de la Mancha. Yo os pondré la forma en que me enseñó mi madre que es más la del centro.
Si en el anterior caso hablábamos de cerdo y harina de almorta, en el caso de los gazpachos los ingredientes básicos son la caza y
la torta cenceña o pan ácimo si tenéis el día un poco judío). A grandes rasgos es un guiso trabado que requiere un cierto tiempo de elaboración (por lo menos en esta variante, en otras en lugar de cocer la carne se opta por sofreirla sin más) que también entra como Dios con el frío. A título personal es mi plato preferido de la gastronomía del terruño.
Para hacerlo, lo primero que tenemos que hacer es cocer a fuego lento la carne (liebre, conejo, pollo, gallina, perdiz... creo que os hacéis una idea del tipo de carne y de la libertad que ofrece para prepararlo) en una olla con aceite, sal, laurel y pimienta (hay quien también le echa clavo, pero lo que es a mí no me termina). Cuando la carne esté, se aparta el caldo y procedemos a desmigar la carne quitándole huesos y demás, dejándola limpia para el sofrito posterior.
Una vez tengamos la carne a punto, nos ponemos con el sofrito de cebolla, tomate, ajo y pimiento (aquí cada uno es un mundo, ya sabéis, unos prefieren retirar después los estorbos, otros gustan de poner el tomate con piel... vosotros mismos), y después añadimos la carne desmigada y las setas que tengamos por ahí (de alpaca, níscalos, champiñones, de cardo, shiitake... sentíos libres. Eso sí, reconozco que en la foto que he puesto va sin setas, y me fastidia un poco), y lo condimentamos al gusto con tomillo, pimienta perejil, nuez moscada, una cayena si queréis el punto picante... El caso es que cuando el sofrito ya esté, le añadís el agua de cocer la carne que habíais dejado apartado, y la torta cenceña cortada hasta que esté hecha y quede trabadita y lista para comer. Por cierto, en lo personal me gusta echarle algo de azafrán, pero hay gente que lo prefiere solo.
Como ya os he dicho el plato tiene muchas variantes; hay gente que le gusta caldoso y otros lo prefieren seco, unos lo prefieren sólo con caza y otros con pollo y conejo criado, unos sofríen la carne con hueso y añaden agua del grifo, otros lo presentan sobre una torta cenceña entera a modo de plato... Yo os he dicho la manera en que lo aprendí ^^
PD: Como me he enrollado tanto, dejo las otras dos recetas que pensaba poner para otro día, a ver si va pillando ritmo el tema xD
EDIT: Dios, pensaba que se le había ido la cabeza a Wild con ese párrafo, ni se me ocurrió pensar que era el restaurante de Bob Esponja, estaba yo con la cabeza en la comida xDD