En las elecciones generales de junio de 2016, sobre un total de 36 520 913 habitantes inscritos, Vox obtuvo 47 182 votos. Falange Española de las JONS, 9909. Partido Familia y Vida, 846... La extrema derecha, grosso modo, obtuvo unos 60 000 apoyos. En las elecciones al Parlamento de Andalucía de diciembre de 2018, sobre un total de 6 541 722 habitantes inscritos, sólo Vox obtuvo 395 978 votos.Capitan Pillo escribió: Con todos mis respetos Buddha, no hay partido de extrema derecha, si no se vota al partido de extrema derecha. Vox es peligroso si se le vota, no con 4 atrapados de la vida que defienden las dictaduras pacificas.
¿Qué ha pasado? ¿Antes los fascistas no acudían a las urnas? ¿En un reducido lapso de tiempo de dos años la sociedad se ha vuelto más xenófoba, más misógina, más homófoba?
En Alemania, entre el 29 de octubre de 1918 y el 11 de agosto de 1919, tuvo lugar la llamada «Revolución de Noviembre», de carácter bolchevique o socialista radical, apoyada por un amplio sector de la población de la época. Apenas veinte años después, Hitler invadía Polonia y se daba el pistoletazo de salida a una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad. Dos décadas no son tiempo suficiente para que se produzca un viraje ideológico de tal magnitud de manera orgánica. Pero el NSDAP contaba con presencia institucional desde 1928, y estaba en el poder desde 1933.
¿Era el grueso de la sociedad alemana antisemita, pero no se exteriorizó hasta el ascenso de los nazis? ¿Los mismos que lucharon con los espartaquistas en 1918 estuvieron dispuestos a luchar sin ambajes por el ideal fascista únicamente veinte años después?
Asumiendo que se trata de un proceso complejo y de causas múltiples, sin institucionalización de la barbarie no hay Holocausto.
Sin la asimilación y normalización de Vox en el concierto electoral, la extrema derecha contaría con una presencia residual en las urnas, y su organización se vería limitada a grupúsculos de carácter sectario, como ha venido sucediendo desde 1977, cuando, sólo dos años después de la muerte de Franco y tras cuarenta de candente dictadura, el fascismo no obtuvo representación parlamentaria.
El problema no son los españoles que votan a Vox. Dudo mucho que esos cerca de 400 000 votos provengan de racistas, misónigos y homófobos exaltados. El problema es la banalización de la extrema derecha, permitida en gran medida por una normalización mediática de su ideario. Una vez que este ideario se institucionaliza, los acontecimientos se precipitan y la transformación de las personas en fascistas se completa con horrorosa cotidianidad.
En una revolución se corta la cabeza del rey, no la de todos sus soldados.