Muy interesante tu comentario y muy de acuerdo con bastantes cosas que has expuesto, excepto dos matizaciones:Crikrien escribió:Tengo que darte la razón.Moctezuma Xocoyotzin escribió:
Muy interesante el artículo que has puesto Mago pero es insistir en lo mismo: el problema no es que haya un sector público sobredimensionado, sino lo precarizado y devaluado que está el sector privado
El peso que representa el sector público en España no es muy diferente al del resto de países de Europa Occidental (los enchufados y el personal de libre designación es otra cuestión), lo que sí nos diferencia de países como UK, Francia o Alemania es que aquí hay muy pocas empresas en sector de alto valor y las que hay son pequeñas como para absorber suficiente demanda laboral de calidad.
La madre del cordero está en la puñetera globalización, en cómo atraer más capitales privados sin perjudicar las condiciones laborales, pero es una fórmula tan compleja y tan impopular políticamente que no le interesa a la izquierda ni a la derecha más fanática. Y claro, así nos va.
Seamos honestos, si fuésemos magnates de grandes compañías siempre optaremos por llevar el peso de la producción en lugares donde: 1- las condiciones laborales sean puta mierda (derechos, sueldos, etc...), 2- las exigencias medioambientales sean nulas (tasas, pagos, ralentización de la producción) y 3- las regulaciones estatales sean mínimas (sin controles, normalmente auspiciadas por un buen pago a los gobernantes a cambio de hacer la vista gorda)
La globalización impedirá siempre un sistema sostenible de libre mercado, al igual que la posmodernidad ingenua no será más que hacer batucadas de mierda para cuatro desclasados. Yo no niego el liberalismo en su teoría, la idea de que la competitividad repercute en la mejora de la calidad, al igual que no se puede negar el marxismo y los tomos de análisis económico de Marx sosteniendo las tesis y antítesis hegeliana para analizar la realidad material; lo que niego es su interpretación y aplicación ontológica. Que sienta simpatía por medidas comunistas, no quiere decir que las acepte todas sin saber que niegan la individualidad en una versión maniquea y pueril de la realidad con buenos y malos, pero un liberal jamás servirá sino para incentivar la desigualdad que es la base práctica y real de la sociedad capitalista. Se necesitan pobres a los que explotar para que haya ricos.
Y todo esto se irá al carajo cuando la automatización y el teletrabajo se instauren. Si el paro ha aumentado, nos vamos a cagar cuando la mayoría de trabajos puedan ser realizados por ordenadores. No estoy hablando de promover un modelo neoludista y quemar ordenadores, pero sí recordar que lo que creó el socialismo fue el liberalismo decimonónico y el avance tecnológico que precarizó hasta límites insospechados las condiciones laborales (todos sabemos las anécdotas de niños currando en minas de la Europa de principios del siglo XX). En cuanto la automatización se ventile la mayoría de trabajo rutinario que no requiera de creatividad, sino de repetición, el mercado laboral se va a ir a la siguiente gran crisis.
Cuando eso suceda, no serán sólo jóvenes sin trabajo, sino mayores de treinta despedidos con familias e hipotecas.
Por mucho que digáis, es imposible competir con la globalización. No importan las medidas que realice España, es imposible que puedas competir con un tipo en la India que trabajará por 00,1 euro y producirá miles de euros diarios. No sin llevar a la ruina y la desesperación a la gente que conlleve una revolución social porque es insostenible.
Las salidas pasan por importar software (como algo programado y creado por personas que no requiera de trabajo manual repetitivo que pueda ser realizado por un autómata), o importar algo que una máquina o un ordenador no pueda ofrecer, y eso es complicado, por no decir costoso, ya que tienes que jugártela en invertir en lo concreto (hablando según Hegel y su idea de que aquello que era concreto era la suma de las determinaciones) como ideas que se interconectan, pero que no son ambiguas ni simples, sino que configuran una realidad compleja y que a todas luces ahora mismo no puedes ver, tocar o predecir si funcionará. Es invertir capital en la esperanza de que las "ideas" que surjan suplan la "mano de obra repetitiva".
Por eso siempre creí que el proyecto a corto-medio plazo era crear la industria para dar una salida y solución inmediata, pero con la idea de renovar todo el modelo económico y el mercado laboral a medio-largo plazo. Hasta ahora no hemos vivido una juventud sin trabajo y SIN PADRES que los mantengan. Ahora lo vamos a sufrir de cojones. Y no será divertido tener a tios con 19, 20, 24, o 25 sin ocio, sin dinero, sin manutención y sin nada que perder.
Lo que hemos vivido hasta ahora será un campo de hadas, pero nada, la izquierda sigue sosteniendo que la realidad material es un sentimiento y esa estúpida tendencia a la idealización que pretende crear una utopía de espacios seguros mientras no tiene cojones de confrontar el capitalismo, mientras la derecha reaccionaria decide correr hacia delante, anhelando que los amos empresariales se apiaden de nosotros si nos convertimos en esclavos y mano de obra barata.
Y esto lo puedo ver yo que soy un don nadie, me niego a creer que no lo vean ellos que tienen asesores. Lo saben, como ZP sabía lo de la crisis, y les da igual.
-Los ciclos de las grandes revoluciones tecnológicas conllevan una gran destrucción laboral para luego generar nuevos sectores que que reabsorban la demanda de trabajo perdida. El problema es que esos nuevos sectores requerirán una capaticación que a día de hoy es escasa y claro, eso son varias generaciones perdidas.
-La Globalización no deja de ser una redistribución de centros de producción de bienes y servicios demandados a escala mundial. España puede competir en la medida de que tenga algo que ofrecer o jugar un papel concreto dentro de la economía de ese sistema-mundo (Wallerstein), el problema de fondo es que para ello primero necesitas identificar que sectores son válidos y que capaticación requieren, pero en ambas cosas ya se llega muy tarde (tejido productivo poco desarrollado y varias generaciones formadas en habilidades que ya no sirven).
Desgraciadamente las consecuencias de la automatización y de todo ello ya las estamos experimentando: desigualdad social, precariedad, proteccionismo etc.
Lo que va a quedar es una jerarquía social muy marcada donde por un lado haya una clase media-alta que disponga de capaticación en inteligencia articial y software punteros de la economía digital, un clase media-baja muy precarizada que esté condenada a alternar trabajos estacionales y en la base algo que economistas del FMI y del Banco Mundial ya están denominando "sociedad de exclusión", una gran masa de gente totalmente fuera del mercado laboral y a los se les dará algún tipo de subsidio vital que evite estallidos sociales.
Veremos que pronto comienza a implementarse la renta básica universal como algo progresista, cuando en el fondo va a ser una manera de constatar una realidad que es terrible.