Hace poco tuve una discusión sobre el tema bicis y voy a aprovechar que estoy de turno de noche para soflamar un rato.
Me han dado una turra con los PMUS (Planes de Movilidad Urbana Sostenible) que ni os imagináis. Pero por muy bonito que lo pinten, a poco que se conozca un poco el tema y se miren casos reales, queda claro que, al menos en España, más allá de peatonalizar calles, el resto de medidas que incluyen son basura. Por ejemplo, no conozco ni un sólo Plan en el que hayan introducido la generación de una red ciclable lo suficientemente ambiciosa. Espero que no se me ofenda nadie, pero pongo el ejemplo de Valencia, que se cuelga la medalla de cientos de kilómetros de carril bici, ciudad verde y sostenible, resulta que, quitando 3 carriles en grandes avenidas (Tarongers, Ronda Norte, jardines del Turia y poco más) el resto son una soberana mierda, hechos al trampantojo e inscritos en la trama urbana como quién corre por línea de fachadas arrastrando una cera por la pared. En otras palabras, la bici, incluso en la gran ciudad más plana de España, está lejos de ser una alternativa de movilidad viable y fiable no ya para la gente de la periferia sino tampoco para los vecinos de la ciudad. Se podrá hacer algún día, pero ese día está lejos, y hasta que no nos quedemos sin una gota de gasofa, no llegará.
Otra cosa: ir en bici es un puto coñazo. Repito, incluso en una ciudad plana, con clima templado, los días del año en que coger la bici 5 minutos no es sinónimo de acabar empapado, congelado o abrasado no llegan al 20% de los días del año. He oído a gente defender que en ciudades de ortografía accidentada, como Vigo o Santa Cruz de Tenerife, todo el mundo debería ir al trabajo en bici. Y por eso me jode lo de los PMUS, porque la gente se traga la cantinela de que son la panacea y que bicis a tope 4 ever cuando, tal y como se están planteando, son el timo de la estampita.
Pues llego a lo otro: si ya me parece inmensamente cuestionable que la bici sea una alternativa viable hoy en día dentro de las ciudades, fuera de ellas sobran. Nadie va a coger su bici para hacerse 40km ida y vuelta a su puesto de trabajo o a llevar a los niños al cole. El modelo de dispersión territorial que ha posibilitado el gasoil es imposible que pueda adaptarse a la bici: mientras exista, el coche seguirá siendo el rey, siendo incluso difícil de implantar redes de servicios públicos que cubran adecuadamente toda la demanda.
Y llego al melón: las carreteras son caminos diseñados para la circulación de vehículos motorizados, de cierta masa máxima, y que se desplacen a cierta velocidad. No están diseñadas para ser utilizadas por bicis. Las bicis que utilizan las carreteras fuera de poblado suponen un riesgo de accidente al estar más expuestos a golpes por alcance en zonas de mala visibilidad como curvas o cambios de rasante, accidentes en los que suelen haber víctimas, los propios ciclistas, que no por ser víctimas dejan de ser el origen del problema. Se genera un riesgo también sobre los conductores, que de repente se pueden encontrar de improviso con tener que aminorar de manera brusca para no comerse a un ciclista, o que tenga que adelantar en condiciones inseguras.
Y sigo con otro melón: Si ya sabemos que en carreteras fuera de poblado el que utiliza la bici muy probablemente no lo hace para desplazarse a su puesto de trabajo o a casa de su abuela, tenemos que la mayoría de los ciclistas de carretera salen a realizar una práctica deportivo-recreativa. ¿Puede decirse algo parecido de los conductores de vehículos motorizados? Rotundamente no, porque incluso aquellos que no utilizan la carretera para ir al trabajo, durante el trabajo, para ir a su casa o ir a hacer la compra, incluso los que utilizan la carretera para irse a la playa van a realizar su actividad recreativa FUERA de la carretera, no en ella. Así que, ¿por qué diantres se tolera que hayan tantos problemas con los ciclistas en vías transitadas? Prioridad total para el coche, las carreteras no son pistas recreativas, son infraestructuras de transporte. Mientras el mundo se mueva con gasofa y mientras todos sigamos haciendo vida desplazándonos a través de carreteras.
Y para suavizar: no digo de prohibir el ciclismo de carretera, pero sí que debería sacarse de al menos las carreteras más transitadas, obligarles a que solo puedan realizar esa práctica deportiva por determinados itinerarios ciclables con baja intensidad de tráfico. Y la bici en ciudad me parece bien, aunque esté lejos de implantarse, lo que tiene que hacerse es peatonalizar a mansalva.